DICCIONARIO MÉDICO
Nevus
Un nevus, comúnmente conocido como lunar, es una formación cutánea que resulta de la proliferación de uno o más tipos de células de la piel. Los nevus pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo y varían significativamente en color, tamaño, forma y textura, dependiendo de la naturaleza de las células que los componen y de su ubicación en las capas de la piel. La clasificación de los nevus se realiza según criterios histológicos, clínicos y evolutivos, incluyendo nevus melanocíticos, nevus no melanocíticos y nevus especiales o sindrómicos. Los nevus melanocíticos, originados por la proliferación de melanocitos, son los más comunes y se subdividen en congénitos y adquiridos. Por otro lado, los nevus no melanocíticos derivan de otras células de la piel, como queratinocitos o células vasculares, y presentan una amplia variedad de apariencias. Desde el punto de vista etiológico, los factores genéticos juegan un papel crucial en el desarrollo de nevus congénitos, mientras que la exposición a la radiación ultravioleta (UV) es un factor de riesgo bien establecido para la aparición de nevus adquiridos. Además, ciertas condiciones genéticas, como el síndrome de nevus displásico, pueden predisponer a individuos a desarrollar múltiples nevus, algunos de los cuales pueden tener un mayor riesgo de transformación maligna. Clínicamente, los nevus se presentan como lesiones pigmentadas o no pigmentadas, con bordes definidos y una superficie lisa o papilomatosa. La mayoría de los nevus son benignos y asintomáticos, pero la evaluación médica es esencial para descartar la presencia de melanoma, una forma grave de cáncer de piel. La regla del ABCDE (Asimetría, Bordes irregulares, Color no uniforme, Diámetro mayor de 6 mm y Evolución o cambios en la lesión) es una herramienta útil para identificar lesiones sospechosas. El diagnóstico de los nevus generalmente se realiza mediante examen clínico, apoyado por dermatoscopia, una técnica no invasiva que permite una visualización detallada de la superficie cutánea. En casos dudosos o cuando se sospecha de malignidad, se puede realizar una biopsia para examen histopatológico, lo cual es determinante para el diagnóstico definitivo y la planificación del tratamiento. El tratamiento de los nevus depende de varios factores, incluyendo el riesgo de malignización, la presencia de síntomas o incomodidad, y consideraciones estéticas. Los nevus benignos sin signos de malignidad generalmente no requieren tratamiento, excepto seguimiento periódico. Sin embargo, los nevus que presentan cambios o que tienen características sospechosas deben ser evaluados cuidadosamente para determinar la necesidad de escisión quirúrgica, la cual se realiza tanto con fines diagnósticos como terapéuticos. La prevención y educación sobre la exposición segura al sol y el uso adecuado de protectores solares son esenciales para minimizar el riesgo de desarrollar nevus adquiridos y reducir la incidencia de melanoma. La autoexploración regular y las visitas periódicas al dermatólogo son recomendaciones clave para la detección temprana de lesiones potencialmente malignas y para el manejo adecuado de los nevus. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es un nevus?
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