DICCIONARIO MÉDICO

Disfibrinogenemia

Qué es la dsfibrinogenemia

La disfibrinogenemia es un trastorno poco frecuente de la coagulación que se caracteriza por la producción de fibrinógeno defectuoso, una proteína clave en el proceso de la coagulación sanguínea. Este fibrinógeno anómalo puede interferir en la formación adecuada de coágulos, lo que conduce a manifestaciones clínicas variables, desde sangrados excesivos hasta un aumento en el riesgo de trombosis.

Definición y tipos de disfibrinogenemia

La disfibrinogenemia puede clasificarse en dos tipos principales, dependiendo de su origen:

  • Disfibrinogenemia congénita: Es una condición hereditaria causada por mutaciones en el gen del fibrinógeno (FGA, FGB o FGG) que alteran la función de la proteína. Los individuos afectados heredan estas mutaciones de manera autosómica dominante, aunque también se han reportado casos de herencia autosómica recesiva.
  • Disfibrinogenemia adquirida: Se desarrolla como consecuencia de enfermedades hepáticas graves, como cirrosis o hepatopatías crónicas, que afectan la síntesis y la funcionalidad del fibrinógeno.

Fisiopatología de la disfibrinogenemia

En la disfibrinogenemia, el fibrinógeno producido por el hígado presenta alteraciones estructurales o funcionales, lo que impide su participación eficaz en el proceso de coagulación. Estas alteraciones pueden manifestarse como:

  • Deficiencia funcional: Incapacidad para formar fibrina estable durante la coagulación.
  • Disminución en la polimerización: Problemas en la interacción entre moléculas de fibrina para formar redes estables.
  • Alteración en la interacción con plaquetas: Afecta la adhesión y agregación plaquetaria, esenciales para la hemostasia.

Síntomas de la disfibrinogenemia

Los síntomas de la disfibrinogenemia varían ampliamente entre los pacientes, dependiendo de la severidad del defecto y la predisposición individual. Las manifestaciones comunes incluyen:

  • Sangrado excesivo: Episodios de hemorragia prolongada o espontánea, especialmente después de procedimientos quirúrgicos o traumatismos menores.
  • Trombosis: En algunos casos, la disfibrinogenemia puede predisponer al desarrollo de trombos debido a alteraciones en la estabilidad del coágulo.
  • Hematomas: Aparición frecuente de moretones sin causa aparente.
  • Sangrado menstrual abundante: Especialmente en mujeres con esta condición.

Disfibrinogenemia congénita

La disfibrinogenemia congénita es causada por mutaciones genéticas que afectan la estructura y función del fibrinógeno. Las mutaciones más comunes se localizan en los genes FGA, FGB y FGG, que codifican las cadenas alfa, beta y gamma del fibrinógeno. Esta condición puede ser asintomática o manifestarse con complicaciones hemorrágicas o trombóticas desde edades tempranas.

Disfibrinogenemia adquirida

La disfibrinogenemia adquirida está asociada a enfermedades hepáticas graves, como la cirrosis hepática, que afectan la capacidad del hígado para producir fibrinógeno funcional. También se ha descrito en casos de enfermedades malignas, como carcinomas hepáticos. A diferencia de la forma congénita, esta variante suele desarrollarse en la edad adulta y está estrechamente relacionada con la gravedad de la enfermedad subyacente.

Diagnóstico de la disfibrinogenemia

El diagnóstico de disfibrinogenemia requiere una combinación de estudios clínicos, de laboratorio y, en algunos casos, genéticos:

  1. Historia clínica: Identificación de episodios hemorrágicos, trombosis y antecedentes familiares.
  2. Pruebas de coagulación: Tiempo de protrombina (TP) y tiempo de tromboplastina parcial activada (TTPA) prolongados.
  3. Estudios específicos del fibrinógeno: Mediciones funcionales y cuantitativas del fibrinógeno para determinar discrepancias entre niveles funcionales y antigénicos.
  4. Secuenciación genética: Identificación de mutaciones en genes relacionados con el fibrinógeno en casos de disfibrinogenemia congénita.

Tratamiento de la disfibrinogenemia

El tratamiento de la disfibrinogenemia se adapta a las necesidades clínicas del paciente, basándose en la prevención de complicaciones hemorrágicas o trombóticas:

  • Terapia de reemplazo: Administración de concentrados de fibrinógeno o plasma fresco congelado en casos de sangrado activo.
  • Anticoagulantes: En pacientes con predisposición a trombosis, se utilizan anticoagulantes como la heparina o los anticoagulantes orales directos (ACOD).
  • Manejo de enfermedades subyacentes: Tratamiento de la enfermedad hepática o condiciones asociadas a la forma adquirida.
  • Profilaxis: Uso de concentrados de fibrinógeno antes de cirugías o procedimientos invasivos en pacientes con riesgo hemorrágico elevado.

Importancia del manejo multidisciplinar

El manejo de la disfibrinogenemia requiere la colaboración de hematólogos, hepatólogos y otros especialistas para garantizar un diagnóstico temprano y un tratamiento integral. La identificación precisa de la causa, ya sea congénita o adquirida, permite una intervención oportuna y una mejora significativa en la calidad de vida del paciente.

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