DICCIONARIO MÉDICO

Hipertensión arterial refractaria

La hipertensión arterial refractaria es una forma grave de presión arterial alta que no responde adecuadamente al tratamiento médico estándar, incluso cuando se utilizan combinaciones de medicamentos antihipertensivos en dosis óptimas. Se diferencia de la hipertensión resistente, ya que en esta última pueden existir factores reversibles que dificultan el control de la presión arterial, mientras que en la hipertensión refractaria, la falta de respuesta al tratamiento persiste a pesar de la eliminación de dichos factores.

¿Qué es la hipertensión arterial refractaria?

La hipertensión arterial refractaria se caracteriza por una presión arterial que permanece elevada, por encima de los objetivos establecidos, a pesar de utilizar al menos cinco fármacos antihipertensivos en combinación, incluyendo un diurético. Este tipo de hipertensión es menos común que otras formas de presión arterial alta, pero representa un desafío significativo para los médicos debido al riesgo elevado de complicaciones cardiovasculares y renales asociadas.

Diferencias entre hipertensión resistente y refractaria

Aunque a menudo se utilizan de manera intercambiable, la hipertensión resistente y la hipertensión refractaria tienen diferencias clave:

  • Hipertensión resistente: Puede controlarse al optimizar el tratamiento, incluyendo el ajuste de medicamentos y la identificación de factores secundarios.
  • Hipertensión refractaria: Persiste incluso después de optimizar todas las medidas terapéuticas posibles.

Causas de la hipertensión arterial refractaria

La hipertensión arterial refractaria puede estar relacionada con varios factores subyacentes, que incluyen tanto causas fisiológicas como condiciones clínicas complejas. Algunas de las principales son:

  • Actividad simpática aumentada: Una hiperactivación del sistema nervioso simpático puede contribuir a la falta de respuesta al tratamiento.
  • Retención de sodio: Causada por disfunción renal o ingesta excesiva de sal, que puede dificultar el control de la presión arterial.
  • Enfermedades renales crónicas: Alteraciones en la función renal que afectan la regulación de la presión arterial.
  • Apnea obstructiva del sueño: Una condición común en pacientes con hipertensión refractaria que agrava el descontrol de la presión arterial.
  • Factores genéticos: Predisposición hereditaria que dificulta el control de la hipertensión.

Síntomas de la hipertensión arterial refractaria

La hipertensión arterial refractaria no suele presentar síntomas específicos más allá de los signos habituales de presión arterial alta. Sin embargo, los pacientes pueden experimentar:

  • Dolor de cabeza persistente.
  • Visión borrosa o alteraciones visuales.
  • Mareos o sensación de vértigo.
  • Palpitaciones o sensación de pulsaciones en el cuello o las sienes.
  • Hinchazón en extremidades inferiores, asociada con daño renal.

Diagnóstico de la hipertensión arterial refractaria

El diagnóstico de la hipertensión arterial refractaria requiere una evaluación exhaustiva para descartar otras formas de hipertensión y para identificar posibles factores secundarios. Las pruebas comunes incluyen:

  • Monitorización ambulatoria de la presión arterial: Para confirmar lecturas elevadas persistentes.
  • Análisis de sangre y orina: Para evaluar la función renal y los niveles de electrolitos.
  • Estudios de imagen: Como ecografía renal o angiografía para detectar anomalías en los vasos sanguíneos.

Tratamiento de la hipertensión arterial refractaria

El tratamiento de la hipertensión arterial refractaria implica un enfoque integral que combina medicamentos, cambios en el estilo de vida y, en casos específicos, procedimientos médicos avanzados. Algunas estrategias incluyen:

  • Optimización farmacológica: Uso de combinaciones de medicamentos antihipertensivos, incluyendo diuréticos de asa, bloqueadores del sistema renina-angiotensina y antagonistas del calcio.
  • Reducción de la actividad simpática: Técnicas como la denervación renal pueden ser efectivas en ciertos pacientes.
  • Control de la apnea del sueño: Tratamientos como el CPAP pueden mejorar el control de la presión arterial en pacientes con apnea obstructiva del sueño.
  • Intervenciones dietéticas: Reducción de la ingesta de sal y adopción de una dieta saludable para el corazón, como la dieta DASH.

Cuándo acudir al médico

Es fundamental buscar atención médica si:

  • La presión arterial sigue siendo alta a pesar del uso de múltiples medicamentos antihipertensivos.
  • Se presentan síntomas como dolor de cabeza intenso, alteraciones visuales o fatiga persistente.
  • Existen antecedentes familiares de hipertensión resistente o refractaria.

Preguntas frecuentes

¿Cuál es la diferencia entre hipertensión resistente y refractaria?

La hipertensión resistente puede controlarse al identificar y tratar factores reversibles, mientras que la hipertensión refractaria persiste incluso después de optimizar todos los tratamientos disponibles.

¿Qué complicaciones puede causar la hipertensión refractaria?

La hipertensión refractaria aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca, accidentes cerebrovasculares, daño renal y complicaciones cardiovasculares graves.

¿Es curable la hipertensión arterial refractaria?

Aunque no tiene una cura definitiva, el manejo adecuado puede reducir los riesgos y mejorar la calidad de vida del paciente.

¿Qué pruebas se realizan para diagnosticar hipertensión refractaria?

Las pruebas incluyen monitorización ambulatoria de presión arterial, análisis de sangre y orina, y estudios de imagen como ecografías o resonancias magnéticas.

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