DICCIONARIO MÉDICO

Mastocitosis

La mastocitosis es una enfermedad rara caracterizada por la acumulación anormal y proliferación de mastocitos en diversos tejidos del cuerpo, principalmente en la piel, la médula ósea y otros órganos internos. Dependiendo de la localización y la extensión, la mastocitosis puede clasificarse en formas cutáneas y sistémicas, con síntomas que varían desde manifestaciones leves hasta complicaciones graves que afectan la calidad de vida del paciente.

Qué es la mastocitosis

La mastocitosis es un trastorno originado por una acumulación excesiva de mastocitos, un tipo de glóbulo blanco responsable de la liberación de mediadores químicos como la histamina durante las respuestas inmunológicas y alérgicas. Esta enfermedad puede presentarse de dos formas principales:

  • Mastocitosis cutánea: Limitada a la piel, donde causa lesiones visibles como manchas o bultos.
  • Mastocitosis sistémica: Afecta múltiples órganos, incluidos la médula ósea, el hígado y el bazo, y puede tener implicaciones graves para la salud.

Tipos de mastocitosis

La mastocitosis se clasifica según la localización y severidad de la enfermedad:

  • Mastocitosis cutánea: Se observa principalmente en niños y se presenta como manchas marrones o rojas en la piel que pueden provocar picazón al frotarse.
  • Mastocitosis cutánea difusa: Una forma más severa que afecta grandes áreas de la piel.
  • Mastocitosis sistémica: Incluye subtipos como la mastocitosis indolente (leve), la agresiva y la asociada a enfermedades hematológicas.

Causas de la mastocitosis

La mastocitosis generalmente se asocia con mutaciones en el gen KIT, que codifica una proteína implicada en la proliferación y supervivencia de los mastocitos. Esta mutación provoca la activación anormal de los mastocitos, lo que lleva a su acumulación en los tejidos. En algunos casos, la mastocitosis puede estar relacionada con enfermedades hematológicas subyacentes.

Síntomas de la mastocitosis

Los síntomas de la mastocitosis dependen de su tipo y gravedad, e incluyen:

  • En la piel: Manchas marrones o rojas, urticaria, picazón y enrojecimiento.
  • Sistémicos: Fatiga, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea y dolor óseo.
  • Reacciones alérgicas graves: Anafilaxia en respuesta a ciertos desencadenantes como alimentos, medicamentos o picaduras de insectos.

Diagnóstico de la mastocitosis

El diagnóstico de mastocitosis incluye una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas diagnósticas:

  • Biopsia de piel o médula ósea: Confirma la acumulación de mastocitos.
  • Niveles de triptasa sérica: Este marcador es útil para detectar mastocitosis sistémica.
  • Pruebas genéticas: Identificación de mutaciones en el gen KIT.

Tratamiento de la mastocitosis

El tratamiento depende del tipo y gravedad de la enfermedad:

  • Mastocitosis cutánea leve: Control con antihistamínicos y corticosteroides tópicos.
  • Mastocitosis sistémica: Puede requerir medicamentos como inhibidores de KIT, inmunomoduladores o quimioterapia.
  • Cuidados personales: Evitar desencadenantes como ciertos alimentos, medicamentos y picaduras de insectos.

Cuándo acudir al médico

Debe buscar atención médica si presenta:

  • Síntomas cutáneos persistentes como manchas, picazón o enrojecimiento.
  • Síntomas sistémicos como fatiga, dolor abdominal o pérdida de peso.
  • Reacciones alérgicas graves o recurrentes.

Preguntas frecuentes sobre la mastocitosis

¿La mastocitosis es grave?

Depende del tipo. La mastocitosis cutánea suele ser leve, mientras que la sistémica puede ser más grave si afecta órganos internos.

¿Cómo se diagnostica la mastocitosis?

El diagnóstico incluye biopsias, niveles de triptasa sérica y pruebas genéticas para detectar mutaciones en el gen KIT.

¿Existe cura para la mastocitosis?

No hay cura definitiva, pero los tratamientos disponibles ayudan a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

¿La mastocitosis afecta a niños y adultos de igual forma?

La mastocitosis cutánea es más común en niños y suele mejorar con la edad. En adultos, la mastocitosis sistémica es más frecuente y puede requerir tratamiento especializado.

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