DICCIONARIO MÉDICO
Hipertensión arterial maligna
La hipertensión arterial maligna es un aumento de la presión arterial que se caracteriza porque de no ser tratada, un 80% de los pacientes fallece dentro de los dos años posteriores al diagnóstico y se define por la coexistencia de cifras elevadas de presión arterial, con hemorragias y exudados en el fondo de ojo (retinopatía grado III), con edema de papila (retinopatía grado IV) o sin papiledema. La lesión histológica, característica de esta hipertensión, es la necrosis fibrinoide de las arteriolas en diversos tejidos y su signo clínico más significativo es la retinopatía severa. En cuanto a su etiología, aproximadamente la mitad de los casos, se deben a una hipertensión esencial y la otra mitad a una hipertensión secundaria, predominando las nefropatías parenquimatosas, hipertensión vasculo-renal y causas endocrinas de hipertensión, como el feocromocitoma o el hiperaldosteronismo primario. Los síntomas fundamentales son visuales (visión borrosa, disminución de la agudeza visual), neurológicos (cefalea, encefalopatía hipertensiva, hemorragia cerebral), cardiológicos (insuficiencia cardiaca congestiva, cardiopatía isquémica aguda) y renales (insuficiencia renal con hematuria, proteinuria, cilindruria y, a veces, insuficiencia renal aguda). Un 10% de los pacientes con hipertensión arterial maligna pueden no presentar síntomas en el momento del diagnóstico. Un tratamiento eficaz puede lograr la remisión de todo el cuadro, tanto clínico como biológico.¿Qué es la hipertensión arterial maligna?
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