¿Qué es ECMO?
La ECMO, siglas de oxigenación por membrana extracorpórea (Extracorporeal Membrane Oxygenation), es una técnica avanzada de soporte vital utilizada en pacientes con insuficiencia respiratoria o cardíaca grave que no responde a los tratamientos convencionales. La ECMO funciona mediante un sistema extracorpóreo que sustituye temporalmente la función del corazón y/o los pulmones, permitiendo la oxigenación de la sangre y la eliminación de dióxido de carbono mientras se alivia la carga de trabajo de estos órganos.
La ECMO se emplea en entornos críticos, como unidades de cuidados intensivos, y es considerada una medida de rescate en situaciones que amenazan la vida. Aunque inicialmente se utilizaba principalmente en neonatología, su uso se ha expandido a pacientes pediátricos y adultos en una variedad de condiciones clínicas.
Principios básicos de la ECMO
El sistema ECMO consta de un circuito extracorpóreo que incluye:
- Cánulas: Insertadas en los grandes vasos sanguíneos para extraer y devolver la sangre al cuerpo.
- Bomba centrífuga: Mantiene el flujo sanguíneo extracorpóreo.
- Membrana oxigenadora: Realiza el intercambio de gases, oxigenando la sangre y eliminando el dióxido de carbono.
- Calentador: Regula la temperatura de la sangre antes de su reinfusión.
Existen dos modalidades principales de ECMO:
- ECMO venoarterial (VA): Indicado en insuficiencia cardíaca o cardiorrespiratoria grave. Proporciona soporte tanto cardíaco como pulmonar al redirigir la sangre desde una vena hasta una arteria tras su oxigenación.
- ECMO venovenosa (VV): Utilizada en insuficiencia respiratoria aislada. La sangre se extrae y se reinfunde a través de venas, proporcionando soporte únicamente pulmonar.
Indicaciones para el uso de ECMO
La ECMO está indicada en pacientes con insuficiencia respiratoria o cardíaca refractaria, donde los tratamientos convencionales no han logrado estabilizar al paciente. Las principales indicaciones incluyen:
Insuficiencia respiratoria grave:
- Síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).
- Neumonía severa, incluyendo infecciones por virus como la influenza o COVID-19.
- Embolia pulmonar masiva.
- Trauma torácico con contusión pulmonar severa.
Insuficiencia cardíaca grave
- Miocarditis aguda.
- Shock cardiogénico refractario.
- Falla aguda del injerto cardíaco tras un trasplante.
Paro cardiorrespiratorio
- Reanimación extracorpórea (ECPR) en pacientes seleccionados tras un paro cardíaco que no responde a maniobras avanzadas de soporte vital.
Soporte pretrasplante
Pacientes en espera de un trasplante pulmonar o cardíaco que requieren soporte vital temporal.
Contraindicaciones de la ECMO
Aunque la ECMO puede ser una herramienta de rescate, no está indicada en todos los pacientes críticos. Las contraindicaciones incluyen:
- Daño cerebral irreversible.
- Enfermedades terminales sin opciones terapéuticas curativas.
- Hemorragia incontrolable o coagulopatías severas.
- Mal pronóstico general debido a comorbilidades subyacentes graves.
Procedimiento de instalación de la ECMO
La instalación de la ECMO es un procedimiento complejo que requiere un equipo multidisciplinario entrenado. Los pasos principales incluyen:
- Evaluación del paciente: Determinar si el paciente cumple con los criterios de indicación y no presenta contraindicaciones significativas.
- Acceso vascular: Insertar cánulas en los grandes vasos sanguíneos bajo guía ecográfica o fluoroscópica.
- Conexión al circuito extracorpóreo: Establecer el flujo adecuado y comprobar la funcionalidad del sistema antes de iniciar el soporte.
- Monitorización continua: Supervisar parámetros hemodinámicos, gases en sangre, coagulación y el funcionamiento del equipo ECMO.
Complicaciones asociadas a la ECMO
El uso de ECMO conlleva un riesgo significativo de complicaciones, dada la naturaleza invasiva del procedimiento. Las complicaciones más comunes incluyen:
- Hemorragias: Debido a la anticoagulación necesaria para prevenir la trombosis en el circuito extracorpóreo.
- Trombosis: Formación de coágulos dentro del circuito o en los vasos sanguíneos del paciente.
- Infecciones: Riesgo de infección en los sitios de canulación o en el equipo.
- Disfunción del circuito: Fallos mecánicos en la bomba, membrana oxigenadora o cánulas.
- Complicaciones neurológicas: Isquemia cerebral, hemorragias intracraneales o embolias.
Monitorización en pacientes con ECMO
La monitorización es esencial para garantizar el éxito de la terapia ECMO y prevenir complicaciones. Los parámetros clave incluyen:
- Presión arterial y frecuencia cardíaca: Para evaluar la estabilidad hemodinámica del paciente.
- Gases arteriales: Para medir la oxigenación y el equilibrio ácido-base.
- Coagulación: Control de niveles de anticoagulación mediante TTPa o anti-Xa.
- Flujo del circuito ECMO: Verificar la eficiencia del intercambio gaseoso y el flujo sanguíneo.
Retirada de la ECMO
El destete de la ECMO se realiza una vez que el paciente ha demostrado una recuperación suficiente de la función cardíaca o pulmonar. Este proceso incluye:
- Reducción gradual del flujo extracorpóreo mientras se evalúan los parámetros fisiológicos del paciente.
- Pruebas de desconexión para confirmar la capacidad del corazón y los pulmones de mantener la homeostasis.
- Retirada de las cánulas en condiciones controladas y con manejo adecuado de la anticoagulación.