DICCIONARIO MÉDICO
Otoemisión acústica
La otoemisión acústica constituye un fenómeno fisiológico mediante el cual el oído interno, específicamente la cóclea, produce sonidos en respuesta a una estimulación auditiva externa o, en ocasiones, de manera espontánea. Este proceso refleja la salud y el correcto funcionamiento de las células ciliadas externas de la cóclea, elementos cruciales en la cadena auditiva que amplifican las vibraciones sonoras a través de su motilidad, mejorando significativamente la sensibilidad y selectividad de frecuencias del oído humano. La detección de estas emisiones, por tanto, se ha convertido en una herramienta diagnóstica invaluable en la Audiología para evaluar la integridad coclear, especialmente en poblaciones que no pueden someterse a pruebas auditivas convencionales, como los recién nacidos, niños pequeños o individuos con ciertas discapacidades cognitivas. Descubiertas por David Kemp en 1978, las otoemisiones acústicas han revolucionado los enfoques hacia el cribado auditivo neonatal y el diagnóstico temprano de la pérdida auditiva, permitiendo la implementación de intervenciones tempranas que son cruciales para el desarrollo del lenguaje y la comunicación en infantes con deficiencias auditivas. Existen diferentes tipos de otoemisiones acústicas, clasificadas principalmente en otoemisiones acústicas espontáneas (OAEs) y otoemisiones acústicas evocadas (OAEs), siendo estas últimas las más utilizadas en el ámbito clínico. Las otoemisiones acústicas evocadas se subdividen a su vez en otoemisiones acústicas evocadas transitorias (TEOAEs), generadas en respuesta a estímulos sonoros breves como clics o tonos cortos, y otoemisiones acústicas evocadas por productos de distorsión (DPOAEs), que se producen cuando el oído es estimulado simultáneamente por dos tonos puros de frecuencias diferentes. La medición de las otoemisiones acústicas se realiza mediante un equipo especializado que incluye un pequeño transductor acústico colocado en el canal auditivo del paciente. Este transductor es capaz de emitir los estímulos sonoros necesarios y, al mismo tiempo, registrar las emisiones generadas por la cóclea. El procedimiento es rápido, no invasivo y no requiere la respuesta activa del paciente, lo que lo hace ideal para su uso en pacientes no colaborativos. La presencia de otoemisiones acústicas indica un funcionamiento normal de las células ciliadas externas y, por ende, una función coclear normal dentro de los límites de la prueba. Por el contrario, la ausencia de estas emisiones puede indicar una pérdida auditiva neurosensorial, daño en las células ciliadas o problemas en la conducción del sonido a través del oído medio. Desde su introducción en la práctica clínica, las pruebas de otoemisión acústica han sido fundamentales en los programas de cribado auditivo neonatal, permitiendo la detección temprana de la pérdida auditiva congénita, que presenta una incidencia de aproximadamente 1-3 por cada 1000 recién nacidos. La identificación precoz de la pérdida auditiva es crucial, ya que proporciona la oportunidad de iniciar intervenciones tempranas que son esenciales para el desarrollo óptimo del habla, del lenguaje y de habilidades cognitivas en niños afectados. Además, la evaluación mediante otoemisiones acústicas se ha extendido al monitoreo de la salud coclear en adultos expuestos a factores de riesgo para la pérdida auditiva, como el ruido ocupacional o la ototoxicidad por medicamentos, ofreciendo una herramienta valiosa para la detección precoz de cambios auditivos que podrían pasar desapercibidos en pruebas auditivas convencionales. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es una otoemisión acústica?
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