DICCIONARIO MÉDICO

Drenaje cerrado

Qué es un drenaje cerrado

El drenaje cerrado es un procedimiento médico que utiliza sistemas herméticos para evacuar fluidos corporales, como sangre, pus, aire o secreciones, desde una cavidad corporal o herida hacia un dispositivo colector cerrado. Este tipo de drenaje es ampliamente utilizado en cirugía y medicina para prevenir infecciones, facilitar la cicatrización y evitar acumulaciones de fluidos que puedan comprometer la recuperación del paciente.

Este diseño evita el contacto del líquido con el exterior, reduciendo significativamente el riesgo de infecciones y permitiendo una monitorización precisa del volumen y las características del exudado.

Los sistemas de drenaje cerrado son especialmente efectivos en contextos quirúrgicos y de cuidados intensivos, ya que ofrecen una solución segura y eficiente para el manejo de líquidos corporales en áreas críticas.

Tipos de drenajes cerrados

Existen diversos tipos de drenajes cerrados, diseñados para adaptarse a distintas necesidades clínicas. Entre los más comunes se incluyen:

  • Drenaje de succión cerrada con pera: Este sistema utiliza un dispositivo en forma de pera que genera presión negativa al comprimirlo, permitiendo la aspiración de fluidos. Es comúnmente empleado en procedimientos abdominales o torácicos.
  • Drenaje cerrado aspirativo: Combina presión negativa con un sistema cerrado, ideal para la evacuación controlada de fluidos en heridas profundas o cirugías mayores.
  • Drenaje de succión cerrada: Utiliza dispositivos mecánicos o manuales para crear presión negativa, asegurando una evacuación continua de fluidos mientras mantiene la esterilidad del sistema.

¿Cómo funciona el drenaje cerrado?

El drenaje cerrado funciona mediante la inserción de un tubo flexible en la cavidad corporal o herida, conectado a un dispositivo colector hermético. Según el diseño, este sistema puede operar de manera pasiva, permitiendo que los fluidos fluyan por gravedad, o activa, utilizando succión para evacuar los líquidos de manera más eficiente.

La presión negativa generada por dispositivos como la pera de succión o sistemas mecánicos ayuda a prevenir el estancamiento de fluidos, reduce el riesgo de infecciones y acelera la recuperación al mantener la herida limpia.

Indicaciones para el uso del drenaje cerrado

El drenaje cerrado se emplea en múltiples escenarios clínicos. Sus principales indicaciones incluyen:

  • Cirugías abdominales y torácicas para evacuar sangre, serosidad o aire.
  • Manejo de abscesos profundos o infecciones que requieren un control estricto de los exudados.
  • Prevención de acumulación de líquidos en áreas quirúrgicas, como en cirugías ortopédicas o reconstructivas.
  • Control de secreciones postoperatorias en heridas complejas.

Ventajas del sistema de drenaje cerrado

El sistema de drenaje cerrado presenta numerosas ventajas en comparación con otros tipos de drenajes. Entre las más relevantes destacan:

  • Reducción significativa del riesgo de infecciones, gracias a su diseño hermético.
  • Control preciso del volumen y características del exudado recolectado.
  • Facilidad para monitorear la evolución del paciente y detectar posibles complicaciones.
  • Mayor comodidad para el paciente durante el período postoperatorio.

Cuidados del paciente con drenaje cerrado

El manejo adecuado del drenaje cerrado es crucial para garantizar su eficacia y prevenir complicaciones. Algunas recomendaciones clave incluyen:

  • Revisar regularmente el sistema para asegurarse de que no haya fugas o bloqueos.
  • Registrar el volumen y las características del líquido recolectado para evaluar la evolución del paciente.
  • Mantener una técnica estéril al manipular el sistema o cambiar los apósitos.
  • Inspeccionar el sitio de inserción para detectar signos de infección, como enrojecimiento, inflamación o secreción purulenta.

Complicaciones asociadas al drenaje cerrado

Aunque el drenaje cerrado es generalmente seguro, pueden surgir complicaciones si no se maneja correctamente. Algunas de las más comunes incluyen:

  • Obstrucción del tubo de drenaje debido a coágulos o sedimentos.
  • Infecciones en el sitio de inserción o en el sistema de drenaje.
  • Irritación o daño a los tejidos circundantes debido al tubo de drenaje.
  • Fugas de líquido en caso de daño o desconexión del sistema.

Retirada del drenaje cerrado

La retirada del drenaje cerrado debe realizarse bajo supervisión médica una vez que se haya cumplido su función terapéutica. Los pasos incluyen:

  1. Evaluar la cantidad y características del exudado para confirmar la resolución del problema.
  2. Retirar el tubo de drenaje con técnicas estériles para minimizar el riesgo de infecciones.
  3. Cubrir el sitio de inserción con un apósito estéril y monitorear la evolución del paciente.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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