DICCIONARIO MÉDICO

Glucógeno

Qué es el glucógeno

El glucógeno es un polisacárido de reserva energética compuesto por cadenas ramificadas de glucosa, que se almacena principalmente en el hígado y en los músculos. Este compuesto cumple una función esencial en el metabolismo energético, especialmente en situaciones de demanda elevada de energía como el ejercicio físico o el ayuno.

¿Para qué sirve el glucógeno?

El glucógeno es una fuente rápida de energía para el organismo. Su principal función es mantener los niveles adecuados de glucosa en sangre (a través del glucógeno hepático) y proporcionar energía inmediata durante la contracción muscular (a través del glucógeno muscular). Este sistema de almacenamiento permite al cuerpo responder eficazmente a demandas metabólicas repentinas.

Función del glucógeno en el hígado

El glucógeno hepático desempeña un papel clave en la regulación de la glucosa sanguínea. Durante el ayuno o entre comidas, el hígado degrada el glucógeno almacenado en un proceso conocido como glucogenólisis, liberando glucosa al torrente sanguíneo para mantener niveles adecuados de energía en órganos como el cerebro y los músculos.

Función del glucógeno en los músculos

El glucógeno muscular actúa como una fuente de energía local para las fibras musculares durante actividades físicas. A diferencia del glucógeno hepático, el glucógeno muscular no se utiliza para regular los niveles de glucosa en sangre, sino que se metaboliza directamente dentro del músculo en un proceso que genera energía para la contracción muscular.

Glucógeno y ejercicio

El papel del glucógeno en el ejercicio es fundamental para actividades de alta intensidad y larga duración. Durante el esfuerzo físico, el músculo utiliza primero las reservas de glucógeno antes de recurrir a otras fuentes energéticas como las grasas. Una reducción en los niveles de glucógeno puede llevar a fatiga muscular y disminución del rendimiento.

Glucógeno y deporte

En el ámbito deportivo, las estrategias para maximizar las reservas de glucógeno, como la carga de carbohidratos, son esenciales para optimizar el rendimiento. Un adecuado almacenamiento de glucógeno permite prolongar la duración del esfuerzo físico y mejorar la recuperación post-ejercicio.

Conversión de glucosa a glucógeno

El proceso mediante el cual se transforma la glucosa en glucógeno se denomina glucogénesis. Este mecanismo es activado principalmente después de ingerir alimentos ricos en carbohidratos, cuando los niveles de glucosa en sangre son elevados. La insulina juega un papel crucial en este proceso, facilitando la captación de glucosa por las células y su almacenamiento en forma de glucógeno.

Glucógeno y ácido láctico

Durante el ejercicio anaeróbico intenso, el glucógeno muscular se degrada rápidamente para proporcionar energía. Este proceso genera ácido láctico como subproducto, lo que puede contribuir a la fatiga muscular. Sin embargo, el ácido láctico también puede ser reciclado por el hígado a través del ciclo de Cori para generar más glucosa.

Importancia clínica del glucógeno

Las alteraciones en el metabolismo del glucógeno pueden llevar a condiciones médicas como las glucogenosis, que incluyen enfermedades genéticas que afectan la síntesis o degradación del glucógeno. Estas patologías pueden manifestarse con síntomas como hipoglucemia, fatiga muscular o daño hepático.

  • La glucogenosis tipo I (enfermedad de Von Gierke) afecta el almacenamiento de glucógeno en el hígado, provocando hipoglucemia severa.
  • La glucogenosis tipo II (enfermedad de Pompe) implica la acumulación de glucógeno en tejidos musculares y cardíacos.

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