DICCIONARIO MÉDICO
Obesidad troncular
La obesidad troncular, también conocida como obesidad abdominal, central o visceral, se caracteriza por la acumulación excesiva de tejido adiposo en la región del tronco, particularmente en el área abdominal. Esta forma de obesidad es de especial interés para la comunidad médica debido a su estrecha asociación con un incremento significativo en el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, hipertensión, ciertos tipos de cáncer y otras condiciones metabólicas. Desde una perspectiva fisiológica, la obesidad troncular se distingue no solo por su ubicación sino también por el tipo de tejido adiposo que predomina. El tejido adiposo visceral, localizado en la cavidad abdominal alrededor de los órganos internos, es metabólicamente más activo que el tejido adiposo subcutáneo, que se encuentra bajo la piel y en otras regiones del cuerpo. Esta actividad metabólica del tejido adiposo visceral contribuye a un perfil de riesgo aumentado para condiciones metabólicas adversas, ya que secreta una variedad de sustancias proinflamatorias y hormonas que pueden influir en la resistencia a la insulina, el metabolismo de los lípidos y la presión arterial. La medición y diagnóstico de la obesidad troncular implican no solo la evaluación del índice de masa corporal (IMC), que proporciona una medida general de la obesidad, sino también la determinación de la circunferencia de la cintura y la relación cintura-cadera. Estos parámetros ayudan a identificar a los individuos con un riesgo aumentado de complicaciones relacionadas con la obesidad, incluso si su IMC se encuentra dentro de rangos considerados normales o ligeramente elevados. Según las directrices actuales, una circunferencia de cintura de más de 102 cm en hombres y 88 cm en mujeres se considera indicativa de obesidad troncular y un marcador de riesgo elevado para enfermedades metabólicas. El manejo de la obesidad troncular requiere un enfoque integrado que abarca modificaciones en el estilo de vida, intervenciones dietéticas, aumento de la actividad física, y, en algunos casos, tratamiento farmacológico o quirúrgico. La dieta y el ejercicio juegan roles cruciales en la reducción de la grasa visceral y la mejora del perfil metabólico. Se recomienda una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, y proteínas magras, junto con la reducción del consumo de azúcares añadidos, grasas saturadas y trans. La actividad física regular, especialmente los ejercicios aeróbicos, ha demostrado ser efectiva en la reducción de la grasa abdominal y la mejora de la sensibilidad a la insulina. Además de las intervenciones en el estilo de vida, el tratamiento farmacológico puede ser necesario para individuos con obesidad troncular que presentan un riesgo elevado de complicaciones metabólicas. Los medicamentos utilizados para tratar condiciones asociadas, como la hipertensión, la diabetes tipo 2, y la dislipidemia, pueden ayudar a controlar los riesgos metabólicos mientras se aborda la causa subyacente de la obesidad. En casos seleccionados, la cirugía bariátrica puede considerarse como una opción para reducir significativamente el peso y mejorar las condiciones asociadas a la obesidad troncular. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la obesidad troncular?
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