DICCIONARIO MÉDICO

Difteria

Qué es la difteria

La difteria es una enfermedad infecciosa grave causada por la bacteria difteria, específicamente Corynebacterium diphtheriae. Esta enfermedad afecta principalmente las vías respiratorias superiores, aunque también puede manifestarse en la piel (difteria cutánea). A pesar de la disponibilidad de vacunas eficaces, sigue siendo una preocupación en áreas con baja cobertura de vacunación.

La difteria es causada por la infección de Corynebacterium diphtheriae, una bacteria grampositiva que produce una toxina responsable de la mayoría de las complicaciones de la enfermedad. Existen cuatro biotipos de esta bacteria (gravis, mitis, intermedius y belfanti), pero no todos producen toxina diftérica. La toxina bacteriana inhibe la síntesis de proteínas, lo que lleva a daño celular y formación de la característica membrana diftérica.

Factores de riesgo

  • No vacunación: La falta de inmunización es el principal factor de riesgo para desarrollar la enfermedad.
  • Viajes a zonas endémicas: Regiones con baja cobertura de vacunación presentan mayor riesgo.
  • Contacto cercano: Vivir o trabajar en entornos cerrados aumenta la probabilidad de contagio.

Difteria cómo se contagia

La difteria se transmite principalmente a través de:

  • Gotas respiratorias: Al toser, estornudar o hablar, una persona infectada puede diseminar la bacteria.
  • Contacto directo: Tocar secreciones nasales o lesiones cutáneas infectadas puede propagar la bacteria.
  • Objetos contaminados: Superficies o utensilios contaminados pueden actuar como vectores de transmisión.

Tipos de difteria

La difteria puede manifestarse de diferentes formas según la región del cuerpo afectada:

Difteria faríngea

Es la forma más común y grave de la enfermedad. Se caracteriza por dolor de garganta, fiebre y la formación de una membrana diftérica grisácea que puede obstruir las vías respiratorias.

Difteria cutánea

La difteria cutánea afecta la piel, causando úlceras dolorosas, que a menudo tienen un borde bien delimitado. Es más común en climas tropicales y en personas con higiene deficiente.

Difteria síntomas

Los síntomas de la difteria pueden variar según la forma de presentación:

  • Dolor de garganta: Suele ser intenso y se asocia con inflamación.
  • Fiebre: Generalmente moderada, pero persistente.
  • Membrana diftérica: Una capa gruesa y grisácea en la garganta o las amígdalas, característica de la enfermedad.
  • Inflamación cervical: En casos severos, se presenta como un "cuello de toro" debido a la inflamación de los ganglios linfáticos.

Complicaciones

La difteria puede provocar complicaciones graves, como:

  • Miocarditis: Inflamación del corazón, que puede causar arritmias o insuficiencia cardíaca.
  • Parálisis: La toxina puede afectar los nervios periféricos, provocando debilidad muscular.
  • Insuficiencia respiratoria: En casos severos, la obstrucción de las vías respiratorias puede ser mortal.

Diagnóstico de la difteria

El diagnóstico de difteria se basa en:

  • Clínica: Observación de la membrana diftérica y otros síntomas asociados.
  • Cultivo bacteriano: Muestras de garganta o lesiones cutáneas para identificar Corynebacterium diphtheriae.
  • Pruebas de toxina: Confirmación de la producción de toxina mediante técnicas especializadas.

Tratamiento de la difteria

El tratamiento de la difteria debe iniciarse de inmediato, incluso antes de obtener confirmación microbiológica, para evitar complicaciones graves.

Medicación

  • Antitoxina diftérica: Neutraliza la toxina producida por la bacteria.
  • Antibióticos: Como penicilina o eritromicina, para eliminar la bacteria y prevenir la transmisión.

Cuidados de soporte

  • Oxigenoterapia: Para aliviar la dificultad respiratoria en casos graves.
  • Monitorización cardíaca: En pacientes con sospecha de miocarditis.

Prevención de la difteria

La prevención de la difteria se centra en la vacunación y el control de los contactos cercanos.

Vacunación

La vacuna contra la difteria suele administrarse en combinación con las de tétanos y tos ferina (DTP o DTaP). Se recomienda:

  • Serie primaria: En niños, a los 2, 4, 6 y 15 meses.
  • Refuerzos: Cada 10 años en adultos.

Medidas de control

  • Tratamiento profiláctico: Antibióticos para contactos cercanos de casos confirmados.
  • Aislamiento: De pacientes infectados hasta que no sean contagiosos.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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