DICCIONARIO MÉDICO

Dermatitis actínica

Qué es la dermatitis actínica

La dermatitis actínica, también conocida como dermatitis solar crónica, es una afección inflamatoria de la piel provocada por una reacción excesiva a la exposición a la radiación ultravioleta (UV). Este trastorno es más frecuente en personas con una sensibilidad elevada a la luz solar, como aquellas con antecedentes de enfermedades cutáneas fotosensibles o quienes han estado expuestas de manera prolongada al sol.

La dermatitis actínica es una condición que se clasifica dentro de las fotodermatosis, un grupo de enfermedades desencadenadas o agravadas por la exposición a la luz solar. Se caracteriza por una inflamación persistente y recurrente de la piel en las áreas expuestas a la luz UV, incluyendo el rostro, el cuello, las manos y los brazos.

Factores predisponentes

  • Exposición crónica a la radiación UV sin protección adecuada.
  • Piel clara o fototipos bajos (I y II).
  • Uso de medicamentos fotosensibilizantes.
  • Enfermedades previas como el lupus eritematoso o la porfiria.

Síntomas de la dermatitis actínica

Los síntomas de la dermatitis actínica varían en intensidad según la sensibilidad del paciente y la duración de la exposición al sol. Entre los más comunes se incluyen:

  1. Eritema: enrojecimiento de la piel en áreas expuestas.
  2. Prurito: picazón intensa que puede dificultar la calidad de vida.
  3. Descamación: piel seca y descamada.
  4. Vesículas: pequeñas ampollas llenas de líquido.
  5. Engrosamiento cutáneo: en casos crónicos, la piel puede volverse más gruesa y desarrollar una textura áspera.

Causas de la dermatitis actínica

La causa principal de la dermatitis actínica es la exposición excesiva a la radiación ultravioleta, ya sea de origen solar o artificial (como lámparas UV). Esta radiación provoca una respuesta inflamatoria en la piel, especialmente en personas con predisposición genética o con antecedentes de sensibilidad a la luz.

Factores de riesgo

  • Fototipos claros: las personas con piel, cabello y ojos claros son más susceptibles.
  • Envejecimiento cutáneo: con la edad, la piel pierde capacidad de regenerarse frente al daño solar.
  • Medicamentos fotosensibles: ciertos fármacos como los antibióticos o diuréticos pueden incrementar la sensibilidad a la luz UV.

Diagnóstico de la dermatitis actínica

El diagnóstico de la dermatitis actínica crónica se realiza mediante una evaluación clínica basada en el historial médico y el examen físico del paciente. En algunos casos, puede ser necesario realizar pruebas adicionales, como:

  1. Fototesting: para determinar la sensibilidad a la luz UV.
  2. Biopsia cutánea: en casos atípicos o para descartar otras enfermedades cutáneas.

Tratamiento de la dermatitis actínica

El tratamiento de la dermatitis actínica tiene como objetivo controlar los síntomas y prevenir las recaídas. Las opciones terapéuticas incluyen:

Medidas generales

  • Protección solar estricta: uso de filtros solares con FPS 50+, ropa protectora y sombreros.
  • Evitar la exposición al sol en las horas de máxima intensidad (entre las 10:00 y las 16:00).

Tratamientos médicos

  • Corticoides tópicos: para reducir la inflamación.
  • Inhibidores de calcineurina: como tacrolimus, especialmente en áreas sensibles como la cara.
  • Antihistamínicos: para aliviar el prurito.

Fototerapia

En casos graves o recurrentes, la fototerapia puede ser una opción eficaz. Este tratamiento consiste en exponer la piel a dosis controladas de luz ultravioleta bajo supervisión médica para desensibilizarla.

Prevención de la dermatitis actínica

La prevención es clave para evitar la aparición de la dermatitis actínica. Algunas recomendaciones incluyen:

  • Uso regular de protector solar.
  • Evitar exposiciones prolongadas al sol, especialmente en verano.
  • Realizar revisiones dermatológicas periódicas.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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