DICCIONARIO MÉDICO

Gasto cardiaco

Qué es el gasto cardiaco

El gasto cardiaco es la cantidad de sangre que el corazón bombea en un minuto hacia la circulación sistémica. Es un parámetro esencial para evaluar la función cardíaca y la capacidad del sistema cardiovascular de satisfacer las necesidades metabólicas del cuerpo. Se mide en litros por minuto (L/min) y depende de dos factores principales: la frecuencia cardíaca (número de latidos por minuto) y el volumen sistólico (cantidad de sangre expulsada por el ventrículo izquierdo en cada latido).

Fórmula del gasto cardiaco

El gasto cardiaco se calcula mediante la fórmula:

Gasto cardiaco = Frecuencia cardíaca × Volumen sistólico

Por ejemplo, si una persona tiene una frecuencia cardíaca de 70 latidos por minuto y un volumen sistólico de 70 mL, el gasto cardiaco sería:

Gasto cardiaco = 70 × 0.07 = 4.9 L/min

Índice cardíaco

El índice cardíaco es una medida ajustada del gasto cardiaco en función del tamaño corporal. Se calcula dividiendo el gasto cardiaco por la superficie corporal del paciente y se expresa en L/min/m². Valores normales oscilan entre 2.5 y 4.0 L/min/m². Este índice es particularmente útil en pacientes críticos para evaluar la adecuación del gasto cardiaco en relación con sus necesidades metabólicas.

Gasto cardiaco normal

El gasto cardiaco normal varía según la edad, el sexo y el nivel de actividad física, pero generalmente se encuentra entre 4 y 8 L/min en adultos en reposo. Durante el ejercicio, el gasto cardiaco puede aumentar significativamente para satisfacer las demandas metabólicas incrementadas de los tejidos.

Gasto cardiaco basal

El gasto cardiaco basal se refiere al gasto cardíaco en condiciones de reposo absoluto, cuando el cuerpo no está sometido a estrés físico ni emocional. Este valor es importante para establecer una línea de base en la evaluación de la función cardiovascular.

Gasto cardiaco disminuido

Un gasto cardiaco disminuido puede indicar insuficiencia cardíaca, hipovolemia o problemas en la contractilidad del corazón. Los síntomas comunes incluyen fatiga, mareos, hipotensión y piel fría. El tratamiento dependerá de la causa subyacente e incluirá intervenciones como administración de líquidos, medicamentos inotrópicos o soporte mecánico en casos graves.

Métodos para medir el gasto cardíaco

Existen varias técnicas para medir el gasto cardíaco:

  • Ecocardiografía: Método no invasivo que utiliza ultrasonido para estimar el gasto cardiaco a través del cálculo del volumen sistólico y la frecuencia cardíaca.
  • Cateterismo de arteria pulmonar: Técnica invasiva que emplea el método de termodilución para medir directamente el gasto cardiaco.
  • Bioimpedancia eléctrica: Método no invasivo que evalúa cambios en la resistencia eléctrica del tórax para calcular el gasto cardiaco.
  • Resonancia magnética cardíaca: Técnica avanzada que proporciona una medición precisa del gasto cardiaco y otros parámetros cardiovasculares.

Gasto cardiaco por ecocardiografía

La ecocardiografía es uno de los métodos más utilizados para evaluar el gasto cardiaco de forma no invasiva. Se mide calculando el área de la válvula aórtica y la velocidad del flujo sanguíneo. Este método es especialmente útil en pacientes con enfermedades cardíacas, ya que también permite evaluar la función de las válvulas y la contractilidad del ventrículo izquierdo.

Alteraciones del gasto cardiaco

Tanto un gasto cardiaco disminuido como elevado pueden tener implicaciones clínicas:

  • Gasto cardiaco elevado: Asociado a condiciones como fiebre, hipertiroidismo, embarazo o sepsis.
  • Gasto cardiaco bajo: Relacionado con insuficiencia cardíaca, hipovolemia o choque cardiogénico.

Importancia clínica del gasto cardiaco

El gasto cardiaco es un indicador crucial de la función cardiovascular y la perfusión tisular. Su medición y monitoreo son esenciales en el manejo de pacientes críticos, permitiendo evaluar la eficacia de las intervenciones terapéuticas y detectar alteraciones hemodinámicas de manera temprana.

© Clínica Universidad de Navarra 2023