Osteomielitis vertebral

¿Qué es la osteomielitis vertebral?

La osteomielitis vertebral, también conocida como espondilodiscitis, es una infección grave que afecta a las vértebras, los discos intervertebrales o ambos. Se trata de un tipo de osteomielitis, que es la infección del hueso provocada por bacterias u otros microorganismos. La osteomielitis vertebral puede afectar a cualquier parte de la columna vertebral, desde el cuello (cervical) hasta la parte baja de la espalda (lumbar), aunque es más común en la región lumbar debido a la mayor vascularización de esta área.

Esta enfermedad puede ser el resultado de la diseminación de una infección desde otra parte del cuerpo a través del torrente sanguíneo, una condición conocida como osteomielitis vertebral hematógena. También puede ocurrir como resultado de una cirugía espinal, procedimientos invasivos, infecciones contiguas de tejidos blandos o traumatismos. Los microorganismos más comúnmente asociados con la osteomielitis vertebral son las bacterias Staphylococcus aureus y, en menor medida, organismos gramnegativos y micobacterias, como el agente causante de la tuberculosis.

Los síntomas de la osteomielitis vertebral pueden ser insidiosos al principio, incluyendo dolor de espalda que empeora con el movimiento, fiebre, malestar general y pérdida de peso. Con el tiempo, la infección puede llevar a la destrucción del tejido óseo y discos intervertebrales, causando inestabilidad vertebral y, en casos severos, abscesos epidurales que pueden comprimir la médula espinal o las raíces nerviosas, conduciendo a déficits neurológicos como debilidad, alteraciones en la sensibilidad o parálisis.

El diagnóstico de la osteomielitis vertebral se basa en una combinación de la historia clínica, hallazgos en el examen físico, análisis de sangre que muestran signos de infección como elevación de la velocidad de sedimentación globular (VSG) y la proteína C reactiva (PCR), así como técnicas de imagen. Las radiografías pueden mostrar cambios óseos, pero estos generalmente no son evidentes hasta varias semanas después del inicio de la infección. La resonancia magnética (RM) es el método diagnóstico de elección debido a su alta sensibilidad y especificidad para detectar cambios en las vértebras y tejidos blandos circundantes en las etapas tempranas de la enfermedad.

El tratamiento de la osteomielitis vertebral requiere un enfoque multidisciplinario e incluye terapia antibiótica prolongada, que generalmente se inicia por vía intravenosa y luego se cambia a administración oral según la respuesta clínica y los resultados de los cultivos. La duración del tratamiento puede variar de seis semanas a varios meses, dependiendo de la gravedad de la infección y la respuesta al tratamiento. En algunos casos, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para descomprimir estructuras neurales comprimidas, estabilizar la columna vertebral o drenar abscesos.

La prevención de la osteomielitis vertebral se centra en reducir el riesgo de infección, especialmente en pacientes que se someten a procedimientos invasivos o cirugía espinal. Esto incluye el uso de técnicas estériles rigurosas, profilaxis antibiótica adecuada y manejo cuidadoso de las infecciones en otras partes del cuerpo para evitar la diseminación hematógena.

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