DICCIONARIO MÉDICO

Diurético

Qué es un diurético

Un diurético es un medicamento que aumenta la excreción de orina a través de los riñones. Este efecto se logra mediante la alteración de los mecanismos de reabsorción de agua y electrolitos en los túbulos renales, lo que resulta en un mayor volumen urinario. Los diuréticos son utilizados ampliamente en la medicina para tratar diversas condiciones, como la retención de líquidos, hipertensión arterial e insuficiencia cardíaca congestiva.

¿Para qué sirven los diuréticos?

Los diuréticos son medicamentos esenciales en el manejo de múltiples patologías. Sus usos principales incluyen:

  • Control de la hipertensión arterial: Reducen el volumen sanguíneo, disminuyendo la presión arterial.
  • Tratamiento de la retención de líquidos: Son eficaces para aliviar edemas causados por insuficiencia cardíaca, enfermedad hepática o síndrome nefrótico.
  • Manejo de la insuficiencia cardíaca: Ayudan a reducir la congestión pulmonar y periférica.
  • Prevención de cálculos renales: Algunos diuréticos, como los tiazídicos, disminuyen la excreción de calcio, reduciendo la formación de cálculos.

Tipos de diuréticos

Existen varios tipos de diuréticos, clasificados según su mecanismo de acción y el sitio donde actúan en el nefrón. Entre los más utilizados se encuentran:

Diuréticos de asa

Los diuréticos de asa actúan en la rama ascendente del asa de Henle, inhibiendo el transporte de sodio, potasio y cloro. Son potentes y se consideran diuréticos de techo alto, debido a su capacidad para generar una diuresis significativa. Ejemplos incluyen:

  • Furosemida: Utilizada en edema pulmonar agudo e insuficiencia renal aguda.
  • Bumetanida: Más potente que la furosemida, con un inicio de acción rápido.

Diuréticos tiazídicos

Los diuréticos tiazídicos actúan en el túbulo contorneado distal, inhibiendo la reabsorción de sodio y cloro. Son de menor potencia que los diuréticos de asa, pero efectivos para el manejo de la hipertensión arterial crónica. Ejemplos incluyen:

  • Hidroclorotiazida: Amplio uso en el tratamiento de la hipertensión.
  • Clortalidona: Una opción de larga duración para el control de la presión arterial.

Diuréticos ahorradores de potasio

Los diuréticos ahorradores de potasio actúan en el túbulo colector, reduciendo la excreción de potasio mientras aumentan la eliminación de sodio y agua. Son útiles para evitar la hipopotasemia. Ejemplos incluyen:

  • Espironolactona: Antagonista de la aldosterona utilizado en insuficiencia cardíaca y cirrosis hepática.
  • Amilorida: Ideal para combinar con tiazídicos o diuréticos de asa.

Diuréticos para retención de líquidos

La retención de líquidos es una condición caracterizada por la acumulación excesiva de líquidos en los tejidos, generando edema. Los diuréticos son la primera línea de tratamiento en estos casos, y la elección del tipo de diurético depende de la causa subyacente:

  • Edema por insuficiencia cardíaca: Los diuréticos de asa son los más efectivos.
  • Ascitis en cirrosis: La espironolactona, un diurético ahorrador de potasio, es el tratamiento preferido.
  • Síndrome nefrótico: Los tiazídicos pueden ser eficaces en combinación con diuréticos de asa.

Diuréticos de techo alto

Los diuréticos de techo alto son medicamentos que producen una diuresis máxima sin importar la dosis administrada. Este grupo incluye principalmente a los diuréticos de asa, como la furosemida. Su potencia los convierte en la opción de elección en condiciones críticas, como edema agudo de pulmón o insuficiencia renal aguda. Sin embargo, su uso debe ser monitorizado para prevenir efectos adversos como hipovolemia o desequilibrios electrolíticos.

Efectos secundarios de los diuréticos

El uso de diuréticos puede asociarse con diversos efectos secundarios, que varían según el tipo de diurético utilizado:

  • Hipopotasemia: Frecuente con diuréticos de asa y tiazídicos.
  • Hiperkalemia: Asociada con los ahorradores de potasio, especialmente en combinación con suplementos de potasio.
  • Hiponatremia: Disminución de los niveles de sodio en sangre.
  • Hipovolemia: Reducción excesiva del volumen sanguíneo, causando hipotensión.

Importancia clínica de los diuréticos

Los diuréticos son herramientas indispensables en la práctica médica, utilizados tanto en emergencias como en el manejo crónico de enfermedades. Su administración debe ser cuidadosamente ajustada para lograr un equilibrio adecuado entre sus beneficios terapéuticos y el riesgo de efectos adversos. La elección del diurético adecuado depende de las características individuales del paciente y de la patología subyacente.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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