DICCIONARIO MÉDICO
Disbetalipoproteinemia familiar
La disbetalipoproteinemia familiar, también conocida como hiperlipoproteinemia tipo III, es un trastorno genético del metabolismo lipídico caracterizado por niveles elevados de lipoproteínas ricas en colesterol y triglicéridos en sangre. Este trastorno resulta de una alteración en la eliminación de remanentes de lipoproteínas ricas en triglicéridos, como las VLDL (lipoproteínas de muy baja densidad) y los quilomicrones, lo que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares y complicaciones metabólicas. Es una enfermedad rara con una prevalencia estimada de 1 en 5,000 personas. La disbetalipoproteinemia familiar se hereda de forma autosómica recesiva y está asociada a mutaciones en el gen APOE, que codifica la apolipoproteína E (apoE), una proteína esencial en el metabolismo de las lipoproteínas. Existen tres isoformas principales de la apoE: E2, E3 y E4. La variante más comúnmente asociada a esta enfermedad es la apoE2/E2, que tiene una afinidad reducida por los receptores hepáticos encargados de eliminar los remanentes de lipoproteínas. Aunque la presencia de la variante apoE2 es necesaria para desarrollar la enfermedad, no todos los individuos con esta mutación manifiestan síntomas. Factores secundarios, como obesidad, diabetes mellitus o hipotiroidismo, pueden desencadenar la expresión clínica del trastorno. Los síntomas de la disbetalipoproteinemia familiar suelen aparecer en la edad adulta y varían en severidad. Entre los signos y síntomas más comunes se incluyen: Algunos pacientes pueden ser asintomáticos y solo ser diagnosticados durante evaluaciones de rutina del perfil lipídico. El diagnóstico de la disbetalipoproteinemia familiar se basa en una combinación de hallazgos clínicos, pruebas bioquímicas y análisis genéticos. Las principales herramientas diagnósticas incluyen: Además, el diagnóstico puede incluir evaluaciones de factores secundarios que exacerban la enfermedad, como hipotiroidismo, obesidad o diabetes mellitus. El tratamiento de la disbetalipoproteinemia familiar tiene como objetivo reducir los niveles de lípidos en sangre y prevenir complicaciones cardiovasculares y metabólicas. Incluye un enfoque multidisciplinario que combina cambios en el estilo de vida, tratamiento farmacológico y seguimiento médico. El tratamiento farmacológico incluye medicamentos que ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos: Es crucial realizar controles regulares del perfil lipídico y monitorear la aparición de complicaciones, como ateroesclerosis o pancreatitis. Un seguimiento adecuado permite ajustar el tratamiento y prevenir eventos cardiovasculares. El pronóstico de la disbetalipoproteinemia familiar depende del diagnóstico temprano y del cumplimiento del tratamiento. Con un manejo adecuado, es posible reducir significativamente el riesgo de complicaciones cardiovasculares y mejorar la calidad de vida del paciente. Sin embargo, la falta de tratamiento puede llevar a ateroesclerosis acelerada, infarto de miocardio o eventos cerebrovasculares, que representan las principales causas de mortalidad en estos pacientes. © Clínica Universidad de Navarra 2023Qué es la disbetalipoproteinemia familiar
Herencia de la disbetalipoproteinemia familiar
Síntomas de la disbetalipoproteinemia familiar
Diagnóstico de la disbetalipoproteinemia familiar
Tratamiento de la disbetalipoproteinemia familiar
Modificaciones en el estilo de vida
Terapia farmacológica
Seguimiento médico
Pronóstico de la disbetalipoproteinemia familiar