DICCIONARIO MÉDICO

Desgarro perineal

Qué es el desgarro perineal

El desgarro perineal es una lesión que afecta los tejidos del periné, la zona comprendida entre la vagina y el ano en las mujeres, o entre el escroto y el ano en los hombres. Es una afección común durante el parto vaginal, aunque también puede ocurrir por otros factores, como trauma o prácticas sexuales. Su gravedad varía desde desgarros superficiales hasta lesiones más profundas que comprometen músculos y estructuras adyacentes.

Clasificación de los desgarros perineales

Los desgarros perineales se clasifican según su gravedad:

  • Grado I: Afecta únicamente la piel y el tejido subcutáneo del periné.
  • Grado II: Compromete la piel y los músculos perineales, pero no alcanza el esfínter anal.
  • Grado III: Afecta el esfínter anal parcial o completamente.
  • Grado IV: Involucra el esfínter anal y la mucosa rectal.

Causas del desgarro perineal

El desgarro perineal puede deberse a varias causas, entre las que destacan:

Desgarros perineales en el parto

La causa más común de desgarro perineal es el parto vaginal. Factores que aumentan el riesgo incluyen:

  • Parto instrumental: Uso de fórceps o ventosa.
  • Bebés macrosómicos: Peso elevado del recién nacido.
  • Primer parto vaginal: Mayor riesgo en mujeres primíparas.

Desgarros perineales por otras causas

  • Relaciones sexuales: En casos de penetración traumática o insuficiente lubricación.
  • Traumatismos: Lesiones accidentales en la región perineal.

Consecuencias de un desgarro perineal

Las consecuencias del desgarro perineal dependen de la gravedad de la lesión. Pueden incluir:

  • Dolor perineal: Especialmente en los primeros días tras la lesión o el parto.
  • Incontinencia fecal: En desgarros de grado III o IV que afectan el esfínter anal.
  • Problemas sexuales: Dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).

Diagnóstico del desgarro perineal

El diagnóstico se realiza mediante un examen físico cuidadoso de la región perineal. En casos de desgarros profundos, pueden ser necesarias técnicas adicionales, como:

  • Exploración rectal: Para evaluar la integridad del esfínter anal y la mucosa rectal.
  • Ecografía perineal: Útil para valorar lesiones complejas.

Tratamiento del desgarro perineal

El tratamiento del desgarro perineal depende de su gravedad y las estructuras afectadas.

Desgarros leves (grado I y II)

Los desgarros superficiales suelen repararse mediante sutura con anestesia local. En algunos casos, pueden cicatrizar espontáneamente sin necesidad de intervención.

Desgarros graves (grado III y IV)

Los desgarros que comprometen el esfínter anal requieren una reparación quirúrgica cuidadosa en quirófano. El manejo incluye:

  • Sutura del esfínter anal: Con técnicas específicas para restaurar su funcionalidad.
  • Antibióticos: Para prevenir infecciones.
  • Control del dolor: Analgésicos y medidas locales.

Cuidados posteriores al desgarro perineal

El cuidado adecuado es esencial para una buena recuperación tras un desgarro perineal. Las recomendaciones incluyen:

  • Higiene perineal: Lavar la zona con agua y jabón suave tras cada micción o defecación.
  • Ejercicios de Kegel: Para fortalecer el suelo pélvico.
  • Evitar esfuerzos: Como levantar objetos pesados.

Prevención del desgarro perineal

Aunque no siempre se puede evitar, existen estrategias para reducir el riesgo de desgarro perineal, especialmente durante el parto:

  • Masaje perineal: Durante las últimas semanas de embarazo para mejorar la elasticidad.
  • Técnicas de parto controlado: Uso de posiciones que disminuyan la presión en el periné.

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