DICCIONARIO MÉDICO

Dismorfopsia

Qué es el dismorfopsia

La dismorfopsia es una alteración perceptual que afecta la forma en que una persona percibe las características visuales del entorno, como la forma, tamaño o disposición de los objetos. Este trastorno puede originarse por problemas neurológicos, oftalmológicos o psicológicos, y suele asociarse con otras condiciones perceptivas como la dismegalopsia. La dismorfopsia puede ser episódica o crónica y, dependiendo de su causa, puede tener un impacto significativo en la vida cotidiana.

Definición de dismorfopsia

La dismorfopsia se define como una distorsión en la percepción visual, en la que los objetos del entorno se perciben con formas alteradas. Esto puede incluir elongaciones, encogimientos o deformaciones irregulares. Este fenómeno se diferencia de otras alteraciones visuales, como la dismegalopsia, que se centra exclusivamente en el tamaño percibido de los objetos.

Causas de la dismorfopsia

Las causas de la dismorfopsia pueden ser diversas, y varían según el origen del trastorno. Las principales incluyen:

  • Trastornos neurológicos: Lesiones en áreas del cerebro responsables del procesamiento visual, como el lóbulo occipital o parietal.
  • Migrañas: Las migrañas con aura pueden provocar episodios transitorios de dismorfopsia.
  • Consumo de sustancias: Drogas psicoactivas y ciertos medicamentos pueden inducir alteraciones perceptivas.
  • Trastornos psiquiátricos: Condiciones como la esquizofrenia o el trastorno obsesivo-compulsivo pueden incluir distorsiones visuales como parte de sus síntomas.
  • Problemas oftalmológicos: Enfermedades de la córnea o retina que afectan la percepción visual.

Dismorfopsia y dismegalopsia

Aunque relacionadas, la dismorfopsia y la dismegalopsia son condiciones distintas. Mientras que la dismegalopsia implica una percepción alterada del tamaño de los objetos (más grandes o pequeños de lo real), la dismorfopsia se centra en las distorsiones de forma. Ambas condiciones pueden coexistir, especialmente en pacientes con migrañas, epilepsia o ciertos trastornos psiquiátricos.

Diferencias clave:

  • Dismorfopsia: Distorsión en la forma de los objetos.
  • Dismegalopsia: Alteración en el tamaño percibido de los objetos.

Dismorfopsia en psicología

En el ámbito psicológico, la dismorfopsia puede estar asociada a estados emocionales intensos o trastornos psiquiátricos. Por ejemplo, las personas con ansiedad severa o episodios psicóticos pueden experimentar distorsiones visuales que incluyen alteraciones en la forma de los objetos.

  • Ansiedad: Episodios de estrés elevado pueden desencadenar percepciones visuales distorsionadas.
  • Esquizofrenia: En este trastorno, las alteraciones perceptuales como la dismorfopsia pueden formar parte de los síntomas psicóticos.
  • Trastornos somatomorfos: La percepción distorsionada de objetos puede estar relacionada con preocupaciones obsesivas por la apariencia física o el entorno.

Diagnóstico de la dismorfopsia

El diagnóstico de la dismorfopsia requiere una evaluación exhaustiva que incluya:

  1. Historia clínica: Evaluación de los síntomas, antecedentes médicos y posibles desencadenantes.
  2. Pruebas neurológicas: Exámenes para detectar lesiones cerebrales u otras alteraciones neurológicas.
  3. Evaluación oftalmológica: Identificación de problemas en la córnea, retina u otras partes del sistema visual.
  4. Evaluación psicológica: Análisis de posibles factores emocionales o psiquiátricos.

Tratamiento de la dismorfopsia

El tratamiento de la dismorfopsia depende de la causa subyacente e incluye:

  • Medicamentos: Fármacos para tratar migrañas, epilepsia o trastornos psiquiátricos asociados.
  • Terapia cognitivo-conductual: En casos relacionados con factores psicológicos, esta terapia puede ayudar a manejar la percepción distorsionada.
  • Corrección oftalmológica: Tratamientos para enfermedades oculares subyacentes.
  • Rehabilitación neurológica: Terapias para mejorar la integración sensorial y el procesamiento visual.

Importancia de un enfoque multidisciplinar

La dismorfopsia es un trastorno complejo que requiere un enfoque multidisciplinario. La colaboración entre neurólogos, oftalmólogos, psiquiatras y psicólogos es esencial para un diagnóstico preciso y un tratamiento eficaz. La intervención temprana puede minimizar el impacto de esta condición en la calidad de vida del paciente.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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