DICCIONARIO MÉDICO
Oxigenador
Un oxigenador es un dispositivo médico crítico utilizado en procedimientos de cirugía cardiaca y en terapias de soporte vital que requieren oxigenación extracorpórea. Su función principal es suplir la tarea de los pulmones, es decir, oxigenar la sangre del paciente y eliminar el dióxido de carbono de ella, proceso esencial cuando los pulmones no pueden realizar adecuadamente su función debido a enfermedades o durante intervenciones quirúrgicas que implican la detención cardiopulmonar. Este aparato es un componente clave en las máquinas de circulación extracorpórea (CEC), utilizadas comúnmente durante operaciones de corazón abierto, y en los sistemas de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), empleados para proporcionar soporte respiratorio y cardíaco a largo plazo. La importancia de la oxigenación adecuada de la sangre no puede ser subestimada, ya que el oxígeno es esencial para el metabolismo celular y la supervivencia de los tejidos. Sin un aporte adecuado de oxígeno, las células del cuerpo comienzan a morir en minutos, lo que puede llevar a daños orgánicos irreversibles y, eventualmente, la muerte. Por lo tanto, el oxigenador juega un papel vital al mantener la viabilidad de los órganos y tejidos durante periodos críticos. Existen varios tipos de oxigenadores, siendo los más comunes los de membrana y los de burbuja. Los oxigenadores de membrana funcionan permitiendo que la sangre fluya a lo largo de una membrana semipermeable que separa la sangre del gas oxígeno. La difusión de gases a través de la membrana permite que el oxígeno entre en la sangre y que el dióxido de carbono sea expulsado, sin que haya contacto directo entre la sangre y el gas, minimizando así el riesgo de formación de burbujas de aire y embolias gaseosas. Por otro lado, los oxigenadores de burbuja mezclan directamente el oxígeno en la sangre formando pequeñas burbujas, las cuales deben ser eliminadas cuidadosamente antes de reintroducir la sangre al cuerpo del paciente. La selección del tipo de oxigenador depende de varios factores, incluyendo la duración prevista del soporte, las condiciones específicas del paciente y las preferencias del equipo quirúrgico. Los oxigenadores de membrana son preferidos para soportes prolongados debido a su menor tendencia a dañar los glóbulos rojos y otros componentes sanguíneos, un aspecto crucial para minimizar complicaciones. En el contexto de la cirugía cardiaca, el oxigenador se integra en un sistema que incluye una bomba para circular la sangre a través del dispositivo, un intercambiador de calor para regular la temperatura de la sangre, y filtros para eliminar burbujas de aire y otros posibles contaminantes. Este sistema de circulación extracorpórea permite al equipo quirúrgico realizar procedimientos en un campo quirúrgico sin sangre, mientras mantiene la oxigenación y circulación sanguínea del paciente. El uso de oxigenadores ha revolucionado la medicina crítica, permitiendo no solo la realización de cirugías cardíacas complejas sino también el soporte vital en pacientes con falla respiratoria aguda o crónica que no responden a tratamientos convencionales. Su desarrollo y perfeccionamiento continuo son testimonio del avance tecnológico en el campo de la medicina y la ingeniería biomédica, ofreciendo esperanza y una oportunidad de recuperación a pacientes en condiciones críticas. La implementación de un oxigenador en la atención al paciente requiere de un equipo multidisciplinario que incluye cirujanos, anestesiólogos, perfusionistas (especialistas en la operación de la máquina de CEC), y personal de enfermería especializado. Este equipo debe estar altamente capacitado no solo en el funcionamiento y manejo del dispositivo, sino también en el monitoreo continuo del estado del paciente, ajustando los parámetros de oxigenación según sea necesario y respondiendo a cualquier complicación que pueda surgir. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es un oxigenador?
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