DICCIONARIO MÉDICO
Displasia fibrosa o fibrodisplasia
La displasia fibrosa es un trastorno óseo benigno caracterizado por el reemplazo del hueso normal por tejido fibroso anormal, lo que resulta en deformidades esqueléticas, fragilidad y, en algunos casos, dolor. Esta enfermedad puede afectar uno o múltiples huesos, con localizaciones frecuentes en el cráneo, las costillas, el fémur y la mandíbula. La fibrodisplasia osificante progresiva es una variante más grave que afecta tejidos blandos y causa osificación ectópica. La displasia fibrosa es una enfermedad ósea rara de origen no hereditario, causada por una mutación somática en el gen GNAS. Esto conduce a un desarrollo anómalo del hueso, donde el tejido fibroso reemplaza la estructura ósea normal, debilitando la resistencia mecánica del hueso afectado. La displasia fibrosa se clasifica según el número de huesos afectados: Los síntomas de la displasia fibrosa dependen del número y localización de los huesos afectados, así como del grado de compromiso óseo. Entre los síntomas más comunes se incluyen: La displasia fibrosa osificante es una variante específica que involucra el desarrollo de tejido fibroso que gradualmente se convierte en tejido óseo. Se encuentra con mayor frecuencia en los huesos maxilares y craneales, y puede ser confundida con otras patologías óseas debido a sus características clínicas y radiológicas. La fibrodisplasia osificante progresiva (FOP) es una condición genética extremadamente rara y grave que resulta en la osificación de tejidos blandos como músculos, tendones y ligamentos. Aunque no es una forma clásica de displasia fibrosa, su inclusión es relevante debido a su asociación con alteraciones óseas. Los pacientes con FOP experimentan una progresiva pérdida de movilidad y una esperanza de vida reducida. El diagnóstico de la displasia fibrosa requiere una combinación de historia clínica, estudios de imagen y, en algunos casos, biopsia ósea: El tratamiento de la displasia fibrosa varía según la severidad de los síntomas, la localización de la enfermedad y las complicaciones asociadas. Las estrategias incluyen: Actualmente, no existe una cura definitiva para la displasia fibrosa. El manejo está orientado a aliviar los síntomas, prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente. La investigación sobre terapias dirigidas, incluidas opciones genéticas, ofrece esperanza para el futuro. El seguimiento médico regular es esencial para monitorizar la progresión de la displasia fibrosa, especialmente en niños y adolescentes, donde las deformidades pueden empeorar con el crecimiento. Las consultas periódicas con especialistas en ortopedia, endocrinología y radiología son clave para un manejo efectivo. © Clínica Universidad de Navarra 2023Qué es la displasia fibrosa
Definición de displasia fibrosa
Tipos de displasia fibrosa
Manifestaciones clínicas de la displasia fibrosa
Displasia fibrosa osificante
Fibrodisplasia osificante progresiva
Diagnóstico de la displasia fibrosa
Tratamiento de la displasia fibrosa
Tratamiento conservador
Intervenciones quirúrgicas
¿Tiene cura la displasia fibrosa?
Importancia del seguimiento médico
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