Gonococia

Qué es la gonococia

La gonococia es una infección de transmisión sexual causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae, comúnmente conocida como gonococo. Esta bacteria gramnegativa afecta principalmente las membranas mucosas del tracto urogenital, pero también puede involucrar otras áreas del cuerpo, como el recto, la faringe, los ojos y las articulaciones. La infección gonocócica es altamente contagiosa y, si no se trata adecuadamente, puede ocasionar complicaciones severas tanto en hombres como en mujeres.

Características del gonococo

El gonococo es un diplococo gramnegativo que se visualiza mejor mediante tinción de Gram, donde aparece como pares de bacterias en forma de riñón. Su principal característica es la capacidad de adherirse y colonizar las células epiteliales mediante pili y proteínas de membrana externa. Además, produce enzimas como la beta-lactamasa, que le confieren resistencia a ciertos antibióticos, lo que complica su tratamiento.

Formas clínicas de la gonococia

La gonococia puede manifestarse de diversas maneras, dependiendo de la localización y severidad de la infección. Entre las formas clínicas más comunes se incluyen:

Uretritis gonocócica

La uretritis gonocócica es la forma más frecuente de presentación en hombres. Se caracteriza por:

• Secreción purulenta de color amarillo o verdoso.
• Disuria o dolor al orinar.
• Enrojecimiento y edema del meato urinario.

En mujeres, puede pasar desapercibida debido a síntomas leves o inespecíficos como flujo vaginal anormal y molestias al orinar.

Gonococemia diseminada

La gonococemia diseminada ocurre cuando el gonococo ingresa al torrente sanguíneo, generando infecciones sistémicas. Los síntomas incluyen:

• Fiebre y escalofríos.
• Pústulas en la piel, particularmente en las extremidades.
• Dolor articular migratorio, que puede evolucionar a artritis gonocócica.

Artritis gonocócica

La artritis gonocócica es una complicación frecuente de la gonococemia diseminada. Se caracteriza por inflamación articular aguda, principalmente en rodillas, tobillos o muñecas. Puede llevar a daño articular permanente si no se trata a tiempo.

Diagnóstico de la gonococia

El diagnóstico de la gonococia se basa en pruebas microbiológicas y moleculares. Los pasos comunes incluyen:

1. Tinción de Gram: Identificación de diplococos gramnegativos en muestras de secreción uretral o cervical.
2. Cultivo bacteriano: Permite confirmar la presencia del gonococo y realizar pruebas de sensibilidad a antibióticos.
3. Pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT): Altamente sensibles para detectar infecciones en sitios genitales y extragenitales.

Tratamiento de la gonococia

El tratamiento de la gonococia debe ser efectivo y oportuno para evitar complicaciones. Según las guías actuales, se recomienda:

• Ceftriaxona intramuscular como tratamiento de elección.
• Azitromicina oral en combinación para cubrir infecciones concomitantes por Chlamydia trachomatis.
• Seguimiento para confirmar la erradicación y evitar reinfecciones.

Complicaciones de la gonococia

Si no se trata adecuadamente, la gonococia puede llevar a complicaciones graves, como:

• Enfermedad inflamatoria pélvica en mujeres, que puede causar infertilidad.
• Epididimitis en hombres, asociada a dolor testicular y riesgo de infertilidad.
• Septicemia y daño articular irreversible.

Cuándo acudir al médico

Es importante buscar atención médica si se presentan los siguientes síntomas:

• Secreción anormal por los genitales.
• Dolor o dificultad al orinar.
• Dolor articular o erupciones cutáneas asociadas a fiebre.

Preguntas frecuentes

¿Cómo se previene la gonococia?

La prevención incluye el uso adecuado de preservativos, la realización de pruebas regulares en personas sexualmente activas y el tratamiento de parejas sexuales para evitar reinfecciones.

¿Es curable la gonococia?

Sí, con un tratamiento antibiótico adecuado, la gonococia es curable. Es fundamental completar el tratamiento y seguir las indicaciones médicas para evitar complicaciones.

¿La gonococia puede afectar a otras partes del cuerpo?

Sí, además del tracto urogenital, el gonococo puede infectar la faringe, el recto, los ojos (conjuntivitis gonocócica) y las articulaciones.

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