DICCIONARIO MÉDICO

Hernia epigástrica

La hernia epigástrica es una afección en la cual el contenido abdominal, generalmente grasa o tejidos, sobresale a través de un defecto en la pared abdominal en la región epigástrica, que se encuentra entre el esternón y el ombligo. Aunque su tamaño suele ser pequeño, puede causar molestias significativas e incluso dolor, dependiendo de los órganos o tejidos implicados. Es una condición relativamente común que puede afectar tanto a hombres como a mujeres y requiere evaluación médica para su manejo adecuado.

Qué es la hernia epigástrica

La hernia epigástrica ocurre cuando hay un defecto o debilidad en la línea alba, una estructura de tejido conectivo que une los músculos rectos del abdomen. A través de este defecto, grasa preperitoneal o incluso partes del intestino pueden protruir, formando un bulto visible o palpable. Estas hernias se encuentran específicamente en la región epigástrica y suelen ser más comunes en adultos jóvenes y de mediana edad.

Causas de la hernia epigástrica

Las causas de la hernia epigástrica suelen estar relacionadas con el aumento de la presión dentro del abdomen o con debilidades congénitas o adquiridas en la pared abdominal. Entre las principales causas se encuentran:

  • Esfuerzos físicos intensos: Levantamiento de objetos pesados o ejercicios abdominales excesivos.
  • Obesidad: El exceso de peso incrementa la presión intraabdominal.
  • Embarazo: El estiramiento y debilitamiento de los músculos abdominales durante el embarazo pueden favorecer su aparición.
  • Antecedentes familiares: Las debilidades congénitas en la línea alba pueden predisponer a esta condición.
  • Tos crónica: Asociada a condiciones como el tabaquismo o enfermedades respiratorias.

Síntomas de la hernia epigástrica

Los síntomas de la hernia epigástrica pueden variar dependiendo del tamaño de la hernia y de los tejidos involucrados:

  • Bulto visible: Generalmente en la línea media del abdomen, que puede aumentar al realizar esfuerzos o al toser.
  • Dolor o molestia: Suele ser intermitente y se intensifica con el esfuerzo físico o al estar de pie durante mucho tiempo.
  • Náuseas o vómitos: En casos más severos, cuando el intestino está involucrado.
  • Sensibilidad: Dolor al presionar el área afectada.

Diagnóstico de la hernia epigástrica

El diagnóstico de la hernia epigástrica se basa en:

  • Examen físico: El médico palpa la región epigástrica en busca de bultos o protuberancias, especialmente cuando el paciente está de pie o realiza maniobras de esfuerzo.
  • Ecografía abdominal: Ayuda a visualizar el contenido de la hernia y determinar si hay intestino comprometido.
  • Tomografía computarizada (TC): Proporciona imágenes más detalladas, especialmente en hernias más complejas.

Tratamiento de la hernia epigástrica

El tratamiento depende del tamaño de la hernia y de los síntomas del paciente:

  • Observación: En hernias pequeñas y asintomáticas, puede optarse por un seguimiento periódico.
  • Reparación quirúrgica: Es el tratamiento de elección para hernias sintomáticas o de mayor tamaño. Puede realizarse mediante:
    • Técnica abierta: Se accede directamente al defecto y se repara con suturas o mallas sintéticas.
    • Laparoscopia: Técnica menos invasiva con una recuperación más rápida.

Complicaciones de la hernia epigástrica

Aunque muchas hernias epigástricas no causan problemas graves, pueden surgir complicaciones, como:

  • Incarceración: Ocurre cuando el contenido herniado queda atrapado, causando dolor intenso y obstrucción intestinal.
  • Estrangulación: Cuando se corta el suministro de sangre al tejido atrapado, lo que puede llevar a necrosis y requiere intervención quirúrgica de urgencia.

Cuándo acudir al médico

Debe buscar atención médica si presenta:

  • Bulto abdominal persistente: Especialmente si aumenta de tamaño o causa molestias.
  • Dolor abdominal severo: Que no mejora con analgésicos.
  • Síntomas digestivos: Como náuseas, vómitos o estreñimiento severo.

Preguntas frecuentes

¿La hernia epigástrica siempre requiere cirugía?

No siempre. En casos pequeños y asintomáticos, puede optarse por un seguimiento médico sin intervención quirúrgica.

¿Qué actividades debo evitar si tengo una hernia epigástrica?

Debe evitar el levantamiento de objetos pesados, esfuerzos físicos intensos y actividades que aumenten la presión intraabdominal.

¿La reparación quirúrgica garantiza que no vuelva a aparecer?

Aunque las técnicas quirúrgicas modernas reducen significativamente el riesgo de recurrencia, no lo eliminan por completo, especialmente si no se corrigen factores de riesgo como la obesidad.

¿Es dolorosa la recuperación tras la cirugía?

Puede haber molestias en los primeros días, pero suelen controlarse con analgésicos. La mayoría de los pacientes regresan a sus actividades normales en unas semanas.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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