Glomerulonefritis postestreptocócica

Qué es la glomerulonefritis postestreptocócica

La glomerulonefritis postestreptocócica es una enfermedad inflamatoria del riñón que ocurre como una complicación tardía de una infección por estreptococo beta-hemolítico del grupo A, generalmente en la faringe o la piel (como en la impétigo). Esta afección es una de las causas más comunes de glomerulonefritis en niños, aunque también puede afectar a adultos. Su presentación clínica típica incluye hematuria, proteinuria, hipertensión arterial y, en algunos casos, insuficiencia renal aguda.

Fisiopatología de la glomerulonefritis postestreptocócica

La fisiopatología de la glomerulonefritis postestreptocócica implica una respuesta inmunológica anómala desencadenada por la infección estreptocócica. Los principales mecanismos son:

• Depósito de complejos inmunes: Los antígenos estreptocócicos forman complejos con anticuerpos, que se depositan en los glomérulos, provocando inflamación.
• Activación del complemento: Los depósitos inmunes activan la vía clásica del complemento, lo que aumenta el daño glomerular.
• Respuesta inflamatoria: Infiltración de células inflamatorias en el glomérulo, que contribuyen a la disfunción renal.

El daño resultante altera la barrera de filtración glomerular, permitiendo el paso de proteínas y eritrocitos a la orina, lo que explica los síntomas característicos de la enfermedad.

Síntomas de la glomerulonefritis postestreptocócica

Los síntomas de la glomerulonefritis postestreptocócica suelen aparecer de 1 a 3 semanas después de una infección estreptocócica. La presentación clínica varía, pero incluye los siguientes signos:

• Hematuria: Orina de color rojo oscuro o "color cola" debido a la presencia de sangre.
• Proteinuria: Excreción de proteínas en la orina, generalmente leve o moderada.
• Edema: Hinchazón en párpados, cara y extremidades, más pronunciada en la mañana.
• Hipertensión arterial: Elevación de la presión arterial, secundaria a retención de sodio y agua.
• Oliguria: Disminución en la producción de orina, especialmente en casos más graves.
• Fatiga y malestar general: Síntomas inespecíficos debido a la afectación renal.

Glomerulonefritis postestreptocócica en pediatría

La glomerulonefritis postestreptocócica en pediatría es particularmente común en niños de entre 5 y 12 años. Aunque su curso suele ser autolimitado y con buen pronóstico, requiere atención médica adecuada para prevenir complicaciones. En niños, los signos más frecuentes incluyen:

• Hematuria macroscópica: Uno de los síntomas más comunes, que puede ser alarmante para los cuidadores.
• Edema facial: Notable al despertar y que disminuye durante el día.
• Hipertensión arterial: Requiere monitorización estricta para evitar complicaciones.

Aunque la mayoría de los casos en niños se resuelven sin dejar secuelas, algunos pueden progresar a insuficiencia renal aguda o, en casos raros, a enfermedad renal crónica.

Diagnóstico de la glomerulonefritis postestreptocócica

El diagnóstico de la glomerulonefritis postestreptocócica se basa en una combinación de historia clínica, hallazgos clínicos y pruebas de laboratorio. Los criterios incluyen:

Historia clínica

• Antecedente reciente de faringitis estreptocócica o impétigo.

Pruebas de laboratorio

• Análisis de orina: Hematuria, proteinuria y cilindros eritrocitarios.
• Pruebas serológicas: Elevación de títulos de anticuerpos antiestreptolisina O (ASO) y disminución del complemento C3.
• Función renal: Evaluación de creatinina y urea para detectar insuficiencia renal.

Biopsia renal

En casos atípicos o graves, se puede realizar una biopsia renal, que típicamente muestra proliferación endocapilar y depósitos subepiteliales ("jorobas") en la microscopía electrónica.

Tratamiento de la glomerulonefritis postestreptocócica

El tratamiento de la glomerulonefritis postestreptocócica es principalmente de soporte, ya que la enfermedad suele ser autolimitada. Sin embargo, el manejo adecuado es crucial para prevenir complicaciones. Las estrategias incluyen:

Medidas generales

• Reposo: Para reducir la carga sobre los riñones durante la fase aguda.
• Dieta baja en sal: Para minimizar el edema y controlar la hipertensión.

Tratamiento específico

• Antibióticos: Erradicación de la infección estreptocócica subyacente, generalmente con penicilina o alternativas en caso de alergia.
• Diuréticos: Para manejar el edema y controlar la hipertensión.
• Antihipertensivos: Como inhibidores de la ECA o bloqueadores de los canales de calcio para controlar la presión arterial.

Manejo de complicaciones

• Insuficiencia renal aguda: Puede requerir diálisis en casos graves.
• Hipertensión severa: Necesita tratamiento agresivo para evitar complicaciones cardiovasculares.

Pronóstico de la glomerulonefritis postestreptocócica

El pronóstico de la glomerulonefritis postestreptocócica es generalmente favorable, especialmente en niños. La mayoría de los casos se resuelven en semanas o meses sin dejar secuelas. Sin embargo, un pequeño porcentaje de pacientes puede desarrollar complicaciones a largo plazo, como hipertensión crónica o enfermedad renal progresiva. En adultos, la recuperación puede ser más prolongada y con mayor riesgo de secuelas.

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