Dermatomicosis

Qué es la dermatomicosis

La dermatomicosis es una infección de la piel causada por hongos, que afecta principalmente a las capas superficiales de la piel, el cuero cabelludo, las uñas y los pies. Esta afección es causada por una variedad de hongos patógenos, incluyendo dermatofitos, levaduras y mohos. La dermatomicosis es una de las infecciones cutáneas más comunes en todo el mundo y puede manifestarse en diferentes formas según el tipo de hongo y la región del cuerpo afectada.

Los hongos responsables de esta infección se desarrollan en ambientes cálidos y húmedos, lo que explica su alta prevalencia en climas tropicales y subtropicales. Aunque no siempre es grave, la dermatomicosis puede causar molestias significativas y requiere tratamiento para evitar complicaciones.

Tipos de dermatomicosis

Existen varios tipos de dermatomicosis, clasificados según la localización de la infección y el tipo de hongo involucrado:

• Tiña: causada por dermatofitos, afecta la piel, el cuero cabelludo y las uñas.
• Candidiasis cutánea: causada por levaduras del género Candida, afecta áreas húmedas como pliegues cutáneos.
• Pitiriasis versicolor: causada por el hongo Malassezia, produce manchas hiperpigmentadas o hipopigmentadas.
• Onicomicosis: afecta las uñas, causando engrosamiento y decoloración.

Causas de la dermatomicosis

Las dermatomicosis son causadas por hongos patógenos que infectan la piel y otros tejidos superficiales. Los factores que favorecen el desarrollo de estas infecciones incluyen:

Factores de riesgo

• Ambientes húmedos: piscinas, duchas públicas y gimnasios son focos comunes de contagio.
• Calzado cerrado: favorece la sudoración y la proliferación de hongos, especialmente en los pies.
• Sistema inmunológico debilitado: personas con diabetes, VIH o tratamientos inmunosupresores tienen mayor riesgo.
• Mala higiene: el cuidado inadecuado de la piel facilita la infección.

Cómo se contagia la dermatomicosis

La dermatomicosis se contagia principalmente a través del contacto directo con personas, animales o superficies contaminadas. Los mecanismos de contagio incluyen:

• Contacto directo: tocar la piel infectada de otra persona o animal.
• Fómites: uso compartido de toallas, zapatos o herramientas de manicura.
• Ambientes húmedos: caminar descalzo en áreas públicas húmedas.

Síntomas de la dermatomicosis

Los síntomas de la dermatomicosis varían según el tipo de hongo y la región del cuerpo afectada. Sin embargo, los signos más comunes incluyen:

1. Enrojecimiento: áreas de piel irritada o inflamada.
2. Descamación: piel seca o con escamas visibles.
3. Picazón: prurito intenso en las áreas afectadas.
4. Manchas: hiperpigmentadas o hipopigmentadas, especialmente en casos de pitiriasis versicolor.
5. Engrosamiento de uñas: en casos de onicomicosis, las uñas se vuelven gruesas, frágiles y decoloradas.

Diagnóstico de la dermatomicosis

El diagnóstico de dermatomicosis se realiza mediante la evaluación clínica y pruebas de laboratorio para confirmar la presencia de hongos.

Examen clínico

El médico inspecciona las lesiones cutáneas y revisa los antecedentes de exposición a factores de riesgo.

Pruebas de laboratorio

• Microscopía: examen con hidróxido de potasio (KOH) para detectar estructuras fúngicas.
• Cultivo: identificación del tipo de hongo responsable.
• Lámpara de Wood: útil para identificar infecciones como la pitiriasis versicolor.

Tratamiento para dermatomicosis

El tratamiento para la dermatomicosis depende del tipo de hongo, la localización de la infección y la gravedad de los síntomas. Las opciones incluyen:

Tratamientos tópicos

• Antifúngicos tópicos: como clotrimazol, miconazol o terbinafina, efectivos para infecciones leves.

Tratamientos sistémicos

• Antifúngicos orales: itraconazol, fluconazol o terbinafina, indicados para infecciones severas o recurrentes.

Cuidados generales

• Mantener las áreas afectadas limpias y secas.
• Evitar compartir objetos personales.
• Usar calzado ventilado y ropa de algodón.

Complicaciones de la dermatomicosis

Si no se trata adecuadamente, la dermatomicosis puede llevar a complicaciones como:

• Sobreinfección bacteriana: debido al rascado o lesiones en la piel.
• Extensión de la infección: especialmente en personas inmunocomprometidas.

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