Hipermovilidad

La hipermovilidad se refiere a una amplitud de movimiento articular mayor de lo normal, lo que puede afectar diversas partes del cuerpo, como las articulaciones, la columna vertebral y otras estructuras anatómicas. Este fenómeno puede ser benigno en algunos casos, pero también puede asociarse a problemas médicos, especialmente cuando se acompaña de dolor, lesiones recurrentes o alteraciones funcionales.

La hipermovilidad puede clasificarse como localizada, afectando una articulación específica, o generalizada, cuando involucra múltiples articulaciones. Este término es especialmente relevante en áreas como la reumatología, la ortopedia y la fisioterapia, donde su evaluación y manejo pueden prevenir complicaciones a largo plazo.

Qué es la hipermovilidad

La hipermovilidad es una condición caracterizada por una amplitud articular excesiva, que supera los rangos normales establecidos para la población general. Puede ser el resultado de factores genéticos, debilidad ligamentaria, alteraciones en el tejido conectivo o anomalías estructurales. Aunque en muchos casos no causa síntomas, en otros puede provocar dolor, inestabilidad articular y predisposición a lesiones.

Dentro de los tipos específicos, destacan:

Hipermovilidad articular: Afecta principalmente a las articulaciones, como rodillas, codos y hombros.
Hipermovilidad vertebral: Común en la columna lumbar, cervical o torácica, con impacto en la estabilidad de la columna.
Hipermovilidad rotuliana: Implica un movimiento excesivo de la rótula, predisponiendo a luxaciones.
Hipermovilidad uretral: Asociada a incontinencia urinaria de esfuerzo, debido al desplazamiento excesivo de la uretra.
Hipermovilidad ATM: Afecta a la articulación temporomandibular, causando problemas funcionales y dolor.

Causas de la hipermovilidad

Las causas de la hipermovilidad incluyen:

Factores genéticos: Alteraciones en genes que afectan el colágeno o el tejido conectivo, como en el síndrome de Ehlers-Danlos.
Desarrollo anatómico: Ligamentos más elásticos o estructuras óseas con menor restricción articular.
Trastornos del tejido conectivo: Condiciones como el síndrome de Marfan o la osteogénesis imperfecta.
Hipotonía muscular: Debilidad muscular que no estabiliza adecuadamente las articulaciones.

Síntomas asociados a la hipermovilidad

Los síntomas pueden variar según la localización y la severidad de la hipermovilidad:

Dolor articular recurrente, especialmente tras la actividad física.
Inestabilidad articular, con predisposición a luxaciones o esguinces.
Fatiga muscular, debido a la necesidad de estabilización adicional.
Problemas específicos como incontinencia urinaria en la hipermovilidad uretral.

Diagnóstico de la hipermovilidad

El diagnóstico incluye:

Historia clínica: Identificación de síntomas y antecedentes familiares.
Examen físico: Evaluación de la amplitud articular usando criterios como la escala de Beighton.
Pruebas de imagen: Radiografías, resonancias magnéticas o ecografías para evaluar estructuras afectadas.

Tratamiento de la hipermovilidad

El tratamiento se enfoca en aliviar los síntomas, prevenir lesiones y mejorar la funcionalidad.

Terapia física

Fortalecimiento muscular para mejorar la estabilidad articular.
Ejercicios específicos para hipermovilidad lumbar, rotuliana o ATM.
Terapia ocupacional en casos severos para mejorar actividades diarias.

Intervenciones médicas

Uso de ortesis o férulas para estabilizar articulaciones.
Analgesia y antiinflamatorios en episodios de dolor agudo.
Procedimientos quirúrgicos en casos graves, como la reparación ligamentaria.

Cuándo acudir al médico

Debe buscar atención médica si:

Experimenta dolor persistente o recurrente en las articulaciones afectadas.
Sufre luxaciones frecuentes o inestabilidad articular significativa.
Presenta complicaciones relacionadas, como incontinencia urinaria o problemas mandibulares.

Preguntas frecuentes

¿La hipermovilidad puede causar daño permanente?

Si no se maneja adecuadamente, puede llevar a desgaste articular, lesiones recurrentes y alteraciones posturales que impacten la calidad de vida.

¿Se puede prevenir la hipermovilidad?

Aunque la predisposición genética no se puede prevenir, la terapia física temprana y los ejercicios de fortalecimiento pueden reducir sus efectos negativos.

¿Existen ejercicios recomendados para la hipermovilidad?

Sí, los ejercicios de fortalecimiento muscular y estabilidad, diseñados por un fisioterapeuta, son esenciales para minimizar los síntomas y mejorar la función.

¿La hipermovilidad afecta a todas las personas por igual?

No, su impacto varía según la localización, la severidad y la presencia de factores predisponentes como debilidad muscular o alteraciones del tejido conectivo.