DICCIONARIO MÉDICO

Dolor urente

Qué es un dolor urente

El dolor urente es una sensación de quemazón o ardor que puede localizarse en distintas partes del cuerpo. Este tipo de dolor suele estar asociado a condiciones médicas que afectan los nervios, la piel o las mucosas, aunque también puede ser un síntoma de trastornos viscerales o cardiovasculares. Identificar correctamente las características, las causas y el origen del dolor urente es esencial para establecer un tratamiento eficaz.

Características del dolor urente

El dolor urente se caracteriza por una sensación de ardor persistente o intermitente, que a menudo se describe como una quemazón intensa. Este dolor puede presentarse en combinación con otros síntomas, dependiendo de la causa subyacente. Entre sus características principales se incluyen:

  • Localización específica: el dolor urente puede localizarse en áreas concretas, como el pecho, el estómago, el epigastrio o las piernas.
  • Intensidad variable: puede ser leve en algunos casos o tan intenso que afecta las actividades diarias.
  • Presencia de otros síntomas: en ocasiones, el dolor urente se acompaña de entumecimiento, hormigueo o irritación de la piel.

Causas del dolor urente

Las causas del dolor urente son diversas y pueden implicar diferentes sistemas del cuerpo. A continuación, se describen las principales etiologías:

Trastornos gastrointestinales

El dolor urente en áreas como el epigastrio o el estómago está frecuentemente relacionado con afecciones del sistema digestivo, incluyendo:

  • Reflujo gastroesofágico: provoca una sensación de ardor en el pecho y el epigastrio debido al retorno del ácido estomacal al esófago.
  • Úlceras gástricas: generan dolor urente en el epigastrio, especialmente después de las comidas.
  • Gastritis: inflamación del revestimiento del estómago que produce una sensación de quemazón.

Trastornos neurológicos

El dolor urente en las piernas o en otras extremidades puede ser consecuencia de alteraciones en los nervios periféricos, tales como:

  • Neuropatía diabética: daño nervioso causado por la diabetes, que genera una sensación de ardor en las extremidades inferiores.
  • Radiculopatía lumbar: irritación o compresión de los nervios espinales que produce dolor urente irradiado hacia las piernas.
  • Herpes zóster: infección viral que causa una sensación de quemazón localizada, acompañada de erupción cutánea.

Trastornos cardiovasculares

El dolor urente en el pecho puede estar asociado con afecciones cardíacas o vasculares, como:

  • Angina de pecho: una disminución temporal del flujo sanguíneo al corazón que genera una sensación de ardor o presión en el pecho.
  • Infarto de miocardio: el daño al tejido cardíaco debido a una obstrucción coronaria puede manifestarse como un dolor urente severo.

Otros trastornos

Además de las causas mencionadas, el dolor urente también puede estar relacionado con:

  • Trastornos psicológicos: el estrés y la ansiedad pueden intensificar la percepción de dolor urente, especialmente en el pecho.
  • Infecciones cutáneas: como quemaduras o dermatitis, que generan una sensación de ardor localizada.

Ejemplos de dolor urente

Los siguientes ejemplos de dolor urente ilustran cómo esta sensación se presenta en diferentes partes del cuerpo:

  • Dolor urente en el pecho: causado por reflujo ácido o angina de pecho.
  • Dolor urente en el estómago: relacionado con gastritis o úlceras gástricas.
  • Dolor urente en piernas: típico de la neuropatía diabética o de una radiculopatía.

Diagnóstico del dolor urente

El diagnóstico del dolor urente requiere una evaluación exhaustiva para determinar su causa. Los pasos habituales incluyen:

  • Historia clínica: recopilación de información sobre la duración, intensidad y localización del dolor, así como antecedentes médicos relevantes.
  • Exploración física: examen detallado del área afectada para identificar signos visibles de inflamación o daño.
  • Pruebas complementarias: incluyen análisis de sangre, estudios de imagen (radiografías, resonancia magnética) y pruebas específicas como endoscopias en casos de sospecha de afecciones gástricas.

Tratamiento del dolor urente

El tratamiento del dolor urente se ajusta a la causa subyacente identificada durante el diagnóstico. Algunas opciones terapéuticas incluyen:

Tratamiento farmacológico

  • Inhibidores de la bomba de protones: para reducir el ácido estomacal en casos de reflujo gastroesofágico o gastritis.
  • Analgésicos y antiinflamatorios: para aliviar el dolor asociado a afecciones musculares o articulares.
  • Antivirales: en el caso de infecciones por herpes zóster.

Intervenciones no farmacológicas

  • Fisioterapia: útil en casos de dolor urente relacionado con problemas musculoesqueléticos o neurológicos.
  • Psicoterapia: para abordar factores psicológicos que puedan intensificar el dolor.

Un enfoque multidisciplinar, que incluya la colaboración de especialistas en diferentes áreas, es esencial para abordar de manera efectiva el dolor urente, mejorando la calidad de vida de los pacientes.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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