DICCIONARIO MÉDICO

Dislipidemia

Qué es la dislipidemia

La dislipidemia, también conocida como dislipemia, es un trastorno metabólico caracterizado por niveles anormales de lípidos en la sangre. Esto incluye niveles elevados de colesterol total, colesterol LDL ("malo"), triglicéridos, o niveles bajos de colesterol HDL ("bueno"). La dislipidemia es un factor de riesgo clave para enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular.

Definición de dislipidemia

La dislipidemia se define como cualquier alteración en los niveles normales de lípidos en la sangre. Puede ser primaria, debido a factores genéticos como la dislipidemia familiar, o secundaria, asociada a condiciones como diabetes, obesidad, enfermedad renal crónica o consumo excesivo de alcohol.

Causas de la dislipidemia

Las causas de la dislipidemia pueden ser diversas y se dividen en factores primarios y secundarios:

  • Genéticos: Alteraciones heredadas que afectan el metabolismo de los lípidos, como en la dislipidemia familiar.
  • Estilo de vida: Dieta alta en grasas saturadas, falta de actividad física, obesidad y tabaquismo.
  • Condiciones médicas: Diabetes mellitus, síndrome metabólico, hipotiroidismo y enfermedad renal crónica.
  • Medicamentos: Algunos fármacos, como corticoides, diuréticos y betabloqueantes, pueden contribuir a la aparición de dislipidemia.

Factores de riesgo de la dislipidemia

Entre los factores de riesgo para desarrollar dislipidemia se encuentran:

  • Antecedentes familiares: La dislipidemia familiar aumenta significativamente el riesgo de hipercolesterolemia.
  • Edad y género: Los niveles de colesterol tienden a aumentar con la edad, y los hombres suelen tener mayor riesgo antes de los 50 años.
  • Estilo de vida: Dietas poco saludables, sedentarismo y obesidad.

Tipos de dislipidemia

La dislipidemia se clasifica según los tipos de lípidos afectados:

Hipercolesterolemia

Elevación del colesterol total y LDL. Es la forma más común de dislipidemia y un importante factor de riesgo para aterosclerosis.

Hipertrigliceridemia

Niveles altos de triglicéridos, comúnmente asociados a obesidad, diabetes y consumo excesivo de alcohol.

Dislipidemia mixta

Combinación de niveles elevados de colesterol LDL y triglicéridos, con niveles bajos de colesterol HDL. Es frecuente en el síndrome metabólico.

Dislipidemia aterogénica

Una combinación peligrosa de triglicéridos altos, HDL bajo y partículas pequeñas y densas de LDL, que aumentan el riesgo de aterosclerosis y enfermedad cardiovascular.

Síntomas de la dislipidemia

La dislipidemia es asintomática en la mayoría de los casos y suele detectarse mediante análisis de sangre. Sin embargo, niveles severamente elevados de lípidos pueden causar:

  • Xantomas: Depósitos de grasa en la piel o tendones.
  • Xantelasmas: Depósitos amarillentos alrededor de los ojos.
  • Arcus corneal: Anillo blanco alrededor de la córnea en personas jóvenes.

Diagnóstico de la dislipidemia

El diagnóstico de dislipidemia se realiza mediante un perfil lipídico que incluye:

  1. Colesterol total: Valores superiores a 200 mg/dL se consideran elevados.
  2. LDL ("malo"): Niveles óptimos por debajo de 100 mg/dL.
  3. HDL ("bueno"): Niveles deseables por encima de 40 mg/dL en hombres y 50 mg/dL en mujeres.
  4. Triglicéridos: Valores normales por debajo de 150 mg/dL.

Tratamiento para la dislipidemia

El tratamiento para la dislipidemia incluye modificaciones en el estilo de vida y, en algunos casos, medicamentos:

  • Dieta saludable: Baja en grasas saturadas, grasas trans y colesterol.
  • Ejercicio físico: Actividad moderada durante al menos 150 minutos a la semana.
  • Control del peso: La pérdida de peso mejora significativamente los niveles de lípidos.

Medicamentos para la dislipidemia

Cuando las modificaciones en el estilo de vida no son suficientes, se recetan fármacos como:

  • Estatinas: Reducen el colesterol LDL y el riesgo cardiovascular.
  • Fibratos: Eficaces en reducir triglicéridos elevados.
  • Inhibidores de PCSK9: Nuevos agentes que reducen significativamente el LDL.
  • Resinas de intercambio iónico: Disminuyen la absorción intestinal de colesterol.

Cuidado personal en la dislipidemia

El cuidado personal es esencial para prevenir complicaciones asociadas con la dislipidemia. Incluye:

  • Adherencia al tratamiento: Seguir las indicaciones médicas de manera estricta.
  • Control regular: Realizar análisis de sangre periódicos para evaluar los niveles de lípidos.
  • Reducción del estrés: Practicar técnicas de relajación para controlar los factores emocionales que afectan la salud cardiovascular.

Importancia del manejo integral

La dislipidemia es un trastorno tratable, pero requiere un manejo integral que combine cambios en el estilo de vida, tratamiento farmacológico y seguimiento médico. Un enfoque proactivo puede prevenir complicaciones graves como aterosclerosis, enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular, mejorando significativamente la calidad de vida del paciente.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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