DICCIONARIO MÉDICO

Disnea cardiaca

Qué es la disnea cardiaca

La disnea cardiaca es una dificultad para respirar que tiene su origen en alteraciones del sistema cardiovascular. Este tipo de disnea, también conocida como disnea de origen cardíaco o disnea cardiogénica, es un síntoma frecuente de enfermedades del corazón, como la insuficiencia cardíaca. A diferencia de la disnea de origen respiratorio, la disnea cardiaca se asocia con problemas en el bombeo y circulación de la sangre, lo que provoca acumulación de líquido en los pulmones y dificultad para respirar.

Definición de disnea cardiaca

La disnea cardiaca se define como una sensación de falta de aire o dificultad para respirar causada por disfunción del corazón. Este síntoma puede presentarse en reposo o durante la actividad física y está relacionado con el fracaso del corazón para mantener un flujo sanguíneo adecuado, lo que provoca congestión pulmonar y disminución del intercambio de oxígeno.

Características y síntomas de la disnea cardiaca

Los síntomas de la disnea cardiaca pueden variar en intensidad y presentación según la causa subyacente, pero los más comunes incluyen:

  • Falta de aire: Sensación de dificultad para inhalar o exhalar aire.
  • Ortopnea: Dificultad para respirar al estar acostado, que mejora al sentarse o ponerse de pie.
  • Disnea paroxística nocturna: Episodios de falta de aire que despiertan al paciente durante la noche.
  • Fatiga: Sensación de cansancio extremo debido a la reducción del aporte de oxígeno.
  • Edema: Hinchazón en las extremidades inferiores, relacionado con insuficiencia cardíaca.

Causas de la disnea cardiaca

Las causas de la disnea cardiaca están directamente relacionadas con enfermedades que afectan la función del corazón. Entre las principales se incluyen:

  • Insuficiencia cardíaca: Incapacidad del corazón para bombear sangre de manera eficiente, lo que provoca congestión pulmonar.
  • Enfermedad coronaria: Reducción del flujo sanguíneo al miocardio debido a la obstrucción de las arterias coronarias.
  • Cardiomiopatías: Alteraciones estructurales o funcionales del músculo cardíaco.
  • Hipertensión arterial: Aumento crónico de la presión arterial, que sobrecarga al corazón y reduce su eficacia.
  • Valvulopatías: Disfunción de las válvulas cardíacas que dificulta el flujo sanguíneo adecuado.

Diferencias entre disnea cardiaca y respiratoria

Aunque tanto la disnea cardiaca como la disnea de origen respiratorio presentan dificultad para respirar como síntoma principal, existen diferencias clave en sus características y causas:

  • Disnea cardiaca: Asociada con insuficiencia cardíaca, empeora al estar acostado y mejora al sentarse. Puede acompañarse de edemas y fatiga extrema.
  • Disnea respiratoria: Relacionada con enfermedades pulmonares como asma, EPOC o infecciones respiratorias. Generalmente empeora con el esfuerzo físico y no presenta edema.

Disnea por insuficiencia cardíaca

La disnea por insuficiencia cardíaca es uno de los síntomas más característicos de esta condición. Se produce debido a la acumulación de líquido en los pulmones (edema pulmonar), lo que dificulta la oxigenación adecuada de la sangre. La insuficiencia cardíaca puede clasificarse en función de su presentación:

  • Insuficiencia cardíaca izquierda: Principal causa de congestión pulmonar y disnea.
  • Insuficiencia cardíaca derecha: Asociada con edema periférico y hepatomegalia.

Diagnóstico de la disnea cardiaca

El diagnóstico de la disnea cardiaca requiere una evaluación integral que incluye:

  1. Historia clínica: Identificación de factores de riesgo cardiovasculares y antecedentes médicos relevantes.
  2. Examen físico: Evaluación de signos como edemas, sonidos pulmonares anómalos y ritmo cardíaco irregular.
  3. Pruebas diagnósticas: Radiografías de tórax, ecocardiografía y electrocardiograma para identificar disfunciones cardíacas.
  4. Análisis de sangre: Niveles de péptido natriurético tipo B (BNP) para detectar insuficiencia cardíaca.

Tratamiento de la disnea cardiaca

El tratamiento de la disnea cardiaca se enfoca en abordar la causa subyacente y mejorar la calidad de vida del paciente. Las opciones terapéuticas incluyen:

  • Medicamentos: Diuréticos para reducir la acumulación de líquidos, inhibidores de la ECA o betabloqueantes para mejorar la función cardíaca.
  • Modificaciones en el estilo de vida: Dieta baja en sodio, control de peso y ejercicio moderado bajo supervisión médica.
  • Procedimientos médicos: Reparación o reemplazo valvular, angioplastia o implante de dispositivos como desfibriladores o marcapasos.
  • Rehabilitación cardíaca: Programas diseñados para mejorar la capacidad funcional y reducir los síntomas.

Importancia del manejo temprano de la disnea cardiaca

El reconocimiento temprano de la disnea cardiaca es fundamental para prevenir complicaciones graves como edema pulmonar agudo o insuficiencia cardíaca avanzada. Un abordaje integral y personalizado permite mejorar los síntomas y optimizar la calidad de vida del paciente, destacando la importancia de un control médico regular y la adherencia al tratamiento indicado.

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