DICCIONARIO MÉDICO
Desfibrilación ventricular
La desfibrilación ventricular es una intervención médica de emergencia utilizada para restaurar el ritmo cardíaco normal en pacientes que presentan fibrilación ventricular o taquicardia ventricular sin pulso. Es un procedimiento crítico en el manejo de paradas cardíacas, aplicando una descarga eléctrica controlada al corazón para interrumpir las arritmias cardíacas letales. La desfibrilación ventricular consiste en la administración de una descarga eléctrica al corazón mediante un dispositivo denominado desfibrilador. Esta descarga despolariza masivamente el miocardio, permitiendo al nodo sinusal restablecer su función como marcapasos natural del corazón. La desfibrilación es el tratamiento más efectivo para revertir la fibrilación ventricular, una de las principales causas de muerte súbita cardíaca. La intervención temprana es crucial para aumentar las probabilidades de supervivencia y minimizar el daño cerebral por hipoxia. Existen diferentes tipos de desfibrilación según la tecnología utilizada y el contexto clínico en el que se aplica. Los principales tipos incluyen: En la desfibrilación monofásica, la corriente eléctrica fluye en una sola dirección a través del corazón. Este método, aunque eficaz, requiere mayor energía (entre 360 julios) en comparación con la desfibrilación bifásica. La desfibrilación bifásica utiliza una corriente que fluye en dos direcciones, primero en una y luego en la opuesta. Este enfoque permite alcanzar la misma efectividad con menor energía (generalmente 120-200 julios), reduciendo el riesgo de daño al miocardio. En algunos casos, la desfibrilación se realiza directamente sobre el corazón mediante electrodos internos, especialmente durante cirugías cardíacas o procedimientos invasivos. La desfibrilación ventricular está indicada en situaciones de emergencia donde el ritmo cardíaco anómalo pone en peligro la vida del paciente. Las principales indicaciones incluyen: El proceso de desfibrilación se lleva a cabo siguiendo pasos específicos para garantizar su eficacia y seguridad. Una vez confirmada la necesidad de desfibrilación, se administra una descarga eléctrica ajustando el nivel de energía según el tipo de desfibrilación (monofásica o bifásica). Tras la descarga, se evalúa el ritmo cardíaco para determinar si es necesario repetir el procedimiento o iniciar otras medidas, como la reanimación cardiopulmonar (RCP). Aunque salva vidas, la desfibrilación ventricular puede estar asociada a ciertos riesgos y complicaciones: La eficacia de la desfibrilación ventricular depende en gran medida del tiempo transcurrido desde el inicio del paro cardíaco. Cada minuto de retraso reduce las probabilidades de supervivencia en aproximadamente un 10%. Por ello, el acceso rápido a desfibriladores externos automáticos (DEA) y la capacitación en reanimación son fundamentales. © Clínica Universidad de Navarra 2023Qué es la desfibrilación ventricular
Importancia de la desfibrilación ventricular
Tipos de desfibrilación ventricular
Desfibrilación monofásica
Desfibrilación bifásica
Desfibrilación interna
Indicaciones de la desfibrilación ventricular
Procedimiento de la desfibrilación ventricular
Preparación
Administración de la descarga
Reevaluación
Riesgos y complicaciones
Importancia de la desfibrilación precoz
El avance de la tecnología ha mejorado significativamente los dispositivos de desfibrilación, haciendo que sean más eficaces y seguros. Las innovaciones incluyen:
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