DICCIONARIO MÉDICO

Neuralgia posherpética

La neuralgia posherpética (NPH) es una complicación crónica y debilitante del herpes zóster. Se caracteriza por un dolor persistente que perdura más allá de la resolución de las lesiones cutáneas asociadas al herpes zóster, generalmente durante más de 90 días. Esta condición afecta principalmente a personas mayores de 50 años y puede tener un impacto significativo en su calidad de vida, interfiriendo con las actividades diarias, el sueño y el bienestar emocional.

Qué es la neuralgia posherpética

La neuralgia posherpética es un tipo de dolor neuropático que surge como consecuencia del daño a los nervios causado por el virus de la varicela-zóster (VZV). Después de una infección primaria (varicela), este virus puede permanecer latente en los ganglios nerviosos durante años. Cuando se reactiva, da lugar al herpes zóster, y en algunos casos, provoca dolor neuropático persistente conocido como neuralgia posherpética.

Este dolor puede ser descrito como ardor, punzadas o una sensación de electricidad, y su intensidad varía entre los pacientes. Los factores de riesgo para desarrollar esta condición incluyen la edad avanzada, la presencia de lesiones cutáneas extensas durante el herpes zóster y un inicio tardío del tratamiento antiviral.

Causas de la neuralgia posherpética

Las principales causas de la neuralgia posherpética están relacionadas con la reactivación del virus de la varicela-zóster y el daño resultante a los nervios periféricos. Algunos de los factores que contribuyen incluyen:

  • Daño nervioso directo: El virus puede destruir las fibras nerviosas, alterando las señales entre los nervios y el cerebro.
  • Inflamación: La respuesta inflamatoria asociada al herpes zóster puede prolongar el daño a los tejidos nerviosos.
  • Factores de riesgo individuales: Edad avanzada, inmunosupresión y un tratamiento antiviral tardío aumentan la probabilidad de desarrollar neuralgia posherpética.

Síntomas de la neuralgia posherpética

Los síntomas de la neuralgia posherpética son variados y pueden incluir:

  • Dolor persistente: Sensación de ardor, pinchazos o descargas eléctricas en la zona afectada.
  • Alodinia: Dolor causado por estímulos que normalmente no son dolorosos, como el roce de la ropa.
  • Hipersensibilidad: Aumento de la sensibilidad en la piel de la región afectada.
  • Alteraciones del sueño: Dificultad para conciliar el sueño debido al dolor.

Diagnóstico de la neuralgia posherpética

El diagnóstico de la neuralgia posherpética se basa principalmente en la historia clínica y la descripción de los síntomas. Es importante diferenciarla de otras causas de dolor neuropático. Los métodos diagnósticos incluyen:

  • Historia clínica detallada: Identificación de un episodio previo de herpes zóster.
  • Exploración física: Evaluación de la sensibilidad y localización del dolor.
  • Estudios de imágenes: En casos complejos, puede ser útil la resonancia magnética para descartar otras patologías.

Tratamiento de la neuralgia posherpética

El tratamiento de la neuralgia posherpética tiene como objetivo aliviar el dolor, mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones. Incluye:

  • Farmacoterapia: Uso de analgésicos, anticonvulsivantes, antidepresivos tricíclicos y parches tópicos de lidocaína o capsaicina.
  • Terapias complementarias: Acupuntura, estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) y técnicas de relajación.
  • Bloqueos nerviosos: Inyecciones locales para aliviar temporalmente el dolor.
  • Prevención: La vacunación contra el herpes zóster puede reducir significativamente el riesgo de neuralgia posherpética.

Cuándo acudir al médico

Se debe buscar atención médica si se presenta:

  • Dolor persistente: Que interfiera con las actividades diarias o el sueño.
  • Alodinia: Sensibilidad extrema al tacto en la zona afectada.
  • Complicaciones: Como infecciones secundarias en la piel.

Precauciones

Para prevenir la neuralgia posherpética o minimizar su impacto, se recomienda:

  • Vacunación: Contra el herpes zóster, especialmente en adultos mayores.
  • Tratamiento temprano: Uso de antivirales al inicio del herpes zóster.
  • Cuidado de la piel: Evitar infecciones secundarias en las lesiones.

Preguntas frecuentes sobre la neuralgia posherpética

¿La neuralgia posherpética es permanente?

Aunque puede durar meses o incluso años, en la mayoría de los casos el dolor mejora con el tiempo y el tratamiento adecuado.

¿Es posible prevenir esta condición?

Sí, la vacunación contra el herpes zóster es una medida preventiva eficaz, especialmente en personas mayores de 50 años.

¿Qué especialistas tratan la neuralgia posherpética?

El manejo suele estar a cargo de especialistas en neurología, medicina del dolor o dermatología, dependiendo de la severidad y los síntomas.

¿El tratamiento es eficaz en todos los casos?

El tratamiento puede aliviar significativamente los síntomas, aunque la respuesta varía según la persona y la gravedad de la condición.

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