Hematoma subperióstico

El hematoma subperióstico es una acumulación de sangre localizada entre el periostio (la membrana que recubre los huesos) y la superficie ósea. Este tipo de hematoma se produce generalmente como resultado de un traumatismo directo que causa la ruptura de pequeños vasos sanguíneos en esta área. Aunque es comúnmente observado en recién nacidos como cefalohematoma debido al proceso de parto, también puede ocurrir en otras localizaciones y en pacientes de cualquier edad.

Qué es el hematoma subperióstico

El hematoma subperióstico se forma cuando la sangre se acumula en el espacio comprendido entre el periostio y el hueso subyacente. Esta acumulación está limitada por las uniones anatómicas del periostio, lo que explica su forma característica bien definida. Dependiendo de su localización, puede causar molestias o complicaciones que requieren atención médica.

Causas del hematoma subperióstico

Las causas principales del hematoma subperióstico incluyen:

• Traumatismos directos: Golpes o caídas que afectan la superficie ósea.
• Parto vaginal: En recién nacidos, debido a la presión ejercida durante el paso por el canal del parto.
• Intervenciones quirúrgicas: Manipulaciones médicas que involucran el hueso o estructuras cercanas.
• Fragilidad ósea: Enfermedades que debilitan la estructura ósea, como osteoporosis o enfermedades metabólicas óseas.

Síntomas del hematoma subperióstico

Los síntomas del hematoma subperióstico pueden variar según su localización y gravedad:

• Inflamación localizada y palpable.
• Dolor moderado a severo en la zona afectada.
• Cambio de color en la piel que cubre el hematoma.
• Rigidez o dificultad para mover la extremidad afectada en casos asociados a fracturas subyacentes.

Diagnóstico del hematoma subperióstico

El diagnóstico del hematoma subperióstico se realiza mediante:

1. Historia clínica: Identificación de antecedentes de traumatismos recientes o intervenciones médicas.
2. Exploración física: Detección de una masa localizada, firme y no fluctuante.
3. Pruebas de imagen: Radiografías o tomografías computarizadas para descartar fracturas asociadas.
4. Ecografía: Útil en recién nacidos para evaluar la acumulación de sangre.

Tratamiento del hematoma subperióstico

El tratamiento del hematoma subperióstico depende de su tamaño, localización y los síntomas asociados:

• Observación: En la mayoría de los casos, los hematomas pequeños se resuelven espontáneamente sin necesidad de intervención.
• Analgésicos: Para el control del dolor asociado.
• Drenaje quirúrgico: Indicado en hematomas grandes o que comprometen estructuras importantes.
• Fisioterapia: En casos de hematomas en extremidades que afecten la movilidad.

Cuándo acudir al médico

Es importante buscar atención médica si se presenta:

• Dolor persistente o severo en el área afectada.
• Inflamación que no mejora en pocos días.
• Dificultad para mover una extremidad o síntomas neurológicos asociados.

Preguntas frecuentes sobre el hematoma subperióstico

¿Es peligroso un hematoma subperióstico?

Generalmente no, pero los casos asociados a fracturas o grandes acumulaciones de sangre pueden requerir intervención médica.

¿Cuánto tiempo tarda en desaparecer?

Los hematomas pequeños suelen resolverse en semanas, mientras que los grandes pueden tardar meses en desaparecer completamente.

¿Es necesario siempre un tratamiento quirúrgico?

No, solo en casos de hematomas grandes o aquellos que comprometan la función de estructuras cercanas.

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