DICCIONARIO MÉDICO

Maniobra de Allis

La maniobra de Allis es una técnica ortopédica utilizada para la reducción de luxaciones de cadera, especialmente en casos de luxación anterior. Descrita por el cirujano Oscar Huntington Allis, esta maniobra se caracteriza por ser un método eficaz y relativamente seguro cuando es realizada por personal médico capacitado. Es ampliamente utilizada en emergencias, quirófanos y entornos hospitalarios para restablecer la posición anatómica de la cadera y aliviar el dolor intenso del paciente.

La maniobra de Allis requiere un conocimiento profundo de la anatomía de la articulación de la cadera y una ejecución cuidadosa para evitar complicaciones, como lesiones en los nervios o vasos sanguíneos. Es una de las técnicas preferidas cuando se busca una reducción cerrada de la luxación sin necesidad de cirugía inmediata.

Qué es la maniobra de Allis

La maniobra de Allis es un procedimiento clínico diseñado para reducir una luxación de cadera mediante la aplicación de tracción controlada y movimientos específicos. Este tipo de luxación ocurre cuando la cabeza femoral se desplaza fuera del acetábulo, provocando dolor intenso, deformidad y limitación funcional. Es más común en traumatismos graves, como accidentes de tráfico o caídas desde altura.

El objetivo principal de esta maniobra es reposicionar la cabeza femoral en el acetábulo sin causar daño adicional a las estructuras circundantes, restableciendo la congruencia articular y permitiendo una recuperación más rápida del paciente.

Cómo se realiza la maniobra de Allis

La maniobra de Allis se lleva a cabo siguiendo estos pasos:

  • Preparación del paciente: El paciente se coloca en decúbito supino (boca arriba) en una superficie firme, como una camilla o mesa quirúrgica.
  • Posición inicial: El médico flexiona la cadera y la rodilla del lado afectado a 90 grados, asegurándose de estabilizar la pelvis del paciente.
  • Aplicación de tracción: Se ejerce una tracción axial en el fémur mientras un asistente estabiliza la pelvis del paciente presionando hacia abajo en la región ilíaca.
  • Movimientos de rotación: Se realizan movimientos suaves de rotación interna y externa, guiando la cabeza femoral de vuelta al acetábulo.
  • Confirmación de la reducción: Una vez completada la maniobra, se verifica la posición anatómica mediante palpación y estudios radiológicos si es necesario.

La maniobra debe realizarse bajo sedación o anestesia para minimizar el dolor y facilitar la relajación muscular.

Indicaciones de la maniobra de Allis

La maniobra de Allis está indicada en las siguientes situaciones:

  • Luxación de cadera anterior: Es la principal indicación, especialmente en casos recientes y sin fracturas asociadas.
  • Traumatismos agudos: En escenarios de emergencia donde se requiere una reducción inmediata para aliviar el dolor y prevenir complicaciones.
  • Pacientes estables: Cuando no hay lesiones graves que contraindiquen el procedimiento.

Precauciones y contraindicaciones

Antes de realizar la maniobra de Allis, es fundamental considerar las siguientes precauciones y contraindicaciones:

  • Precauciones: Confirmar mediante estudios de imagen que no existen fracturas del acetábulo o el cuello femoral. Además, el procedimiento debe realizarse con delicadeza para evitar dañar los tejidos blandos o estructuras vasculares cercanas.
  • Contraindicaciones: No debe realizarse en pacientes con fracturas desplazadas, lesiones vasculares o luxaciones de larga evolución, ya que pueden requerir intervención quirúrgica.

Complicaciones asociadas a la maniobra de Allis

Aunque es una técnica generalmente segura, la maniobra de Allis puede asociarse con las siguientes complicaciones si no se realiza correctamente:

  • Lesión del nervio ciático: Compresión o estiramiento excesivo durante la maniobra.
  • Fracaso en la reducción: En algunos casos, la luxación no puede ser reducida debido a lesiones asociadas o adherencias crónicas.
  • Daño articular: Lesiones en el cartílago del acetábulo o la cabeza femoral.

Para minimizar estos riesgos, es crucial que la maniobra sea realizada por profesionales capacitados y en un entorno controlado.

Cuándo acudir al médico

Es importante buscar atención médica inmediata en las siguientes situaciones:

  • Dolor intenso o deformidad visible en la cadera tras un traumatismo.
  • Imposibilidad de mover la pierna afectada.
  • Hormigueo, entumecimiento o pérdida de sensibilidad en la extremidad inferior.

Un manejo oportuno puede prevenir complicaciones graves y mejorar el pronóstico del paciente.

Preguntas frecuentes sobre la maniobra de Allis

¿Es dolorosa la maniobra de Allis?

La maniobra puede ser dolorosa si se realiza sin sedación o anestesia. Por esta razón, generalmente se lleva a cabo bajo condiciones controladas para minimizar el malestar del paciente.

¿Qué tan efectiva es la maniobra de Allis?

Es altamente efectiva en casos de luxaciones recientes y sin complicaciones. Sin embargo, en casos de luxaciones crónicas o fracturas asociadas, puede ser necesario recurrir a cirugía.

¿Qué cuidados se deben seguir después de la reducción de una luxación de cadera?

Es fundamental inmovilizar temporalmente la articulación y seguir un programa de rehabilitación supervisado por un fisioterapeuta para recuperar la movilidad y prevenir nuevas luxaciones.

¿Qué riesgos existen si no se trata una luxación de cadera?

No tratar una luxación puede llevar a complicaciones graves, como necrosis avascular, artrosis temprana o daño permanente en los nervios y vasos sanguíneos.

¿Quién puede realizar la maniobra de Allis?

Debe ser realizada por un médico especialista en ortopedia o un profesional capacitado, ya que requiere conocimiento anatómico y experiencia para garantizar su seguridad y efectividad.

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