Obstrucción intestinal mecánica

¿Qué es la obstrucción intestinal mecánica?

La obstrucción intestinal mecánica es una condición médica caracterizada por la interrupción parcial o total del paso de los contenidos intestinales a través del tubo digestivo debido a una causa física. Esta condición representa una emergencia quirúrgica que puede afectar a cualquier segmento del intestino, desde el duodeno hasta el colon, y requiere una evaluación y manejo rápidos para prevenir complicaciones graves, como la isquemia intestinal, la perforación y la peritonitis.

Las causas de la obstrucción intestinal mecánica son variadas y pueden clasificarse en dos grandes categorías: obstrucciones intraluminales, que ocurren dentro del lumen del intestino, como en el caso de los cálculos biliares, los cuerpos extraños o las masas fecales impactadas; y obstrucciones extraluminales, causadas por factores externos al lumen intestinal, como las adherencias postquirúrgicas, las hernias incarceradas, los tumores que comprimen el intestino o las enfermedades inflamatorias que provocan estrechamiento del intestino. Además, las obstrucciones pueden ser clasificadas según su localización en el intestino delgado o grueso, siendo las obstrucciones del intestino delgado más comunes.

Los síntomas de la obstrucción intestinal mecánica varían según la localización y severidad de la obstrucción, pero típicamente incluyen dolor abdominal, que puede ser cólico o constante, distensión abdominal, náuseas y vómitos, y la alteración del patrón normal de gases y defecación, llegando hasta la ausencia total de evacuaciones y gases en casos de obstrucción completa. La evaluación clínica, que incluye un examen físico detallado y la historia médica del paciente, es fundamental para el diagnóstico inicial.

El diagnóstico de la obstrucción intestinal mecánica se confirma y se detalla mediante estudios de imagen, siendo la radiografía abdominal simple y la tomografía computarizada (TC) abdominal con o sin contraste, las herramientas diagnósticas más utilizadas. Estos estudios pueden revelar la presencia de niveles hidroaéreos, distensión de asas intestinales y, dependiendo de la causa, la localización exacta de la obstrucción.

El manejo de la obstrucción intestinal mecánica depende de la causa subyacente, la severidad de la obstrucción y la condición clínica del paciente. El manejo inicial es conservador para la mayoría de los pacientes e incluye la reanimación con líquidos intravenosos, el descompresión gastrointestinal mediante sonda nasogástrica y el manejo del dolor. Este enfoque conservador puede ser suficiente en casos de obstrucción parcial sin signos de estrangulación o isquemia. Sin embargo, la intervención quirúrgica es necesaria en casos de obstrucción completa, obstrucciones causadas por hernias incarceradas, presencia de signos de isquemia intestinal, o cuando el manejo conservador no resuelve la obstrucción.

La prevención de la obstrucción intestinal mecánica implica el manejo adecuado de las condiciones predisponentes, como la corrección quirúrgica de hernias antes de que se encarcelen y la minimización de la formación de adherencias postquirúrgicas mediante técnicas quirúrgicas adecuadas. Los pacientes con antecedentes de cirugía abdominal deben ser conscientes de los síntomas de la obstrucción intestinal y buscar atención médica inmediata si estos se presentan.

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