Henoma

El término henoma es utilizado en medicina para describir una lesión benigna caracterizada por el crecimiento anómalo y localizado de tejido en ciertas áreas del cuerpo. Aunque no suele ser maligno, su presencia puede ser indicativa de condiciones subyacentes o generar molestias dependiendo de su tamaño, localización y evolución. La detección temprana y su manejo adecuado son esenciales para garantizar la salud del paciente.

Qué es el henoma

Un henoma es una lesión o crecimiento no canceroso compuesto principalmente de células normales que se han agrupado en una zona específica del cuerpo. Aunque suele ser benigno, en algunos casos puede requerir evaluación médica detallada para descartar cualquier patología asociada. Este tipo de lesiones son más comunes en ciertos órganos y sistemas, como el hígado, el sistema linfático o las glándulas endocrinas.

Causas del henoma

Las causas del desarrollo de un henoma pueden variar dependiendo de su ubicación y tipo. Las principales incluyen:

• Factores genéticos: Alteraciones hereditarias que predisponen al crecimiento anómalo de tejidos.
• Inflamación crónica: Procesos inflamatorios persistentes que estimulan la proliferación celular.
• Desequilibrio hormonal: Alteraciones en los niveles hormonales que promueven el crecimiento excesivo de tejidos específicos.
• Infecciones: Patógenos que causan daño tisular y respuestas regenerativas descontroladas.

Clasificación del henoma

El henoma puede clasificarse según su localización y características:

• Henoma hepático: Localizado en el hígado, asociado a afecciones como hemangiomas.
• Henoma linfático: Compuesto por tejido linfático, frecuente en ganglios inflamados.
• Henoma glandular: Afecta glándulas endocrinas como la tiroides.

Síntomas del henoma

En la mayoría de los casos, los henomas son asintomáticos, especialmente si son pequeños. Sin embargo, pueden causar síntomas si crecen o presionan estructuras adyacentes:

• Dolor localizado: Especialmente si el henoma está en áreas sensibles.
• Inflamación: Hinchazón visible o palpable en la región afectada.
• Disfunción orgánica: Si el henoma interfiere con el funcionamiento normal de un órgano.

Diagnóstico del henoma

El diagnóstico de un henoma generalmente se realiza mediante:

• Exploración física: Identificación de masas palpables o visibles.
• Imágenes médicas: Uso de ultrasonido, resonancia magnética o tomografía computarizada para evaluar la localización y características del henoma.
• Biopsia: Toma de muestra del tejido para confirmar la naturaleza benigna de la lesión.

Tratamiento del henoma

El tratamiento de un henoma depende de su tamaño, localización y si causa síntomas. Las opciones incluyen:

• Observación: Para henomas pequeños y asintomáticos.
• Intervención quirúrgica: En casos donde el henoma es grande, doloroso o afecta funciones orgánicas.
• Terapia dirigida: Uso de tratamientos específicos según la naturaleza del henoma.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda buscar atención médica si se presentan:

• Dolor persistente: Especialmente si está asociado a una masa palpable.
• Aumento de tamaño de la lesión: Cambio en la forma o tamaño del henoma.
• Síntomas sistémicos: Como fiebre, fatiga o pérdida de peso inexplicada.

Preguntas frecuentes sobre el henoma

¿Un henoma siempre requiere tratamiento?

No siempre. Muchos henomas son asintomáticos y no requieren tratamiento inmediato, solo monitoreo regular.

¿Es posible que un henoma se convierta en cáncer?

En la mayoría de los casos, los henomas son benignos y no evolucionan hacia un cáncer. Sin embargo, es fundamental realizar estudios para descartar malignidad.

¿Qué pruebas son necesarias para confirmar un henoma?

Generalmente, se realizan estudios de imagen como ultrasonido o resonancia magnética, complementados con una biopsia en caso necesario.

© Clínica Universidad de Navarra 2023