DICCIONARIO MÉDICO

Mal de altura

El mal de altura, también conocido como mal de las montañas o mal agudo de montaña (MAM), es un conjunto de síntomas que se producen cuando una persona asciende rápidamente a altitudes elevadas, generalmente por encima de los 2.500 metros sobre el nivel del mar, sin dar tiempo al cuerpo para adaptarse a la disminución de oxígeno. Esta condición afecta principalmente a personas no aclimatadas y puede variar en severidad, desde síntomas leves hasta complicaciones graves como el edema pulmonar o cerebral de altitud.

Qué es el mal de altura

El mal de altura es una respuesta fisiológica al descenso de la presión de oxígeno que ocurre a medida que se asciende a mayores altitudes. En condiciones normales, el cuerpo humano se adapta gradualmente a la hipoxia (falta de oxígeno) aumentando la frecuencia respiratoria, el ritmo cardíaco y la producción de glóbulos rojos. Sin embargo, cuando el ascenso es demasiado rápido, estos mecanismos de compensación no son suficientes, lo que provoca los síntomas característicos del mal agudo de montaña.

Síntomas del mal de altura

Los síntomas del mal de altura pueden aparecer entre 6 y 12 horas después de llegar a una altitud elevada. Los más comunes incluyen:

  • Dolor de cabeza: Generalmente leve a moderado, empeora con la actividad física.
  • Náuseas y vómitos: Sensación de malestar estomacal que puede interferir con la alimentación.
  • Fatiga: Sensación de cansancio extremo sin causa aparente.
  • Dificultad para dormir: Insomnio o despertares frecuentes.
  • Falta de apetito: Relacionado con náuseas persistentes.

En casos más severos, pueden desarrollarse complicaciones graves como:

  • Edema pulmonar de altitud (EPA): Acumulación de líquido en los pulmones que provoca dificultad respiratoria y tos con esputo espumoso.
  • Edema cerebral de altitud (ECA): Hinchazón del cerebro que puede causar confusión, pérdida de coordinación y coma.

Factores de riesgo del mal de altura

Ciertos factores aumentan la probabilidad de desarrollar mal de altura:

  • Ascenso rápido: Subir a altitudes elevadas sin períodos de aclimatación.
  • Altitudes extremas: Mayor riesgo a partir de los 3,000 metros.
  • Historial previo: Personas que han sufrido mal de altura anteriormente tienen mayor susceptibilidad.
  • Esfuerzo físico intenso: Realizar actividades extenuantes en altitud.
  • Deshidratación: Reduce la capacidad del cuerpo para adaptarse.

Prevención del mal de altura

La prevención del mal de altura es esencial para evitar complicaciones graves. Las medidas incluyen:

  • Ascenso gradual: Subir lentamente, permitiendo al cuerpo adaptarse.
  • Hidratación adecuada: Beber suficiente agua para evitar la deshidratación.
  • Evitar el alcohol: Puede agravar la deshidratación y la hipoxia.
  • Medicamentos preventivos: Como la acetazolamida, indicada por un médico para reducir los síntomas.
  • Descansos frecuentes: Evitar el esfuerzo físico excesivo.

Tratamiento del mal de altura

El tratamiento del mal de altura depende de la gravedad de los síntomas:

  • Reposo: Detener el ascenso y descansar en la altitud alcanzada.
  • Oxígeno suplementario: Mejora los niveles de oxígeno en sangre.
  • Descenso inmediato: En casos severos, descender rápidamente a una altitud más baja.
  • Medicamentos: Analgésicos para el dolor de cabeza y antieméticos para las náuseas.

Cuándo acudir al médico

Es fundamental buscar atención médica inmediata si se presentan:

  • Dificultad para respirar: Puede ser un signo de edema pulmonar de altitud.
  • Confusión mental: Podría indicar edema cerebral de altitud.
  • Vómitos persistentes: Que impiden la hidratación adecuada.
  • Fatiga extrema: Acompañada de pérdida de coordinación.

Precauciones durante viajes a gran altitud

Para minimizar el riesgo de mal de altura, se recomienda:

  • Planificar el ascenso: Diseñar un itinerario que permita aclimatación.
  • Monitorear síntomas: Identificar señales tempranas de mal de altura.
  • Evitar esfuerzos innecesarios: Especialmente en las primeras 24 horas tras el ascenso.

Preguntas frecuentes sobre el mal de altura

¿Todos desarrollan mal de altura?

No, la susceptibilidad al mal de altura varía entre individuos. Algunos pueden adaptarse más rápidamente a las altitudes elevadas, mientras que otros son más propensos a desarrollar síntomas.

¿Se puede prevenir completamente el mal de altura?

La prevención total no es posible, pero seguir medidas como ascender gradualmente y usar medicamentos preventivos puede reducir significativamente el riesgo.

¿Qué tan rápido se debe descender si aparecen síntomas graves?

El descenso debe ser inmediato y prioritario si aparecen síntomas graves como dificultad para respirar, confusión o vómitos persistentes.

¿La aclimatación en una altitud intermedia ayuda a prevenir el mal de altura?

Sí, pasar tiempo en una altitud intermedia antes de continuar el ascenso permite al cuerpo adaptarse y reduce la probabilidad de desarrollar mal de altura.

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