DICCIONARIO MÉDICO

Distrofia polimorfa posterior

Qué es la distrofia polimorfa posterior

La distrofia polimorfa posterior, también conocida como distrofia corneal polimorfa posterior, es una enfermedad hereditaria rara que afecta principalmente la córnea. Se caracteriza por cambios estructurales en el endotelio corneal, la capa más interna de la córnea, lo que puede llevar a alteraciones visuales progresivas, como visión borrosa y edema corneal. Esta condición puede manifestarse en diferentes grados de severidad y suele diagnosticarse durante la edad adulta.

La distrofia polimorfa posterior es una enfermedad genética que afecta la integridad del endotelio corneal, responsable de mantener el equilibrio de líquidos dentro de la córnea para garantizar su transparencia. Los pacientes con esta distrofia presentan anomalías en las células endoteliales, que se reemplazan de manera desorganizada, formando estructuras polimorfas. Esto puede resultar en edema corneal crónico y pérdida progresiva de la claridad visual.

Es una enfermedad que sigue un patrón de herencia autosómica dominante, lo que significa que una mutación en un solo gen heredado de uno de los padres es suficiente para desarrollar la enfermedad. Entre los genes implicados, el más comúnmente afectado es el gen TCF4, relacionado con la función endotelial de la córnea.

Causas de la distrofia polimorfa posterior

La distrofia polimorfa posterior es causada por mutaciones genéticas que afectan las células endoteliales de la córnea. Estas mutaciones alteran el desarrollo y mantenimiento del endotelio, llevando a cambios estructurales y funcionales que comprometen la transparencia corneal. Las principales características incluyen:

  • Anomalías celulares: Formación de células polimorfas y depósitos extracelulares.
  • Engrosamiento de la membrana de Descemet: Cambios degenerativos en la capa que subyace al endotelio corneal.
  • Edema corneal: Acumulación de líquido en la córnea debido al fallo endotelial.

Síntomas de la distrofia polimorfa posterior

Los síntomas de la distrofia corneal polimorfa posterior pueden variar dependiendo de la severidad de la enfermedad. Algunos pacientes permanecen asintomáticos durante años, mientras que otros desarrollan signos clínicos significativos. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Visión borrosa: Especialmente por la mañana, debido al edema corneal.
  • Sensibilidad a la luz: Fotofobia causada por irregularidades en la superficie corneal.
  • Disminución de la agudeza visual: Progresiva en casos avanzados.
  • Dolor ocular: En etapas avanzadas, cuando el edema corneal genera erosiones epiteliales.

Diagnóstico de la distrofia polimorfa posterior

El diagnóstico de la distrofia polimorfa posterior se basa en una evaluación clínica exhaustiva complementada con pruebas diagnósticas específicas. Los pasos típicos incluyen:

  1. Historia clínica: Evaluación de síntomas visuales, antecedentes familiares y edad de aparición.
  2. Biomicroscopía: Inspección del endotelio corneal con lámpara de hendidura para identificar cambios estructurales.
  3. Paquimetría corneal: Para medir el grosor corneal y detectar edema.
  4. Microscopía especular: Análisis de las células endoteliales para identificar formas anormales.
  5. Pruebas genéticas: Identificación de mutaciones en genes asociados como TCF4.

Tratamiento de la distrofia polimorfa posterior

El manejo de la distrofia corneal polimorfa posterior depende de la severidad de la enfermedad y el impacto en la calidad de vida del paciente. Los tratamientos disponibles incluyen:

  • Lubricantes oculares: Gotas humectantes para aliviar molestias leves y mejorar la superficie ocular.
  • Hiperosmóticos: Soluciones salinas hipertónicas para reducir el edema corneal.
  • Lentes de contacto terapéuticos: Para proteger la córnea y mejorar la visión en casos moderados.
  • Trasplante endotelial: Procedimientos como DMEK (queratoplastia endotelial de membrana de Descemet) o DSAEK (queratoplastia endotelial automatizada) en casos avanzados.

Pronóstico de la distrofia polimorfa posterior

El pronóstico de la distrofia polimorfa posterior varía según la progresión de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. En etapas iniciales, los síntomas pueden controlarse con medidas conservadoras, mientras que los casos avanzados requieren intervención quirúrgica. Los avances en técnicas de trasplante endotelial han mejorado significativamente los resultados visuales y la calidad de vida de los pacientes.

Investigación en distrofia polimorfa posterior

La investigación sobre la distrofia corneal polimorfa posterior se centra en comprender mejor las bases genéticas y moleculares de la enfermedad, así como en desarrollar tratamientos más efectivos. Las áreas clave incluyen:

  • Edición genética: Uso de herramientas como CRISPR para corregir mutaciones en el gen TCF4.
  • Medicamentos dirigidos: Desarrollo de terapias que modulen la función endotelial y reduzcan el daño celular.
  • Avances en trasplantes corneales: Optimización de técnicas para mejorar la integración del tejido trasplantado y reducir el riesgo de rechazo.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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