DICCIONARIO MÉDICO
Leucemia aguda mieloblástica
Proliferación maligna de células hematopoyéticas inmaduras, fundamentalmente de extirpe mieloide, de tipo blástico. Esta infiltración medular provoca citopenias con sus consiguientes manifestaciones sistémicas, anemia, trombopenia con diatesis hemorrágica y neutropenia responsable de cuadros infecciosos con fiebre. La proliferación leucémica invade los órganos y sistemas. Así la afectación cutánea aparece en el 10% de los casos. La infiltración meníngea se detecta en un 1%. La hipertrofia gingival por infiltraciones es habitual en la forma monocítica. Un 10-20% de los casos presentan linfadenopatías y visceromegalias. La mediana de la cifra leucocitaria es de 15-20 X 109/l y en el 85% de los casos se observan blastos en sangre periférica. En un 10% de pacientes, el número de leucocitos supera las 100 X 109/l, como sucede más frecuentemente en las variedades monocítica y mielomonocítica. Según el aspecto morfológico y el comportamiento citoquímico de las células blásticas, se pueden dividir en siete variedades: leucemia mieloide aguda indiferenciada (M1), leucemia mieloide aguda diferenciada (M2), promielocítica (M3), mielomonocítica aguda (M4), monoblástica (M5), eritroleucemia (M6) y megacarioblástica (M7). El tratamiento se basa en la utilización de pautas agresivas de quimioterapia de forma secuencial, comenzando con una inducción basada en la combinación de arabinósido de citosina y una antraciclina, con o sin la adición de etopósido. Una vez conseguida la remisión completa se administran ciclos de consolidación e intensificación, con distintas dosificaciones de, básicamente, las mismas drogas. En aquellos pacientes en que resulta factible su realización, se sustituye o complementa el tratamiento posremisión con trasplante de médula autólogo o alogénico.
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