DICCIONARIO MÉDICO

Disautonomía

Qué es la disautonomía

La disautonomía es un trastorno del sistema nervioso autónomo (SNA), encargado de regular funciones involuntarias del organismo como la frecuencia cardíaca, presión arterial, digestión y temperatura corporal. Este término abarca un grupo de enfermedades que afectan la regulación adecuada de estas funciones, lo que puede provocar síntomas debilitantes y afectar significativamente la calidad de vida del paciente.

Tipos de disautonomía

Existen diversos tipos de disautonomía, clasificados según su origen y características clínicas. Entre los más comunes se encuentran:

Disautonomía neurovegetativa

Este tipo se refiere a una disfunción generalizada del sistema nervioso autónomo, que puede ser secundaria a enfermedades sistémicas, como diabetes mellitus, lupus eritematoso sistémico o enfermedades neurodegenerativas.

Disautonomía familiar

Conocida también como síndrome de Riley-Day, es una enfermedad genética rara que afecta principalmente a personas de ascendencia judía ashkenazí. Se caracteriza por síntomas como hipotensión ortostática, alteraciones sensoriales y problemas motores.

Disautonomía cardíaca

Se enfoca en alteraciones que afectan directamente la regulación del corazón y los vasos sanguíneos, como taquicardia postural ortostática o bradicardia severa, lo que puede llevar a síncopes o episodios de desmayos recurrentes.

Síndrome de disautonomía

Es un término genérico que agrupa síntomas y signos de disfunción del sistema nervioso autónomo, siendo más frecuente como manifestación secundaria de otras enfermedades subyacentes.

Síntomas de la disautonomía

Los síntomas de la disautonomía varían ampliamente según el tipo y gravedad del trastorno. Entre los más comunes se incluyen:

  • Mareos o desmayos, especialmente al cambiar de posición (hipotensión ortostática).
  • Taquicardia o bradicardia (disautonomía cardíaca).
  • Problemas digestivos, como náuseas, vómitos o estreñimiento.
  • Fatiga crónica.
  • Dificultad para regular la temperatura corporal, con episodios de sudoración excesiva o sensación de frío.
  • Alteraciones urinarias, como incontinencia o dificultad para orinar.

Diagnóstico de la disautonomía

El diagnóstico de la disautonomía requiere una evaluación clínica exhaustiva y la realización de pruebas específicas para evaluar la función del sistema nervioso autónomo. Entre los métodos diagnósticos más comunes se encuentran:

  • Prueba de mesa basculante (tilt test) para evaluar la respuesta cardiovascular a cambios posturales.
  • Pruebas de función cardíaca, como el monitoreo Holter.
  • Evaluación de sudoración mediante pruebas termorreguladoras.
  • Estudios de motilidad digestiva para identificar alteraciones gastrointestinales.

Tratamiento de la disautonomía

El tratamiento de la disautonomía depende del tipo específico y las condiciones subyacentes asociadas. Aunque no existe una cura definitiva, los objetivos terapéuticos se centran en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.

Medidas generales

  • Incremento de la ingesta de líquidos y sal para prevenir la hipotensión ortostática.
  • Uso de medias de compresión para mejorar el retorno venoso.
  • Evitar cambios bruscos de posición.

Terapia farmacológica

Los medicamentos pueden ser útiles en el manejo de síntomas específicos:

  • Betabloqueantes para controlar la taquicardia.
  • Midodrina o fludrocortisona para tratar la hipotensión ortostática.
  • Anticolinérgicos para problemas gastrointestinales.

Terapias complementarias

  • Fisioterapia para mejorar la tolerancia al ejercicio y la postura.
  • Apoyo psicológico para manejar el estrés y la ansiedad asociados al trastorno.

Disautonomía y esperanza de vida

La esperanza de vida en pacientes con disautonomía depende de la causa subyacente y la efectividad del manejo de los síntomas. En casos de disautonomía familiar o trastornos neurodegenerativos, puede haber una disminución significativa de la calidad de vida y del pronóstico a largo plazo. Sin embargo, con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, muchos pacientes logran llevar una vida relativamente normal.

Impacto de la disautonomía en la calidad de vida

La disautonomía puede afectar significativamente la vida diaria del paciente, causando limitaciones físicas, emocionales y sociales. Un enfoque integral que combine tratamiento médico, apoyo psicológico y modificaciones en el estilo de vida es fundamental para mejorar el bienestar general y la funcionalidad del paciente.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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