DICCIONARIO MÉDICO

Dermatofibrosarcoma protuberans

Qué es el dermatofibrosarcoma protuberans

El dermatofibrosarcoma protuberans (DFSP, por sus siglas en inglés) es un tumor cutáneo raro de origen mesenquimal, caracterizado por un crecimiento lento pero localmente agresivo. A diferencia del dermatofibroma común, el dermatofibrosarcoma protuberans es un tumor de bajo grado maligno que puede infiltrarse en tejidos profundos como grasa, músculos y, en algunos casos, hueso. Aunque rara vez metastatiza, su capacidad de recurrencia local tras la extirpación incompleta lo convierte en una entidad de especial interés clínico.

El dermatofibrosarcoma protuberans es un tumor fibrohistiocítico, considerado de bajo grado maligno, que suele aparecer en el tronco, extremidades o región cervical. Se caracteriza por nódulos firmes, de consistencia gomosa, con una superficie protuberante y de coloración variable que puede ir desde el marrón hasta tonos rojizos o azulados. Este tumor afecta principalmente a adultos jóvenes y de mediana edad, con una ligera prevalencia en hombres.

Características clínicas

  • Crecimiento lento: los nódulos se desarrollan gradualmente durante meses o años.
  • Localización frecuente: tronco, brazos, piernas y, ocasionalmente, cabeza o cuello.
  • Lesión protuberante: nódulos elevados con bordes bien definidos.

Causas del dermatofibrosarcoma protuberans

Aunque las causas exactas del dermatofibrosarcoma protuberans no se comprenden completamente, se han identificado ciertos factores y alteraciones genéticas asociadas con su desarrollo.

Alteraciones genéticas

El dermatofibrosarcoma protuberans está asociado a una translocación cromosómica característica, t(17;22)(q22;q13), que fusiona los genes COL1A1 y PDGFB. Esta fusión provoca la sobreproducción de factores de crecimiento que estimulan la proliferación celular anormal.

Factores predisponentes

  • Traumatismos previos: en algunos casos, el tumor puede surgir en áreas con antecedentes de lesiones o cicatrices.
  • Factores genéticos: aunque es raro, algunas personas pueden tener predisposición genética al desarrollo de este tipo de tumor.

Síntomas del dermatofibrosarcoma protuberans

Los síntomas del dermatofibrosarcoma protuberans varían dependiendo de su tamaño, localización y nivel de infiltración. Los signos más comunes incluyen:

  1. Nódulo palpable: lesión firme, gomosa y no dolorosa, con crecimiento progresivo.
  2. Cambios en la piel: coloración rojiza, marrón o azulada en la superficie del nódulo.
  3. Molestias funcionales: en lesiones que afectan áreas móviles, como articulaciones.
  4. Dolor: aunque es poco común, puede presentarse en casos de infiltración profunda.

Diagnóstico del dermatofibrosarcoma protuberans

El diagnóstico requiere una combinación de evaluación clínica, estudios por imágenes y análisis histopatológico para confirmar la naturaleza del tumor y planificar el tratamiento adecuado.

Historia clínica y examen físico

Durante la evaluación, el médico analiza la evolución del nódulo, sus características clínicas y antecedentes de traumatismos o cambios cutáneos previos.

Pruebas complementarias

  • Biopsia: se realiza para confirmar el diagnóstico mediante análisis histológico, identificando la proliferación de fibroblastos y el patrón en "rueda de carro" característico.
  • Resonancia magnética (RM): para evaluar la extensión del tumor hacia tejidos profundos.
  • Estudios genéticos: detección de la translocación COL1A1-PDGFB para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento del dermatofibrosarcoma protuberans

El tratamiento tiene como objetivo la eliminación completa del tumor para prevenir recurrencias. Las opciones incluyen:

Cirugía

  • Extirpación quirúrgica amplia: es el tratamiento de elección y consiste en la resección del tumor con márgenes amplios para evitar recurrencias locales.
  • Cirugía de Mohs: recomendada en áreas donde la conservación del tejido es importante, como rostro o cuello. Permite la resección precisa con control microscópico de los márgenes.

Tratamientos complementarios

  • Radioterapia: utilizada en casos de recurrencia o cuando no es posible una resección completa.
  • Inhibidores de tirosina quinasa: como imatinib, en casos avanzados o no operables.

Complicaciones del dermatofibroma protuberans

Aunque el dermatofibroma protuberans es de bajo grado maligno, puede asociarse con complicaciones debido a su naturaleza infiltrativa y su tendencia a la recurrencia.

  • Recurrencia local: especialmente en casos de resección incompleta.
  • Infiltración profunda: afectación de tejidos subyacentes, como músculo o hueso.
  • Impacto funcional: en lesiones localizadas cerca de articulaciones o estructuras críticas.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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