Discectomía

Qué es la discectomía

La discectomía es un procedimiento quirúrgico diseñado para tratar afecciones de la columna vertebral, específicamente hernias de disco que comprimen nervios o la médula espinal. Este procedimiento consiste en la extracción total o parcial del disco intervertebral afectado para aliviar el dolor, mejorar la movilidad y prevenir daños neurológicos. La discectomía es una opción para pacientes que no han respondido a tratamientos conservadores como fisioterapia o medicamentos.

Tipos de discectomía

Existen diversos tipos de discectomía, que se seleccionan en función de la localización del disco afectado y la técnica quirúrgica utilizada. Entre los más comunes se encuentran:

Discectomía lumbar

La discectomía lumbar se realiza para tratar hernias de disco en la región lumbar, que pueden causar dolor irradiado hacia las extremidades inferiores (ciática). Es particularmente común en niveles como L4-L5 y L5-S1, que son las áreas más frecuentemente afectadas por hernias discales debido a su carga biomecánica.

Discectomía cervical

La discectomía cervical es un procedimiento para aliviar la compresión de nervios o la médula espinal en la región cervical. Es comúnmente realizada en combinación con una fusión cervical para estabilizar la columna.

Microdiscectomía

La microdiscectomía es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que utiliza un microscopio quirúrgico para extraer el disco afectado. Esta técnica reduce el daño a los tejidos circundantes, acelera la recuperación y es ampliamente utilizada en casos de microdiscectomía lumbar.

Discectomía endoscópica

La discectomía endoscópica utiliza una cámara endoscópica para acceder al disco afectado a través de una incisión pequeña. Es una técnica avanzada que permite una visualización precisa, minimiza el daño tisular y reduce el tiempo de recuperación.

Discectomía percutánea

La discectomía percutánea es una opción mínimamente invasiva que utiliza herramientas especializadas para extraer material discal sin necesidad de una incisión grande. Es más adecuada para hernias discales pequeñas y pacientes seleccionados.

Técnica quirúrgica de la discectomía

La técnica quirúrgica de la discectomía varía según el tipo de procedimiento. En general, sigue estos pasos:

1. El paciente es colocado bajo anestesia general o local, dependiendo de la técnica.
2. Se realiza una incisión en la piel para acceder a la columna vertebral.
3. Se separan los músculos para exponer el área afectada.
4. Se extrae el fragmento de disco herniado o el disco completo, según sea necesario.
5. En algunos casos, se realiza una estabilización con injertos óseos o implantes.

La discectomía simple se limita a la extracción del disco afectado, mientras que las técnicas más avanzadas pueden incluir dispositivos de estabilización.

Indicaciones de la discectomía

La discectomía está indicada en pacientes con:

• Dolor incapacitante que no mejora con tratamientos conservadores.
• Compresión nerviosa que causa debilidad o entumecimiento en las extremidades.
• Síndrome de cola de caballo, una emergencia médica causada por compresión severa de las raíces nerviosas.

Recuperación tras discectomía

La recuperación tras discectomía depende del tipo de procedimiento y del estado de salud general del paciente. En general, incluye:

Fase inicial

• Movilización temprana bajo supervisión médica.
• Control del dolor con analgésicos.
• Cuidados de la herida quirúrgica para prevenir infecciones.

Rehabilitación

• Fisioterapia para recuperar la fuerza muscular y la movilidad.
• Ejercicios específicos para mejorar la estabilidad de la columna.

Cuidados a largo plazo

• Evitar actividades que impliquen esfuerzos excesivos durante los primeros meses.
• Adopción de hábitos posturales adecuados para prevenir recaídas.

Resultados y riesgos de la discectomía

La discectomía tiene un alto porcentaje de éxito en el alivio del dolor y la mejora funcional, especialmente en casos de hernias discales que comprimen raíces nerviosas. Sin embargo, como cualquier procedimiento quirúrgico, conlleva riesgos potenciales, como:

• Infección en el sitio quirúrgico.
• Lesión nerviosa que puede causar debilidad o entumecimiento persistente.
• Reaparición de la hernia discal en el mismo nivel o en otros segmentos.

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