DICCIONARIO MÉDICO

Maniobra de Ritgen

La maniobra de Ritgen es una técnica obstétrica utilizada durante el parto vaginal para controlar la salida de la cabeza del bebé en el momento del expulsivo. Su objetivo principal es reducir el riesgo de desgarros perineales graves y minimizar el trauma tanto para la madre como para el bebé. Esta maniobra, descrita por el Dr. Ritgen, combina el control manual de la cabeza del feto con una presión contraria sobre el perineo, promoviendo una salida más gradual y controlada.

Se considera una herramienta importante en la obstetricia moderna y se utiliza de manera rutinaria en muchos partos para garantizar la seguridad del proceso y evitar complicaciones relacionadas con la distensión perineal.

Qué es la maniobra de Ritgen

La maniobra de Ritgen consiste en la aplicación simultánea de presión en dos puntos clave durante el expulsivo del parto. Por un lado, una mano ejerce una ligera presión contraria en el perineo posterior para evitar un desgarro excesivo, mientras que la otra mano controla el ritmo de la salida de la cabeza fetal. Este enfoque asegura que el perineo tenga tiempo suficiente para adaptarse a la presión de la cabeza del bebé.

Es una técnica no invasiva que puede ser realizada por obstetras, matronas o profesionales capacitados, y es especialmente útil en partos vaginales sin complicaciones mayores.

Cómo se realiza la maniobra de Ritgen

La maniobra de Ritgen se realiza siguiendo una serie de pasos cuidadosamente sincronizados:

  • Preparación inicial: El profesional evalúa el progreso del parto y se asegura de que la cabeza fetal está coronando y lista para salir.
  • Aplicación de presión perineal: Se coloca una mano enguantada sobre el perineo posterior y se ejerce una presión suave hacia arriba para contrarrestar la fuerza descendente de la cabeza.
  • Control de la cabeza fetal: Con la otra mano, el profesional guía la cabeza del bebé para que salga lentamente, evitando movimientos bruscos.
  • Finalización: Una vez que la cabeza ha salido completamente, se continúa con el manejo estándar del parto para completar el nacimiento.

Este procedimiento debe realizarse con cuidado para evitar causar incomodidad o lesiones, y requiere experiencia clínica para ejecutarlo correctamente.

Indicaciones de la maniobra de Ritgen

La maniobra de Ritgen está indicada en los siguientes escenarios:

  • Partos vaginales normales donde se desea minimizar el riesgo de desgarros perineales graves.
  • Situaciones donde se anticipa una distensión significativa del perineo debido al tamaño del bebé o la rapidez del expulsivo.
  • Partos con analgesia epidural, ya que la madre puede tener menos control sobre el ritmo de los pujos.

Precauciones y contraindicaciones

Aunque la maniobra de Ritgen es generalmente segura, hay ciertas precauciones y contraindicaciones a considerar:

  • Precauciones: El profesional debe evitar aplicar presión excesiva en el perineo, ya que esto puede causar dolor o lesiones. También es importante mantener una comunicación constante con la madre para asegurarse de que se siente cómoda durante el procedimiento.
  • Contraindicaciones: Esta maniobra no se recomienda en partos complicados con signos de sufrimiento fetal, desgarros perineales previos graves o anomalías fetales que dificulten el parto.

Complicaciones asociadas a la maniobra de Ritgen

Cuando se realiza correctamente, la maniobra de Ritgen tiene un bajo índice de complicaciones. Sin embargo, en algunos casos pueden surgir:

  • Desgarros perineales menores si la presión no se maneja adecuadamente.
  • Incomodidad para la madre debido a una manipulación inadecuada.
  • Lesiones en los tejidos blandos del canal del parto si el procedimiento no se realiza correctamente.

Por estas razones, la técnica debe ser ejecutada únicamente por personal médico capacitado y en un entorno clínico seguro.

Cuándo acudir al médico

Es importante buscar atención médica si durante el trabajo de parto se presentan las siguientes situaciones:

  • La progresión del parto es muy rápida, lo que aumenta el riesgo de desgarros.
  • La madre experimenta dolor intenso o sensaciones inusuales en el perineo.
  • Se observan signos de sufrimiento fetal o complicaciones que requieran maniobras adicionales.

Una atención médica oportuna puede prevenir complicaciones y garantizar un parto seguro.

Preguntas frecuentes sobre la maniobra de Ritgen

¿Es dolorosa la maniobra de Ritgen para la madre?

No necesariamente. La maniobra está diseñada para minimizar el trauma perineal, y en la mayoría de los casos, la madre no experimenta dolor adicional. Sin embargo, la percepción del procedimiento puede variar según la sensibilidad de cada paciente.

¿La maniobra de Ritgen siempre previene los desgarros perineales?

Aunque reduce significativamente el riesgo de desgarros graves, no garantiza que no se produzcan desgarros menores, ya que esto depende de factores como la elasticidad del perineo y el tamaño del bebé.

¿Quién puede realizar la maniobra de Ritgen?

Debe ser realizada por un obstetra, una matrona o un profesional de la salud capacitado en el manejo del parto vaginal. Es fundamental que quien la realice tenga experiencia para garantizar su efectividad y seguridad.

¿Es necesaria la maniobra de Ritgen en todos los partos vaginales?

No, su uso depende de la situación clínica. En partos donde la cabeza fetal progresa lentamente y sin riesgo de desgarros, puede no ser necesaria. Se emplea principalmente en casos donde se busca un control adicional del expulsivo.

¿La maniobra de Ritgen afecta al bebé?

No, cuando se realiza correctamente, la maniobra de Ritgen no afecta negativamente al bebé. Su objetivo es proteger tanto a la madre como al feto durante el expulsivo.

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