DICCIONARIO MÉDICO

Dominancia ocular

Qué es la dominancia ocular

La dominancia ocular es un fenómeno neurofisiológico en el que uno de los ojos tiene un rol predominante en el procesamiento de la información visual. Aunque ambos ojos contribuyen a la percepción binocular, el ojo dominante proporciona una mayor influencia en la interpretación visual y en actividades como el enfoque y la percepción espacial.

Esta característica, también conocida como "ojo director", es relevante en diversas disciplinas, desde la medicina y la optometría hasta áreas como la fotografía y los deportes. Identificar el ojo dominante puede ser crucial en el diagnóstico y tratamiento de ciertos trastornos visuales.

Características de la dominancia ocular

La dominancia ocular no implica que el ojo no dominante sea menos funcional, sino que el ojo dominante tiene mayor influencia en determinadas actividades visuales. Entre las características más destacadas se incluyen:

  • Predominio sensorial: el ojo dominante procesa una mayor proporción de estímulos visuales en condiciones normales.
  • Variabilidad: la dominancia ocular puede ser más marcada en algunas personas y menos evidente en otras.
  • Asociación con lateralidad: aunque suele coincidir con la mano dominante, no siempre es el caso.

Causas y mecanismos de la dominancia ocular

La dominancia ocular está influenciada por factores neurológicos y anatómicos que determinan cómo el cerebro procesa la información visual de cada ojo. Entre las principales causas y mecanismos destacan:

Conexiones corticales

La corteza visual primaria, ubicada en el lóbulo occipital, juega un papel clave en la dominancia ocular. La organización de las conexiones neuronales entre los ojos y esta región del cerebro determina qué ojo tiene mayor influencia.

Desarrollo infantil

Durante la infancia, el desarrollo de la visión binocular puede establecer una dominancia ocular. Factores como el estrabismo o la ambliopía pueden influir en este proceso, favoreciendo un ojo sobre el otro.

Factores anatómicos

Diferencias anatómicas, como asimetrías en el tamaño o la refracción de los ojos, también pueden contribuir a la dominancia ocular.

Tipos de dominancia ocular

Existen varios tipos de dominancia ocular, que pueden variar en función de la tarea visual y las condiciones de iluminación:

  • Dominancia motora: se refiere al ojo que lidera los movimientos oculares.
  • Dominancia sensorial: el ojo que proporciona una mayor cantidad de información sensorial al cerebro.
  • Dominancia alternante: en algunas personas, la dominancia puede cambiar entre ambos ojos dependiendo de la tarea o el entorno.

Pruebas para determinar la dominancia ocular

Existen métodos simples y efectivos para identificar el ojo dominante. Algunas pruebas comunes incluyen:

Prueba del agujero

El individuo forma un pequeño agujero con las manos y observa un objeto a través de él. El ojo que alinea el objeto correctamente es el dominante.

Prueba de Miles

Consiste en extender los brazos hacia adelante, formando un triángulo con las manos, y enfocar un objeto distante. Al cerrar cada ojo por separado, el ojo que mantiene el objeto centrado es el dominante.

Relación entre dominancia ocular y lateralidad

Aunque existe una correlación entre la dominancia ocular y la lateralidad manual, no siempre coinciden. Algunas personas son diestras pero tienen un ojo izquierdo dominante, y viceversa. Esta discrepancia, conocida como lateralidad cruzada, puede ser significativa en actividades como disparar armas o deportes de precisión.

Importancia clínica de la dominancia ocular

La identificación de la dominancia ocular es fundamental en varias áreas de la medicina y la optometría:

  • Cirugía refractiva: en procedimientos como el LASIK, es importante conocer el ojo dominante para optimizar los resultados visuales.
  • Corrección óptica: en lentes de contacto o gafas progresivas, la dominancia ocular influye en la prescripción.
  • Diagnóstico de trastornos: condiciones como la ambliopía o el estrabismo requieren una evaluación de la dominancia ocular.

Tratamiento y manejo de la dominancia ocular

Aunque la dominancia ocular no suele requerir tratamiento, su identificación puede ser útil en ciertas intervenciones médicas. En casos de desequilibrio visual significativo, como ambliopía, se pueden implementar terapias específicas:

Oclusión

Consiste en cubrir el ojo dominante para estimular el uso del ojo no dominante, mejorando su función visual.

Entrenamiento visual

Programas de ejercicios visuales diseñados para mejorar la coordinación y la función binocular.

Adaptación óptica

En algunos casos, se utilizan lentes correctivos específicos para equilibrar la visión entre ambos ojos.

La dominancia ocular es un aspecto fundamental de la visión binocular. Comprender su relevancia ayuda a optimizar tratamientos, mejorar el rendimiento visual y diagnosticar trastornos de manera más efectiva.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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