DICCIONARIO MÉDICO
Ebola
El ébola, también conocido como enfermedad por el virus del Ébola (EVE), es una enfermedad viral grave, a menudo fatal, que afecta tanto a humanos como a primates no humanos. Es causada por virus pertenecientes a la familia Filoviridae, del género Ebolavirus. Descubierto por primera vez en 1976 en brotes simultáneos en Sudán y la República Democrática del Congo, su nombre deriva del río Ébola, cercano a uno de los sitios donde se identificó inicialmente. El Ebolavirus es un patógeno zoonótico, lo que significa que se transmite de animales a humanos. Este virus es un filovirus, caracterizado por su estructura filamentosa. En la actualidad, se reconocen seis especies diferentes: De estas, solo las primeras cuatro especies se han asociado a brotes significativos en humanos.
El virus del Ébola tiene un reservorio natural en la fauna silvestre, específicamente en murciélagos frugívoros de las familias Pteropodidae y Hipposideridae. La transmisión inicial a los humanos suele ocurrir a través del contacto directo con fluidos corporales de animales infectados, como sangre, saliva o secreciones. Una vez en humanos, el ébola se propaga principalmente por: La enfermedad no se transmite por el aire ni por agua o alimentos. El periodo de incubación del ébola varía entre 2 y 21 días. Los síntomas iniciales son inespecíficos, lo que puede dificultar el diagnóstico temprano. Los síntomas incluyen: A medida que la enfermedad progresa, los síntomas se agravan, con signos hemorrágicos en algunos casos: En casos severos, la muerte ocurre por fallo multiorgánico y choque séptico. El diagnóstico clínico del ébola es complicado debido a la similitud de los síntomas iniciales con otras enfermedades infecciosas como el paludismo, fiebre tifoidea y meningitis. Para confirmar la enfermedad, se emplean técnicas de laboratorio como: Es fundamental que estas pruebas se realicen en laboratorios de alta seguridad biológica debido a la peligrosidad del virus. Actualmente, no existe un tratamiento antiviral específico aprobado para el ébola. El manejo se centra en el cuidado de soporte intensivo, que incluye: En años recientes, se han desarrollado terapias experimentales con anticuerpos monoclonales, como el medicamento REGN-EB3, y otros antivirales como remdesivir, que han mostrado eficacia en estudios clínicos limitados. La primera vacuna aprobada contra el ébola, rVSV-ZEBOV (Ervebo), se desarrolló en respuesta al brote de 2014-2016 en África Occidental. Está diseñada específicamente para el Zaire ebolavirus y ha demostrado una efectividad del 97.5% en prevenir la enfermedad en personas vacunadas. El control de brotes de ébola requiere un enfoque multidisciplinario, que incluye: El brote más devastador ocurrió entre 2014 y 2016, afectando principalmente a Guinea, Liberia y Sierra Leona, con más de 28,000 casos reportados y 11,325 muertes. Este brote evidenció la necesidad de fortalecer los sistemas de salud pública, mejorar la coordinación internacional y fomentar la investigación en enfermedades emergentes. En la actualidad, el ébola sigue siendo una amenaza en África Central y Occidental. El riesgo global es limitado, pero no debe subestimarse, dado el potencial del virus para propagarse en entornos con sistemas de salud débiles. El ébola representa uno de los desafíos más significativos para la salud pública global en el ámbito de las enfermedades infecciosas emergentes. La combinación de estrategias preventivas, diagnósticas y terapéuticas avanzadas es clave para reducir su impacto y prevenir futuros brotes. © Clínica Universidad de Navarra 2023Qué es el virus del Ébola y cómo se clasifica
Transmisión del ébola: De animales a humanos y entre personas
Manifestaciones clínicas de la enfermedad por el virus del Ébola
Diagnóstico y detección del ébola
Tratamiento y manejo clínico de la enfermedad
Vacunas contra el ébola
Prevención y control de brotes de ébola
Impacto global y relevancia del ébola en la salud pública
Conclusión científica