DICCIONARIO MÉDICO

Glándula de Bartolino

La glándula de Bartolino es una glándula exocrina situada en la región vulvar, específicamente a cada lado de la abertura vaginal. Su principal función es la secreción de un líquido lubricante que contribuye a la hidratación de la mucosa vaginal durante la excitación sexual. Estas glándulas, también conocidas como glándulas vestibulares mayores, desempeñan un papel importante en la salud ginecológica y en la función sexual femenina.

¿Qué es la glándula de Bartolino?

La glándula de Bartolino es una estructura glandular pequeña, de aproximadamente 0.5 a 1 cm de diámetro, que se localiza en el tejido subcutáneo del tercio posterior de los labios mayores. Estas glándulas están conectadas a la abertura vaginal mediante conductos excretores que transportan su secreción al vestíbulo vaginal.

El líquido producido por las glándulas de Bartolino tiene propiedades lubricantes que facilitan las relaciones sexuales y contribuyen al mantenimiento de la integridad de los tejidos vaginales.

Localización de las glándulas de Bartolino

Las glándulas de Bartolino están situadas en la parte posterior de los labios mayores, una a cada lado de la abertura vaginal. Están ubicadas justo por debajo de la piel y en posición profunda al músculo bulbocavernoso.

Cada glándula tiene un pequeño conducto excretor de 1 a 2 cm de longitud, que se abre en el vestíbulo vaginal cerca del borde posterior del himen. Esta posición estratégica permite que las secreciones lubriquen adecuadamente la entrada de la vagina durante la excitación sexual.

Funciones de las glándulas de Bartolino

Las glándulas de Bartolino desempeñan varias funciones importantes en la salud reproductiva y sexual femenina, incluyendo:

  • Lubricación vaginal: Durante la excitación sexual, las glándulas secretan un líquido claro y viscoso que facilita la penetración y reduce la fricción.
  • Protección de la mucosa vaginal: Ayudan a mantener la humedad y evitan la irritación de los tejidos vaginales.
  • Mantenimiento del pH vaginal: Aunque no es su función principal, sus secreciones contribuyen al equilibrio del entorno vaginal.

Enfermedades relacionadas con las glándulas de Bartolino

Las glándulas de Bartolino pueden verse afectadas por diversas condiciones patológicas que alteran su función y pueden causar molestias significativas. Algunas de las enfermedades más comunes incluyen:

Quiste de Bartolino

Un quiste de Bartolino se forma cuando el conducto excretor de la glándula se obstruye, impidiendo que la secreción fluya hacia el vestíbulo vaginal. Como resultado, el líquido se acumula dentro de la glándula, causando hinchazón y, en algunos casos, dolor. Los quistes suelen ser asintomáticos si son pequeños, pero pueden volverse dolorosos si crecen o se infectan.

Absceso de Bartolino

Un absceso de Bartolino ocurre cuando un quiste de Bartolino se infecta, generalmente debido a bacterias como Escherichia coli, Staphylococcus aureus o bacterias de transmisión sexual como Neisseria gonorrhoeae. Los síntomas incluyen dolor intenso, enrojecimiento, hinchazón y, en algunos casos, fiebre. El tratamiento suele requerir drenaje quirúrgico y, en algunos casos, antibióticos.

Bartolinitis

La bartolinitis es la inflamación de las glándulas de Bartolino, generalmente causada por una infección. Puede presentarse con dolor, dificultad para caminar o sentarse, y molestias durante las relaciones sexuales. El manejo incluye tratamiento médico con antibióticos o procedimientos quirúrgicos, dependiendo de la gravedad.

Diagnóstico de las afecciones de las glándulas de Bartolino

El diagnóstico de las enfermedades relacionadas con las glándulas de Bartolino generalmente se basa en la historia clínica y el examen físico. Durante el examen ginecológico, el médico puede identificar la presencia de quistes, abscesos o inflamación en la región vulvar.

En algunos casos, puede ser necesario realizar estudios adicionales, como:

  • Cultivo bacteriano: Para identificar el microorganismo responsable en caso de infección.
  • Ecografía: Para evaluar el tamaño y la naturaleza de un quiste o absceso.

Tratamiento de las afecciones de las glándulas de Bartolino

El tratamiento depende de la condición específica y la gravedad de los síntomas. Las opciones incluyen:

Tratamiento médico

  • Antibióticos: En caso de infección bacteriana, para tratar la bartolinitis o un absceso.
  • Baños de asiento: Para aliviar el dolor y reducir la inflamación.

Tratamiento quirúrgico

  • Incisión y drenaje: Para aliviar un absceso de Bartolino.
  • Marsupialización: Procedimiento quirúrgico para prevenir la recurrencia de quistes al crear una nueva abertura para el drenaje.
  • Extirpación de la glándula: En casos graves o recurrentes que no responden a otros tratamientos.

Prevención de problemas en las glándulas de Bartolino

Aunque algunas afecciones de las glándulas de Bartolino no son prevenibles, ciertos hábitos pueden reducir el riesgo de infecciones y complicaciones:

  • Mantener una buena higiene íntima.
  • Usar ropa interior de algodón para permitir la ventilación de la zona genital.
  • Evitar el uso excesivo de productos irritantes como jabones perfumados o desodorantes íntimos.
  • Practicar relaciones sexuales seguras para prevenir infecciones de transmisión sexual.

Importancia clínica de las glándulas de Bartolino

Las glándulas de Bartolino son esenciales para la salud ginecológica y la función sexual femenina. Su estudio y tratamiento son fundamentales en la práctica médica para garantizar el bienestar de las mujeres y prevenir complicaciones asociadas con sus afecciones.

Si se presentan síntomas como hinchazón, dolor o secreciones inusuales en la región vulvar, es fundamental buscar atención médica. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden prevenir complicaciones y mejorar significativamente la calidad de vida de las pacientes.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

¿Quiere estar al día sobre temas de salud?

Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y avances médicos

La información proporcionada en este Diccionario Médico de la Clínica Universidad de Navarra tiene como objetivo principal ofrecer un contexto y entendimiento general sobre términos médicos y no debe ser utilizada como fuente única para tomar decisiones relacionadas con la salud. Esta información es meramente informativa y no sustituye en ningún caso el consejo, diagnóstico, tratamiento o recomendaciones de profesionales de la salud. Siempre es esencial consultar a un médico o especialista para tratar cualquier condición o síntoma médico. La Clínica Universidad de Navarra no se responsabiliza por el uso inapropiado o la interpretación de la información contenida en este diccionario.