DICCIONARIO MÉDICO

Distrofia de Meesmann

Qué es la distrofia de Meesmann

La distrofia de Meesmann, también conocida como distrofia epitelial hereditaria de Meesmann, es una enfermedad genética rara que afecta al epitelio corneal. Caracterizada por la formación de microquistes intraepiteliales, esta patología puede provocar molestias oculares, fotofobia y visión borrosa. La enfermedad suele manifestarse en la infancia o adolescencia y es de progresión lenta, aunque sus síntomas pueden variar en severidad entre los pacientes.

Definición y características clínicas

La distrofia de Meesmann es una enfermedad ocular caracterizada por depósitos quísticos intraepiteliales en la córnea. Estos microquistes contienen material celular degenerado y son visibles al examen con lámpara de hendidura. Aunque la mayoría de los pacientes presentan síntomas leves, algunos pueden experimentar molestias significativas debido a erosiones recurrentes del epitelio corneal.

Principales características clínicas

  • Microquistes corneales: Localizados principalmente en la zona central y paracentral de la córnea.
  • Visión borrosa: Resultado de las irregularidades en la superficie corneal.
  • Fotofobia: Sensibilidad aumentada a la luz, especialmente en fases sintomáticas.
  • Epífora: Lagrimeo excesivo en respuesta a la irritación ocular.
  • Erosiones epiteliales recurrentes: Generan dolor ocular y aumentan el riesgo de infecciones.

Etiología y genética de la distrofia de Meesmann

La distrofia de Meesmann es causada por mutaciones en los genes KRT3 y KRT12, que codifican las queratinas 3 y 12, respectivamente. Estas proteínas son fundamentales para la integridad estructural del epitelio corneal. La enfermedad se hereda de manera autosómica dominante, lo que significa que un individuo afectado tiene un 50% de probabilidad de transmitirla a su descendencia.

Mutaciones genéticas relacionadas

  • KRT3: Codifica la queratina 3, una proteína esencial para la estabilidad del citoesqueleto en las células epiteliales corneales.
  • KRT12: Responsable de la producción de queratina 12, que trabaja en conjunto con la queratina 3 para mantener la función epitelial.

Diagnóstico de la distrofia de Meesmann

El diagnóstico de la distrofia de Meesmann se basa en una combinación de evaluación clínica, pruebas de imagen y, en algunos casos, análisis genéticos. La detección temprana permite un manejo adecuado de los síntomas y la prevención de complicaciones.

Pruebas diagnósticas comunes

  1. Examen con lámpara de hendidura: Permite visualizar los microquistes en el epitelio corneal.
  2. Topografía corneal: Detecta irregularidades en la superficie corneal.
  3. Microscopía confocal: Proporciona imágenes detalladas de las capas corneales, confirmando la presencia de microquistes.
  4. Pruebas genéticas: Identifican mutaciones en los genes KRT3 y KRT12 para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento de la distrofia de Meesmann

El manejo de la distrofia de Meesmann se centra en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Aunque no existe una cura definitiva, las opciones de tratamiento incluyen medidas conservadoras y, en casos graves, intervenciones quirúrgicas.

Tratamientos conservadores

  • Lubricantes oculares: Gotas oculares para aliviar la sequedad y reducir la irritación.
  • Lentes de contacto terapéuticos: Protegen el epitelio corneal y reducen las molestias asociadas a las erosiones.
  • Tratamientos tópicos: Uso de ungüentos oculares con propiedades regenerativas para favorecer la reparación epitelial.

Intervenciones quirúrgicas

  • Queratectomía fototerapéutica (PTK): Técnica láser utilizada para eliminar las capas epiteliales afectadas y mejorar la superficie corneal.
  • Transplante de córnea: Considerado en casos graves o cuando otras opciones no son efectivas.

Complicaciones de la distrofia de Meesmann

Aunque la distrofia de Meesmann suele ser una enfermedad leve, las erosiones recurrentes del epitelio corneal pueden conducir a complicaciones significativas, como:

  • Infecciones corneales: Secundarias a lesiones recurrentes en el epitelio.
  • Cicatrices corneales: Pueden afectar la transparencia de la córnea y reducir la agudeza visual.
  • Dolor crónico: Asociado a erosiones recurrentes y sequedad ocular.

Importancia del seguimiento clínico

El seguimiento regular por parte de un oftalmólogo es fundamental para manejar de manera adecuada la distrofia de Meesmann. Las evaluaciones periódicas permiten ajustar el tratamiento y detectar de forma temprana cualquier complicación potencial.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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