DICCIONARIO MÉDICO
Oftalmia
La oftalmia, también conocida como oftalmitis, es un término médico que se refiere a la inflamación del ojo. Este término engloba diversas condiciones y enfermedades oculares que pueden afectar una o varias partes del ojo, incluyendo la conjuntiva, la córnea, el iris, y otras estructuras internas del ojo. La inflamación puede ser resultado de una infección, una lesión, una enfermedad autoinmune, o exposición a agentes químicos o físicos. La oftalmia puede presentarse en diversas formas, cada una con sus propias causas, síntomas y tratamientos específicos. Una de las formas más comunes de oftalmia es la conjuntivitis, que es la inflamación de la conjuntiva, la membrana transparente que cubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados. La conjuntivitis puede ser causada por infecciones virales o bacterianas, alergias, o irritantes como el humo y el cloro. Sus síntomas incluyen enrojecimiento del ojo, picazón, secreción y sensación de cuerpo extraño. Otra forma de oftalmia es la oftalmia neonatorum, una inflamación ocular grave que ocurre en recién nacidos, generalmente causada por una infección adquirida durante el parto. Los agentes infecciosos más comunes incluyen bacterias como Neisseria gonorrhoeae y Chlamydia trachomatis. Esta condición requiere tratamiento inmediato para prevenir daños permanentes en la visión. La uveítis es otro tipo de oftalmia que implica inflamación de la úvea, la capa media del ojo que incluye el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. La uveítis puede ser causada por enfermedades autoinmunes, infecciones o exposición a toxinas y puede llevar a complicaciones graves si no se trata adecuadamente. La oftalmia simpática es una inflamación rara pero grave que puede ocurrir después de una lesión penetrante en un ojo. Esta condición es una respuesta inmune en la que el ojo no lesionado también se inflama, potencialmente resultando en la pérdida de la visión si no se maneja de manera oportuna. Los síntomas de la oftalmia pueden variar dependiendo de la causa subyacente, pero generalmente incluyen enrojecimiento, dolor, hinchazón, sensibilidad a la luz, visión borrosa y secreción ocular. El diagnóstico de la oftalmia se basa en el examen clínico del ojo, la historia médica del paciente y, en algunos casos, pruebas de laboratorio para identificar el agente causal. El tratamiento de la oftalmia depende de la causa específica y puede incluir la administración de antibióticos, antivirales, antiinflamatorios, o medicamentos inmunosupresores. En algunos casos, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para corregir daños estructurales o drenar abscesos. La prevención de la oftalmia implica medidas generales de higiene, como lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse los ojos con las manos sucias, así como el uso de protección ocular adecuada en ambientes de riesgo. En el caso de la oftalmia neonatorum, la prevención incluye el cribado y tratamiento de infecciones de transmisión sexual en mujeres embarazadas y la aplicación de gotas o pomadas antibióticas en los ojos de los recién nacidos. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la oftalmia?
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