DICCIONARIO MÉDICO
Maniobra de Ritgen
La maniobra de Ritgen es una técnica obstétrica utilizada durante el parto vaginal para controlar la salida de la cabeza del bebé en el momento del expulsivo. Su objetivo principal es reducir el riesgo de desgarros perineales graves y minimizar el trauma tanto para la madre como para el bebé. Esta maniobra, descrita por el Dr. Ritgen, combina el control manual de la cabeza del feto con una presión contraria sobre el perineo, promoviendo una salida más gradual y controlada. Se considera una herramienta importante en la obstetricia moderna y se utiliza de manera rutinaria en muchos partos para garantizar la seguridad del proceso y evitar complicaciones relacionadas con la distensión perineal. La maniobra de Ritgen consiste en la aplicación simultánea de presión en dos puntos clave durante el expulsivo del parto. Por un lado, una mano ejerce una ligera presión contraria en el perineo posterior para evitar un desgarro excesivo, mientras que la otra mano controla el ritmo de la salida de la cabeza fetal. Este enfoque asegura que el perineo tenga tiempo suficiente para adaptarse a la presión de la cabeza del bebé. Es una técnica no invasiva que puede ser realizada por obstetras, matronas o profesionales capacitados, y es especialmente útil en partos vaginales sin complicaciones mayores. La maniobra de Ritgen se realiza siguiendo una serie de pasos cuidadosamente sincronizados: Este procedimiento debe realizarse con cuidado para evitar causar incomodidad o lesiones, y requiere experiencia clínica para ejecutarlo correctamente. La maniobra de Ritgen está indicada en los siguientes escenarios: Aunque la maniobra de Ritgen es generalmente segura, hay ciertas precauciones y contraindicaciones a considerar: Cuando se realiza correctamente, la maniobra de Ritgen tiene un bajo índice de complicaciones. Sin embargo, en algunos casos pueden surgir: Por estas razones, la técnica debe ser ejecutada únicamente por personal médico capacitado y en un entorno clínico seguro. Es importante buscar atención médica si durante el trabajo de parto se presentan las siguientes situaciones: Una atención médica oportuna puede prevenir complicaciones y garantizar un parto seguro. No necesariamente. La maniobra está diseñada para minimizar el trauma perineal, y en la mayoría de los casos, la madre no experimenta dolor adicional. Sin embargo, la percepción del procedimiento puede variar según la sensibilidad de cada paciente. Aunque reduce significativamente el riesgo de desgarros graves, no garantiza que no se produzcan desgarros menores, ya que esto depende de factores como la elasticidad del perineo y el tamaño del bebé. Debe ser realizada por un obstetra, una matrona o un profesional de la salud capacitado en el manejo del parto vaginal. Es fundamental que quien la realice tenga experiencia para garantizar su efectividad y seguridad. No, su uso depende de la situación clínica. En partos donde la cabeza fetal progresa lentamente y sin riesgo de desgarros, puede no ser necesaria. Se emplea principalmente en casos donde se busca un control adicional del expulsivo. No, cuando se realiza correctamente, la maniobra de Ritgen no afecta negativamente al bebé. Su objetivo es proteger tanto a la madre como al feto durante el expulsivo. © Clínica Universidad de Navarra 2023Qué es la maniobra de Ritgen
Cómo se realiza la maniobra de Ritgen
Indicaciones de la maniobra de Ritgen
Precauciones y contraindicaciones
Complicaciones asociadas a la maniobra de Ritgen
Cuándo acudir al médico
Preguntas frecuentes sobre la maniobra de Ritgen
¿Es dolorosa la maniobra de Ritgen para la madre?
¿La maniobra de Ritgen siempre previene los desgarros perineales?
¿Quién puede realizar la maniobra de Ritgen?
¿Es necesaria la maniobra de Ritgen en todos los partos vaginales?
¿La maniobra de Ritgen afecta al bebé?