Derrame pleural

Qué es el derrame pleural

El derrame pleural, también conocido como efusión pleural, es la acumulación anormal de líquido en el espacio pleural, que se encuentra entre las membranas que recubren los pulmones y la pared torácica (pleura visceral y parietal). Este exceso de líquido puede comprometer la función respiratoria, causar síntomas como disnea y dolor torácico, y ser indicativo de diversas enfermedades subyacentes.

El derrame pleural se clasifica como una condición patológica que puede presentarse en un solo lado del tórax (derrame pleural derecho o izquierdo) o en ambos pulmones (derrame pleural bilateral). Su presentación varía desde formas leves, como el derrame pleural laminar, hasta acumulaciones significativas que dificultan gravemente la respiración.

Clasificación del derrame pleural

El derrame pleural se clasifica según la composición del líquido acumulado:

• Trasudado: causado por alteraciones en la presión hidrostática u oncótica, como en insuficiencia cardíaca o cirrosis.
• Exudado: asociado a procesos inflamatorios, infecciones o neoplasias.
• Hemotórax: presencia de sangre en el espacio pleural.
• Quilotórax: acumulación de linfa debido a daño en el conducto torácico.

Causas del derrame pleural

Las causas del derrame pleural son variadas y dependen de factores locales y sistémicos:

Causas más comunes

• Insuficiencia cardíaca: responsable de la mayoría de los trasudados pleurales.
• Neumonía: causa frecuente de derrame pleural para neumónico.
• Neoplasias: como el derrame pleural maligno, asociado a cáncer de pulmón, mama o linfoma.

Otras causas

• Tuberculosis: particularmente en regiones endémicas.
• Traumatismo: lesiones torácicas que provocan hemotórax.
• Enfermedades autoinmunes: como lupus eritematoso sistémico o artritis reumatoide.

Síntomas del derrame pleural

Los síntomas del derrame pleural dependen del volumen de líquido acumulado, la rapidez de su formación y la causa subyacente. Algunos pacientes pueden estar asintomáticos en casos leves.

Síntomas comunes

• Disnea: dificultad para respirar, especialmente al estar acostado.
• Dolor torácico: generalmente de tipo pleurítico, empeora con la respiración profunda.
• Tos seca: persistente y sin producción de esputo.

Síntomas severos

• Hipoxemia: niveles bajos de oxígeno en sangre en derrames voluminosos.
• Taquipnea: respiración rápida como mecanismo compensatorio.

Diagnóstico del derrame pleural

El diagnóstico del derrame pleural requiere una combinación de evaluación clínica y pruebas complementarias. Las técnicas más utilizadas incluyen:

Estudios de imagen

• Radiografía de tórax: identifica derrames mayores de 300 ml; permite observar derrames bilaterales o loculados.
• Ecografía torácica: herramienta sensible para detectar líquidos pequeños y guiar procedimientos.
• TAC: útil para evaluar la extensión, identificar masas o derrames complicados.

Toracocentesis

Es el procedimiento de elección para obtener muestras de líquido en la pleura, analizarlo y determinar su etiología mediante estudios bioquímicos, citológicos y microbiológicos.

Tratamiento del derrame pleural

El tratamiento del derrame pleural depende de la causa subyacente y de la magnitud del derrame.

Tratamiento médico

• Antibióticos: en casos de derrame pleural para neumónico.
• Diuréticos: indicados en trasudados por insuficiencia cardíaca.
• Antituberculosos: si la causa es tuberculosis.

Procedimientos invasivos

• Toracocentesis terapéutica: para aliviar la disnea en derrames voluminosos.
• Colocación de drenaje pleural: en derrames loculados o recurrentes.
• Pleurodesis: procedimiento para prevenir la reaparición en derrame pleural maligno.

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