DICCIONARIO MÉDICO

Herida lacerada

Una herida lacerada es una lesión caracterizada por un desgarro irregular de la piel o tejido subyacente, generalmente causado por un objeto contundente o trauma significativo. Este tipo de herida suele presentar bordes irregulares y puede implicar daño a músculos, vasos sanguíneos, o nervios. Es importante tratarla adecuadamente para evitar complicaciones como infecciones o cicatrices graves.

Qué es una herida lacerada

La herida lacerada se produce cuando un objeto, generalmente contundente, desgarra los tejidos de forma irregular. A diferencia de una herida de incisión, los bordes de las heridas laceradas no son limpios y pueden contener fragmentos de tejido dañado. Estas heridas suelen estar asociadas con hemorragias, dolor y, en casos graves, daño a estructuras internas.

Causas de las heridas laceradas

Existen múltiples causas que pueden generar este tipo de lesiones. Algunas de las más comunes incluyen:

  • Traumatismos: Accidentes automovilísticos, caídas o golpes con objetos contundentes.
  • Lesiones deportivas: Impactos durante la práctica de deportes de contacto.
  • Heridas laborales: Lesiones causadas por maquinaria o herramientas en el lugar de trabajo.
  • Accidentes domésticos: Caídas o cortes por objetos punzocortantes en el hogar.

Síntomas de una herida lacerada

Los síntomas varían según la profundidad y extensión de la herida, pero suelen incluir:

  • Dolor: Intenso en la zona afectada.
  • Sangrado: Generalmente abundante debido al daño vascular.
  • Hinchazón: En los tejidos circundantes.
  • Hematomas: Presencia de acumulación de sangre bajo la piel.
  • Exposición de tejidos: En heridas más profundas pueden verse músculos, tendones o huesos.

Primeros auxilios para heridas laceradas

La atención inicial es crucial para evitar complicaciones. Los pasos a seguir incluyen:

  1. Detener el sangrado: Aplicar presión con una gasa o paño limpio sobre la herida.
  2. Limpieza de la herida: Lavar con agua tibia y jabón para eliminar suciedad o partículas.
  3. Cubrir la herida: Utilizar un apósito estéril para protegerla.
  4. Buscar atención médica: Si la herida es profunda, extensa o muestra signos de infección.

Tratamiento para heridas laceradas

Atención médica

Dependiendo de la severidad de la herida lacerada, el tratamiento puede incluir:

  • Suturas: Para cerrar heridas profundas o extensas.
  • Antibióticos: En caso de riesgo de infección.
  • Vacuna antitetánica: Si la herida está contaminada y el paciente no está vacunado.
  • Debridamiento: Para eliminar tejido muerto o contaminado.

Cuidado en casa

El manejo en casa incluye:

  • Cambiar el apósito regularmente para mantener la herida limpia.
  • Evitar tocar la herida con las manos sucias.
  • Aplicar pomadas antibióticas según recomendación médica.

Complicaciones de las heridas laceradas

Las complicaciones más frecuentes incluyen:

  • Infección: Si no se limpia y desinfecta adecuadamente.
  • Cicatrices hipertróficas o queloides: Cicatrización excesiva.
  • Pérdida funcional: Si afecta tendones o nervios.

Preguntas frecuentes sobre heridas laceradas

¿Qué hacer si una herida lacerada no deja de sangrar?

Debe aplicarse presión directa y buscar atención médica de inmediato si el sangrado persiste.

¿Cuándo se necesitan puntos de sutura en una herida lacerada?

Las suturas son necesarias si la herida es profunda, extensa o sus bordes no se juntan de forma natural.

¿Cómo prevenir infecciones en una herida lacerada?

Es importante mantener la herida limpia, utilizar apósitos estériles y seguir las indicaciones médicas, como el uso de antibióticos.

¿Una herida lacerada siempre deja cicatriz?

No siempre, pero las cicatrices pueden reducirse con cuidado adecuado y tratamientos tópicos específicos recomendados por un médico.

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