Dermatitis facticia

Qué es la dermatitis facticia

La dermatitis facticia es un trastorno dermatológico caracterizado por lesiones autoinfligidas en la piel, provocadas deliberadamente por el paciente. Este comportamiento puede ser consciente o inconsciente, y suele estar relacionado con trastornos psicológicos subyacentes. La dermatitis facticia plantea un desafío diagnóstico y terapéutico, ya que los pacientes suelen negar su implicación en la causa de las lesiones.

La dermatitis facticia, también conocida como dermatitis autoinfligida, pertenece al grupo de trastornos facticios, en los cuales el paciente provoca o simula síntomas físicos o psicológicos con el fin de asumir el rol de enfermo. En este caso, las lesiones cutáneas son el resultado de rascado, fricción, quemaduras o la aplicación de sustancias irritantes, y se localizan principalmente en áreas accesibles por las manos del paciente.

Características clínicas

• Lesiones con bordes definidos: suelen ser geométricas o tener formas poco habituales.
• Distribución estratégica: se encuentran en zonas fácilmente alcanzables, como el rostro, los brazos y las piernas.
• Ausencia de síntomas sistémicos: no hay fiebre u otros signos asociados a infecciones o inflamaciones sistémicas.

Causas de la dermatitis facticia

Las causas de la dermatitis facticia suelen estar vinculadas a factores psicológicos, como trastornos mentales o situaciones emocionales complejas. Entre las principales causas se encuentran:

Trastornos psicológicos

• Trastorno de personalidad: como el trastorno límite de la personalidad.
• Depresión: sentimientos de desesperanza pueden llevar a conductas autolesivas.
• Trastorno facticio: deseo de atención médica o de asumir el rol de enfermo.

Factores sociales

• Conflictos familiares: el estrés o las dinámicas disfuncionales pueden predisponer al autodaño.
• Aislamiento social: la falta de apoyo emocional puede exacerbar el problema.

Síntomas de la dermatitis facticia

Los síntomas de la dermatitis facticia dependen del método utilizado para provocar las lesiones, pero los más comunes incluyen:

1. Erosiones: heridas superficiales causadas por rascado o fricción.
2. Úlceras: lesiones profundas con bordes bien definidos.
3. Quemaduras: producto de la aplicación de calor o sustancias químicas.
4. Hematomas: generados por golpes autoinfligidos.
5. Infecciones secundarias: resultado de la manipulación continua de las lesiones.

Diagnóstico de la dermatitis facticia

El diagnóstico de la dermatitis facticia puede ser complejo debido a la negativa del paciente a reconocer la autoinfligencia de las lesiones. Los pasos para establecer un diagnóstico incluyen:

Historia clínica

Evaluar los antecedentes médicos y psicológicos del paciente, así como la evolución de las lesiones.

Examen físico

Se realiza una inspección detallada de las lesiones, prestando atención a su patrón, localización y características atípicas.

Pruebas complementarias

• Biopsia cutánea: para descartar enfermedades dermatológicas subyacentes.
• Análisis de laboratorio: para excluir infecciones u otros trastornos sistémicos.

Tratamiento de la dermatitis facticia

El tratamiento de la dermatitis facticia requiere un enfoque multidisciplinario que aborde tanto las lesiones físicas como las causas psicológicas subyacentes. Las principales estrategias incluyen:

Cuidado de las lesiones

• Limpieza y desinfección: para prevenir infecciones secundarias.
• Uso de apósitos: para proteger las heridas y favorecer su cicatrización.
• Cremas tópicas: como antibióticos o corticoides, dependiendo de la inflamación y el riesgo de infección.

Tratamiento psicológico

• Terapia cognitivo-conductual: para identificar y modificar los patrones de comportamiento autolesivo.
• Apoyo psiquiátrico: en casos de trastornos mentales coexistentes.

Educación del paciente

Es esencial educar al paciente sobre su condición para fomentar la adherencia al tratamiento y prevenir la recurrencia de las lesiones.

Complicaciones de la dermatitis facticia

Si no se trata de manera adecuada, la dermatitis facticia puede derivar en complicaciones graves, tales como:

• Infecciones crónicas: debido a la manipulación constante de las lesiones.
• Cicatrices permanentes: que afectan la estética y la función cutánea.
• Impacto psicológico: deterioro de la salud mental y calidad de vida del paciente.

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