DICCIONARIO MÉDICO
Disfunción eréctil
Incapacidad de obtener y mantener una erección que permita el coito. La erección es la manifestación de una acción coordinada vascular, hormonal y neurológica. En el varón, hormonalmente normal, la estimulación nerviosa (psicógena o reflexógena) provoca una relajación de la musculatura lisa del cuerpo cavernoso y un aumento del flujo arterial, que provocan el llenado masivo de los cuerpos cavernosos, su tumefacción y su endurecimiento. La erección, aunque ocasionalmente puede mantenerse toda la vida, habitualmente declina con la edad. Aunque no hay demasiados estudios epidemiológicos, el más conocido (Massachusetts Male Aging Study) evidencia que los varones entre 40 y 70 años, en el 52% de los casos, tienen algún grado de impotencia, que es completa en el 10% de los casos (a los 50 años, el 50% tiene algún grado de impotencia; a los 60 años, el 57%, y a los 70 años, el 66%). Son factores de riesgo: la patología cardiaca, la diabetes, la hipertensión, el tabaco y la etiología puede ser orgánica o psicógena; en el segundo caso, no existe ninguna alteración anatómica y obedece a una alteración psíquica. No obstante, el 90% de las disfunciones eréctiles son de causa orgánica (vascular en el 30-50% de los pacientes; neurológica en el 2-7%; endocrina en el 6,45%, medicamentosa en el 30-40%, por diabetes en el 2-20%.). En cuanto al diagnóstico, se emplean las determinaciones hormonales para diagnosticar la disfunción de ese origen, mientras la medición de la tumescencia peneana nocturna y los test con inyecciones de sustancias vasoactivas intracavernosas permiten descartar la patología psicógena. Cuando se trata de una disfunción eréctil orgánica y no hormonal, los tests con sustancias vasoactivas de inyección intracavernosa y la eco Doppler permiten hacer un diagnóstico de la patología vascular arterial. Si se sospecha la existencia de una fuga venosa, la cavernosometría y la cavernosografía son las técnicas utilizadas para su diagnóstico. La disfunción eréctil psicógena se trata con psicoterapia y medicación intracavernosa o sildenafilo por vía oral. En la patología orgánica, el tratamiento de elección es la autoinyección intracavernosa de sustancias vasoactivas (prostaglandina E1) en los minutos previos al coito, siempre que se produzca erección suficiente. En los pacientes en los que este tratamiento es ineficaz, se aplica la prótesis peneana. En la actualidad, se están obteniendo excelentes resultados con un medicamento por vía oral, el sildenafilo, cuyos resultados son similares a los conseguidos con la inyección de sustancias vasoactivas, con la ventaja de que no produce priapismo.
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